30.09.2016 Views

America en la Profecia por Elena White

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

el ateísmo ejerció el poder. Entonces el mundo vio que rechazar <strong>la</strong>s restricciones que Dios impuso equivale<br />

a aceptar el gobierno de los más crueles y despóticos. Cuando se echa a un <strong>la</strong>do <strong>la</strong> norma de justicia, queda<br />

abierto el camino para que el príncipe del mal establezca su poder <strong>en</strong> <strong>la</strong> tierra. Siempre que se rechazan<br />

los preceptos divinos, el pecado deja de parecer culpa y <strong>la</strong> justicia deja de ser deseable. Los que se niegan<br />

a someterse al gobierno de Dios son completam<strong>en</strong>te incapaces de gobernarse a sí mismos. Debido a sus<br />

<strong>en</strong>señanzas perniciosas, se imp<strong>la</strong>nta el espíritu de insubordinación <strong>en</strong> el corazón de los niños y jóv<strong>en</strong>es,<br />

de suyo insubordinados, y se obti<strong>en</strong>e como resultado un estado social donde <strong>la</strong> anarquía reina soberana.<br />

Al paso que se bur<strong>la</strong>n de <strong>la</strong> credulidad de los que obedec<strong>en</strong> <strong>la</strong>s exig<strong>en</strong>cias de Dios, <strong>la</strong>s multitudes aceptan<br />

con avidez los <strong>en</strong>gaños de Satanás. Se <strong>en</strong>tregan a sus deseos desord<strong>en</strong>ados y practican los pecados que<br />

acarrearon los juicios de Dios sobre los paganos.<br />

Los que le <strong>en</strong>señan al pueblo a considerar superficialm<strong>en</strong>te los mandami<strong>en</strong>tos de Dios, siembran<br />

<strong>la</strong> desobedi<strong>en</strong>cia para recoger desobedi<strong>en</strong>cia. Rechác<strong>en</strong>se <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te los límites impuestos <strong>por</strong> <strong>la</strong> ley<br />

divina y pronto se despreciarán <strong>la</strong>s leyes humanas. Los hombres están dispuestos a pisotear <strong>la</strong> ley de Dios<br />

<strong>por</strong> considerar<strong>la</strong> como un obstáculo para su prosperidad material, <strong>por</strong>que el<strong>la</strong> prohibe <strong>la</strong>s prácticas<br />

deshonestas, <strong>la</strong> codicia, <strong>la</strong> m<strong>en</strong>tira y el fraude; pero ellos no se imaginan lo que resultaría de <strong>la</strong> abolición<br />

de los preceptos divinos. Si <strong>la</strong> ley no tuviera fuerza alguna ¿<strong>por</strong> qué habría de temerse el transgredir<strong>la</strong>?<br />

La propiedad ya no estaría segura. Cada cual se apoderaría <strong>por</strong> <strong>la</strong> fuerza de los bi<strong>en</strong>es de su vecino, y el<br />

más fuerte se haría el más rico. Ni siquiera se respetaría <strong>la</strong> vida. La institución del matrimonio dejaría de<br />

ser baluarte sagrado para <strong>la</strong> protección de <strong>la</strong> familia. El que pudiera, si así lo desease, tomaría <strong>la</strong> mujer de<br />

su vecino. El quinto mandami<strong>en</strong>to sería puesto a un <strong>la</strong>do junto con el cuarto. Los hijos no vaci<strong>la</strong>rían <strong>en</strong><br />

at<strong>en</strong>tar contra <strong>la</strong> vida de sus padres, si al hacerlo pudies<strong>en</strong> satisfacer los deseos de sus corazones<br />

corrompidos. El mundo civilizado se convertiría <strong>en</strong> una horda de <strong>la</strong>drones y asesinos,y <strong>la</strong> paz,<strong>la</strong><br />

tranquilidad y <strong>la</strong> dicha desaparecerían de <strong>la</strong> tierra.<br />

La doctrina de que los hombres no están obligados a obedecer los mandami<strong>en</strong>tos de Dios ha<br />

debilitado ya el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> responsabilidad moral y ha abierto anchas <strong>la</strong>s compuertas para que <strong>la</strong><br />

iniquidad aniegue el mundo. La lic<strong>en</strong>cia, <strong>la</strong> disipación y <strong>la</strong> corrupción nos invad<strong>en</strong> como o<strong>la</strong> abrumadora.<br />

Satanás está trabajando <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>la</strong>s familias. Su bandera ondea hasta <strong>en</strong> los hogares de los que<br />

503

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!