30.09.2016 Views

America en la Profecia por Elena White

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

modo de ser de Dios, sin ponerse <strong>en</strong> armonía con los principios que expresan su naturaleza y voluntad, y<br />

<strong>en</strong>señan lo que le agrada?<br />

El deseo de llevar una religión fácil, que no exija luchas, ni despr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to, ni ruptura con <strong>la</strong>s<br />

locuras del mundo, ha hecho popu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> doctrina de <strong>la</strong> fe, y de <strong>la</strong> fe so<strong>la</strong>; ¿pero qué dice <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de<br />

Dios? El apóstol Santiago dice: “Hermanos míos, ¿qué aprovechará [465] si alguno dice que ti<strong>en</strong>e fe, y<br />

no ti<strong>en</strong>e obras? ¿Podrá <strong>la</strong> fe salvarle? [...] ¿Mas quieres saber, hombre vano, que <strong>la</strong> fe sin obras es muerta?<br />

¿No fue justificado <strong>por</strong> <strong>la</strong>s obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?<br />

¿No ves que <strong>la</strong> fe obró con sus obras, y que <strong>la</strong> fe fue perfecta <strong>por</strong> <strong>la</strong>s obras? [...] Veis, pues, que el hombre<br />

es justificado <strong>por</strong> <strong>la</strong>s obras, y no so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te <strong>por</strong> <strong>la</strong> fe”. Santiago 2:14-24.<br />

El testimonio de <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios se opone a esta doctrina seductora de <strong>la</strong> fe sin obras. No es fe<br />

pret<strong>en</strong>der el favor del cielo sin cumplir <strong>la</strong>s condiciones necesarias para que <strong>la</strong> gracia sea concedida. Es<br />

presunción, pues <strong>la</strong> fe verdadera se funda <strong>en</strong> <strong>la</strong>s promesas y disposiciones de <strong>la</strong>s Sagradas Escrituras.<br />

Nadie se <strong>en</strong>gañe a sí mismo crey<strong>en</strong>do que pueda volverse santo mi<strong>en</strong>tras viole premeditadam<strong>en</strong>te<br />

uno de los preceptos divinos. Un pecado cometido deliberadam<strong>en</strong>te acal<strong>la</strong> <strong>la</strong> voz atestiguadora del Espíritu<br />

y separa al alma de Dios. “El pecado es transgresión de <strong>la</strong> ley”. Y “todo aquel que peca [transgrede <strong>la</strong><br />

ley], no le ha visto, ni le ha conocido”. 1 Juan 3:6. Aunque San Juan hab<strong>la</strong> mucho del amor <strong>en</strong> sus epísto<strong>la</strong>s,<br />

no vaci<strong>la</strong> <strong>en</strong> poner de manifiesto el verdadero carácter de esa c<strong>la</strong>se de personas que pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> ser<br />

santificadas y seguir transgredi<strong>en</strong>do <strong>la</strong> ley de Dios. “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus<br />

mandami<strong>en</strong>tos, es m<strong>en</strong>tiroso, y no hay verdad <strong>en</strong> él; mas el que guarda su pa<strong>la</strong>bra, verdaderam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> este<br />

se ha perfeccionado el amor de Dios”. 1 Juan 2:4, 5 (VM). Esta es <strong>la</strong> piedra de toque de toda profesión de<br />

fe. No podemos reconocer como santo a ningún hombre sin haberle comparado primero con <strong>la</strong> so<strong>la</strong> reg<strong>la</strong><br />

de santidad que Dios haya dado <strong>en</strong> el cielo y <strong>en</strong> <strong>la</strong> tierra. Si los hombres no si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> el peso de <strong>la</strong> ley moral,<br />

si empequeñec<strong>en</strong> y ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> poco los preceptos de Dios, si vio<strong>la</strong>n el m<strong>en</strong>or de estos mandami<strong>en</strong>tos, y así<br />

<strong>en</strong>señan a los hombres, no serán estimados ante el cielo, y podemos estar seguros de que sus pret<strong>en</strong>siones<br />

no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> fundam<strong>en</strong>to alguno.<br />

Y <strong>la</strong> aserción de estar sin pecado constituye de <strong>por</strong> sí una prueba de que el que tal asevera dista<br />

mucho de ser santo. Es <strong>por</strong>que no ti<strong>en</strong>e un verdadero concepto de lo que es <strong>la</strong> pureza y santidad infinita<br />

409

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!