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America en la Profecia por Elena White

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

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Un día profético = Un año literal. Conforme al número de los días, de los cuar<strong>en</strong>ta días <strong>en</strong> que<br />

reconocisteis <strong>la</strong> tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuar<strong>en</strong>ta años, un año <strong>por</strong> cada día; y conoceréis mi<br />

castigo (Números 14:34). Cumplidos éstos, te acostarás sobre tu <strong>la</strong>do derecho segunda vez, y llevarás <strong>la</strong><br />

maldad de <strong>la</strong> casa de Judá cuar<strong>en</strong>ta días; día <strong>por</strong> año, día <strong>por</strong> año te lo he dado (Ezequiel 4:6)<br />

457 AC – 1844 DC = 2300 días/ anos . Hasta dos mil tresci<strong>en</strong>tas tardes y mañanas, luego el santuario<br />

será purificado (Dan 8:14). Set<strong>en</strong>ta semanas están determinadas sobre tu pueblo y tu santa ciudad para<br />

terminar <strong>la</strong> prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar <strong>la</strong> iniquidad, para traer <strong>la</strong> justicia perdurable,<br />

y sel<strong>la</strong>r <strong>la</strong> visión y <strong>la</strong> profecía, y ungir al Santo de los santos. 490 dias / anos (Dan 9:24)<br />

457 AC = El Decreto para <strong>la</strong> Restauración de Jerusalén (Ord<strong>en</strong> de Artajerjes). Desde <strong>la</strong> salida de <strong>la</strong><br />

ord<strong>en</strong> para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y ses<strong>en</strong>ta y dos<br />

semanas; se volverá a edificar <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za y el muro <strong>en</strong> tiempos angustiosos (Dan. 9: 25)<br />

408 AC = La Reedificación de Jerusalén<br />

27 DC = El Bautizo y Unción de JesuCristo (el Mesías). Y <strong>por</strong> otra semana confirmará el pacto con<br />

muchos; a <strong>la</strong> mitad de <strong>la</strong> semana hará cesar el sacrificio y <strong>la</strong> ofr<strong>en</strong>da (Dan. 9:27)<br />

31 DC = La Crucifixión de JesuCristo. A <strong>la</strong> mitad de <strong>la</strong> semana hará cesar el sacrificio y <strong>la</strong> ofr<strong>en</strong>da<br />

(Dan. 9:27)<br />

34 DC = La Lapidación de Esteban [Fin del P<strong>la</strong>zo de los Judíos Y El Evangelio dado a los G<strong>en</strong>tiles]<br />

Y será predicado este evangelio del reino <strong>en</strong> todo el mundo, para testimonio a todas <strong>la</strong>s naciones; y<br />

<strong>en</strong>tonces v<strong>en</strong>drá el fin. (Mateo 24:14). Entonces Pablo y Bernabé, hab<strong>la</strong>ndo con d<strong>en</strong>uedo, dijeron: A<br />

vosotros a <strong>la</strong> verdad era necesario que se os hab<strong>la</strong>se primero <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra de Dios; mas puesto que <strong>la</strong><br />

desecháis, y no os juzgáis dignos de <strong>la</strong> vida eterna, he aquí, nos volvemos a los g<strong>en</strong>tiles (Hechos 7;<br />

Hechos 13:46)<br />

70 DC = La Destrucción de Jerusalén. 1 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus<br />

discípulos para mostrarle los edificios del templo. 2 Respondi<strong>en</strong>do él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto<br />

os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada. (Mateo 24:1-2). Por tanto, cuando<br />

veáis <strong>en</strong> el lugar santo <strong>la</strong> abominación deso<strong>la</strong>dora de que habló el profeta Daniel (el que lee, <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>da)<br />

21<br />

<strong>por</strong>que habrá <strong>en</strong>tonces gran tribu<strong>la</strong>ción, cual no <strong>la</strong> ha habido desde el principio del mundo hasta ahora,<br />

ni <strong>la</strong> habrá (Mateo 24:15, 21)<br />

1844 DC = Purificación del Santuario Celestial e Inicio del Juicio Celestial<br />

1810 Días/Anos = La Obra de JesuCristo como nuestro Sumo Sacerdote <strong>en</strong> el Santuario Celestial. 14 Por<br />

tanto, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, ret<strong>en</strong>gamos nuestra<br />

profesión. 15 Porque no t<strong>en</strong>emos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,<br />

sino uno que fue t<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues,<br />

confiadam<strong>en</strong>te al trono de <strong>la</strong> gracia, para alcanzar misericordia y hal<strong>la</strong>r gracia para el o<strong>por</strong>tuno socorro<br />

(Hebreos 4:14-16).<br />

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