30.09.2016 Views

America en la Profecia por Elena White

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

y motivos secretos aparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> el registro infalible, pues Dios “sacará a luz <strong>la</strong>s obras <strong>en</strong>cubiertas de <strong>la</strong>s<br />

tinieb<strong>la</strong>s, y pondrá de manifiesto los propósitos de los corazones”. 1 Corintios 4:5 (VM). “He aquí que<br />

esto está escrito de<strong>la</strong>nte de mí: [...] vuestras iniquidades y <strong>la</strong>s iniquidades de vuestros padres juntam<strong>en</strong>te,<br />

dice Jehová”. Isaías 65:6, 7 (VM).<br />

La obra de cada uno pasa bajo <strong>la</strong> mirada de Dios, y es registrada e imputada ya como señal de<br />

fidelidad ya de infidelidad. Fr<strong>en</strong>te a cada nombre, <strong>en</strong> los libros del cielo, aparec<strong>en</strong>, con terrible exactitud,<br />

cada ma<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, cada acto egoísta, cada deber descuidado, y cada pecado secreto, con todas <strong>la</strong>s tretas<br />

arteras. Las admoniciones o reconv<strong>en</strong>ciones divinas despreciadas, los mom<strong>en</strong>tos perdidos, <strong>la</strong>s<br />

o<strong>por</strong>tunidades desperdiciadas, <strong>la</strong> influ<strong>en</strong>cia ejercida para bi<strong>en</strong> o para mal, con sus abarcantes resultados,<br />

todo fue registrado <strong>por</strong> el ángel anotador. La ley de Dios es <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> <strong>por</strong> <strong>la</strong> cual los caracteres y <strong>la</strong>s vidas<br />

de los hombres serán probados <strong>en</strong> el juicio. Salomón dice: “Teme a Dios, y guarda sus mandami<strong>en</strong>tos;<br />

<strong>por</strong>que esto es <strong>la</strong> suma del deber humano. Pues que Dios traerá toda obra a juicio”. Eclesiastés 12:13, 14<br />

(VM). El apóstol Santiago amonesta a sus hermanos diciéndoles: “Así hab<strong>la</strong>d pues, y así obrad, como<br />

hombres que van a ser juzgados <strong>por</strong> <strong>la</strong> ley de libertad”. Santiago 2:12 (VM).<br />

Los que <strong>en</strong> el juicio “serán t<strong>en</strong>idos <strong>por</strong> dignos”, t<strong>en</strong>drán parte <strong>en</strong> <strong>la</strong> resurrección de los justos. Jesús<br />

dijo: “Los que serán t<strong>en</strong>idos <strong>por</strong> dignos de alcanzar aquel siglo v<strong>en</strong>idero, y <strong>la</strong> resurrección de <strong>en</strong>tre los<br />

muertos, [...] son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, si<strong>en</strong>do hijos de <strong>la</strong> resurrección”. Lucas 20:35,<br />

36 (VM). Y además dec<strong>la</strong>ra que “los que hicieron bi<strong>en</strong> saldrán a resurrección de vida”. Juan 5:29. Los<br />

justos ya muertos no serán resucitados más que después del juicio <strong>en</strong> el cual habrán sido juzgados dignos<br />

de <strong>la</strong> “resurrección de vida”. No estarán pues pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> persona ante el tribunal cuando sus registros<br />

sean examinados y sus causas fal<strong>la</strong>das. Jesús aparecerá como el abogado de ellos, para interceder <strong>en</strong> su<br />

favor ante Dios. “Si alguno hubiere pecado, abogado t<strong>en</strong>emos para con el Padre, a saber Jesucristo el<br />

justo”. 1 Juan 2:1. “Porque no <strong>en</strong>tró Cristo <strong>en</strong> un lugar santo hecho de mano, que es una mera<br />

repres<strong>en</strong>tación del verdadero, sino <strong>en</strong> el cielo mismo, para pres<strong>en</strong>tarse ahora de<strong>la</strong>nte de Dios <strong>por</strong><br />

nosotros”. “Por lo cual también, puede salvar hasta lo sumo a los que se acercan a Dios <strong>por</strong> medio de él,<br />

vivi<strong>en</strong>do siempre para interceder <strong>por</strong> ellos”. Hebreos 9:24; 7:25 (VM).<br />

417

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!