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HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

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hubierais de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubierais de cocinar, cocinadlo; y todo lo<br />

que es sobrare, guardadlo para mañana." Así lo hicieron, y vieron que no se echó<br />

a perder. Y Moisés dijo: "Comedlo hoy, porque hoy es sábado de Jehová: hoy no<br />

hallaréis en el campo. En los seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es<br />

sábado, en el cual no se hallará.<br />

Dios requiere que hoy su santo día se observe tan sagradamente <strong>com</strong>o en el<br />

tiempo de Israel. El mandamiento que se dio a los hebreos debe ser considerado<br />

por todos los cristianos <strong>com</strong>o una orden de parte de Dios para ellos. El día anterior<br />

al sábado debe ser un día de preparación a fin de que todo esté listo para sus<br />

horas sagradas. En ningún caso debemos permitir que nuestros propios negocios<br />

ocupen el tiempo sagrado. Dios ha mandado que se atienda a los que sufren y a<br />

los enfermos; el trabajo necesario para darles bienestar es una obra de<br />

misericordia, y no es una violación del sábado; pero todo trabajo innecesario debe<br />

evitarse. Muchos, por descuido, postergan hasta el principio del sábado cosas<br />

pequeñas que pudieron haberse hecho en el día de preparación. Tal cosa no debe<br />

ocurrir. El trabajo que no se hizo antes del principio del sábado debe quedar sin<br />

hacerse hasta que pase ese día. Este procedimiento fortalecería la memoria de los<br />

olvidadizos, y les ayudaría a realizar sus tareas en los seis días de trabajo.<br />

Cada semana, durante su largo peregrinaje en el desierto, los israelitas<br />

presenciaron un triple milagro que debía inculcarles la santidad del sábado: cada<br />

sexto día caía doble cantidad de maná, nada caía el día séptimo, y la porción<br />

necesaria 303 para el sábado se conservaba dulce sin des<strong>com</strong>ponerse, mientras<br />

que si se guardaba los otros días, se des<strong>com</strong>ponía.<br />

En las circunstancias relacionadas con el envío del maná, tenemos evidencia<br />

conclusivo de que el sábado no fue instituido, <strong>com</strong>o muchos alegan, cuando la ley<br />

se dio en el Sinaí. Antes de que los israelitas llegaran al Sinaí, <strong>com</strong>prendían<br />

perfectamente que tenían la obligación de guardar el sábado. Al tener que recoger<br />

cada viernes doble porción de maná en preparación para el sábado, día en que no<br />

caía, la naturaleza sagrada del día de descanso les era recordada de continuo. Y<br />

cuando parte del pueblo salió en sábado a recoger maná, el Señor preguntó:<br />

"¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?"<br />

"Así <strong>com</strong>ieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la<br />

tierra habitada: maná <strong>com</strong>ieron hasta que llegaron al término de la tierra de<br />

Canaán." Durante cuarenta años se les recordó diariamente mediante esta<br />

milagrosa provisión, el infaltable cuidado y el tierno amor de Dios. Conforme a las<br />

palabras del salmista, Dios les dio "trigo del cielo; pan de ángeles <strong>com</strong>ió el<br />

hombre" (Sal 78: 24, 25, V.M.); es decir, alimentos provistos para ellos por los<br />

ángeles. Sostenidos por el "trigo del cielo," recibían diariamente la lección de que,<br />

teniendo la promesa de Dios, estaban tan seguros contra la necesidad <strong>com</strong>o si<br />

estuviesen rodeados de los undosos trigales de las fértiles llanuras de Canaán.<br />

El maná que caía del cielo para el sustento de Israel era un símbolo de Aquel que<br />

vino de Dios a dar vida al mundo. Dijo Jesús: "Yo soy el pan de vida. Vuestros<br />

padres <strong>com</strong>ieron el maná en el desierto, y son muertos. Este es el pan que<br />

desciende del cielo . . . . Si alguno <strong>com</strong>iere de este pan, vivirá para siempre; y el<br />

pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo." (Juan 6: 48-<br />

51) Y entre las bendiciones prometidas al pueblo de Dios para la vida futura, se<br />

escribió: "Al que venciere, daré a <strong>com</strong>er del maná escondido." (Apoc. 2: 17.) 304

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