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HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

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Jacob trabajó fielmente siete años por Raquel, y los años durante los cuales sirvió,<br />

"pareciéronle <strong>com</strong>o pocos días, porque la amaba." (Gén. 29: 20.) Pero el egoísta y<br />

codicioso 188 Labán, deseoso de retener tan valioso ayudante, <strong>com</strong>etió un cruel<br />

engaño al substituir a Lea en lugar de Raquel. El hecho de que Lea misma había<br />

participado del engaño hizo sentir a Jacob que no la podía amar. Su indignado<br />

reproche fue contestado por Labán con el ofrecimiento de que trabajara por<br />

Raquel otros siete años. Pero el padre insistió en que Lea no fuese repudiada,<br />

puesto que esto deshonraría a la familia. De este modo se encontró Jacob en una<br />

situación sumamente penosa y difícil; por fin, decidió quedarse con Lea y casarse<br />

con Raquel. Fue siempre a Raquel a quien más amó; pero su predilección por ella<br />

excitó envidia y celos, y su vida se vio amargada por la rivalidad entre las dos<br />

hermanas.<br />

Veinte años permaneció Jacob en Mesopotamia, trabajando al servicio de Labán<br />

quien, despreciando los vínculos de parentesco, estaba ansioso de apropiarse de<br />

todas las ventajas. Exigió catorce años de trabajo por sus dos hijas; y durante el<br />

resto del tiempo cambió diez veces el salario de Jacob. Con todo, el servicio de<br />

Jacob fue diligente y fiel. Las palabras que le dijo a Labán, en su última<br />

conversación con él, describen vivamente la vigilancia incansable con que había<br />

cuidado los intereses de su exigente amo: "Estos veinte años he estado contigo:<br />

tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo <strong>com</strong>í carnero de tus ovejas. Nunca<br />

te traje lo arrebatado por las fieras; yo pagaba el daño; lo hurtado así de día <strong>com</strong>o<br />

de noche, de mi mano lo requerías. De día me consumía el calor, y de noche la<br />

helada, y el sueño se huía de mis ojos." (Gén 31: 38-40)<br />

Era preciso que el pastor guardase sus ganados de día y de noche. Estaban<br />

expuestos al peligro de ladrones, y de numerosas fieras, que con frecuencia<br />

hacían estragos en el ganado que no era fielmente cuidado. Jacob tenía muchos<br />

ayudantes para apacentar los numerosos rebaños de Labán; pero él mismo era<br />

responsable de todo. Durante una parte del año era preciso que él quedase<br />

personalmente a cargo del ganado, para evitar que en la estación seca los<br />

animales pereciesen de 189 sed, y que en los meses de frío se helasen con las<br />

crudas escarchas nocturnas. Jacob era el pastor jefe, y los pastores que estaban a<br />

su servicio, eran sus ayudantes. Si faltaba una oveja, el pastor principal sufría la<br />

pérdida, y los servidores a quienes estaba confiada la vigilancia del ganado tenían<br />

que darle cuenta minuciosa, si éste no se encontraba en estado lozano.<br />

La vida de aplicación y cuidado del pastor, y su tierna <strong>com</strong>pasión hacia las<br />

criaturas desvalidas confiadas a su vigilancia, han servido a los escritores<br />

inspirados para ilustrar algunas de las verdades más preciosas del Evangelio. Se<br />

<strong>com</strong>para a Cristo, en su relación con su pueblo, con un pastor. Después de la<br />

caída del hombre vio a sus ovejas condenadas a perecer en las sendas<br />

tenebrosas del pecado. Para salvar a estas descarriadas, dejó los honores y la<br />

gloria de la casa de su Padre. Dice: "Yo buscaré la perdida, y tornaré la amontada,<br />

y ligaré la perniquebrada, y corroboraré la enferma." "Yo salvaré a mis ovejas, y<br />

nunca más serán en rapiña;" "ni las bestias de la tierra las devorarán." Se oye su<br />

voz que las llama a su redil: "Y habrá sombrajo para sombra contra el calor del<br />

día, para acogida y escondedero contra el turbión y contra el aguacero." Su<br />

cuidado por el rebaño es incansable. Fortalece a las ovejas débiles, libra a las que<br />

padecen, reúne los corderos en sus brazos, y los lleva en su seno. Sus ovejas le

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