11.05.2013 Views

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

cosechas principiaban a madurar y permanecían allí hasta que se habían recogido<br />

los últimos frutos de la tierra. Despojaban los campos de su abundancia;<br />

saqueaban y maltrataban a los habitantes, y luego se volvían a los desiertos.<br />

Los israelitas que vivían en el campo abierto se veían así obligados a abandonar<br />

sus hogares, y a congregarse en pueblos amurallados, para buscar asilo en las<br />

fortalezas y hasta refugiarse en cuevas y entre los baluartes rocosos de las<br />

montañas. Durante siete años continuó esta opresión, y entonces, <strong>com</strong>o el pueblo<br />

en su angustia prestó oído a los reproches del Señor y 589 confesó sus pecados,<br />

Dios nuevamente suscitó un hombre que le ayudara.<br />

Era Gedeón hijo de Joas, de la tribu de Manasés. La rama a la cual pertenecía<br />

esta familia no desempeñaba ningún cargo destacado, pero la casa de Joas se<br />

distinguía por su valor y su Integridad. Se dice de sus valientes hijos: "Cada uno<br />

semejaba los hijos de un rey." Cayeron todos víctimas de las luchas contra los<br />

madianitas, menos uno cuyo nombre llegó a ser temido por los invasores. A<br />

Gedeón llamó, pues, el Señor para libertar a su pueblo. Estaba entonces ocupado<br />

en trillar su trigo. Había ocultado una pequeña cantidad de cereal, y no<br />

atreviéndose a trillarlo en la era ordinaria, había recurrido a un sitio cercano al<br />

lagar, pues <strong>com</strong>o faltaba mucho para que las uvas estuviesen maduras, los<br />

viñedos recibían poca atención. Mientras Gedeón trabajaba en secreto y en<br />

silencio, pensaba con tristeza en las condiciones de Israel, y consideraba cómo se<br />

podría hacer para sacudir el yugo del opresor de su pueblo.<br />

De repente "el ángel de Jehová se le apareció" y le dirigió estas palabras: "Jehová<br />

es contigo, varón esforzado."<br />

"Ah, Señor mío -fue su respuesta,- si Jehová es con nosotros, ¿por qué nos ha<br />

sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres<br />

nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos<br />

ha desamparado, y nos ha entregado en manos de los Madianitas."<br />

El Mensajero celestial le respondió: "Ve con esta tu fortaleza, y salvarás a Israel<br />

de la mano de los Madianitas. ¿No te envío yo?"<br />

Gedeón deseaba alguna señal de que el que ahora le hablaba era el Ángel del<br />

Pacto, el cual en lo pasado había obrado en favor de Israel. Los ángeles del<br />

Señor, que conversaron con Abrahán, se habían detenido una vez para gozar de<br />

su hospitalidad; y Gedeón rogó al Mensajero divino que permaneciese con él<br />

<strong>com</strong>o huésped. Dirigiéndose apresuradamente a su tienda, preparó de sus<br />

escasas provisiones un cabrito y panes 590 sin levadura, todo lo cual trajo luego y<br />

lo puso ante él. Pero el Ángel le mandó: "Toma la carne, y los panes sin levadura,<br />

y ponlo sobre esta peña, y vierte el caldo." Gedeón lo hizo, y entonces recibió la<br />

señal que había deseado; con el cayado que tenía en la mano, el Ángel tocó la<br />

carne y los panes ázimos, y una llama de fuego que brotó de la roca consumió el<br />

sacrificio. Luego el Ángel desapareció de su vista.<br />

El padre de Gedeón, Joas, quien participaba de la apostasía de sus<br />

conciudadanos, había erigido en Ofra, donde moraba, un gran altar dedicado a<br />

Baal, y ante él adoraba la gente del pueblo. Gedeón recibió orden de destruir este<br />

altar, y de erigir otra a Jehová, sobre la roca en la cual el sacrificio había sido<br />

consumido, para presentar allí un sacrificio al Señor.<br />

El ofrecimiento de sacrificios a Dios había sido en<strong>com</strong>endado solamente a los<br />

sacerdotes, y debía limitarse al altar de Silo; pero Aquel que había establecido el

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!