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HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

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eficaz que una espada o una lanza, hirió a los filisteos hasta que huyeron<br />

aterrorizados, dejando mil muertos en el campo.<br />

Si los israelitas hubiesen estado dispuestos a unirse con Sansón, para llevar<br />

adelante la victoria, habrían podido librarse entonces del poder de sus opresores.<br />

Pero se habían desalentado y acobardado. Por pura negligencia habían dejado de<br />

hacer la obra que Dios les había mandado realizar, en cuanto a desposeer a los<br />

paganos, y se habían unido a ellos en sus prácticas degradantes. Toleraban su<br />

crueldad y su injusticia, siempre que no fuese dirigida contra ellos mismos.<br />

Cuando se los colocaba bajo el yugo del opresor se sometían mansamente a la<br />

degradación que habrían podido eludir si tan sólo hubiesen obedecido a Dios. Aun<br />

cuando el Señor les suscitaba un libertador, con frecuencia le abandonaban y se<br />

unían con sus enemigos.<br />

Después de su victoria, hicieron los israelitas juez a Sansón, y gobernó a Israel<br />

durante veinte años. Pero un mal paso prepara el camino para otro. Sansón había<br />

violado el mandamiento de Dios tomando esposa de entre los filisteos, y otra vez<br />

se aventuró a relacionarse con los que ahora eran sus 609 enemigos mortales,<br />

para satisfacer una pasión ilícita. Confiando en su gran fuerza, que tanto terror<br />

infundía a los filisteos, fue osadamente a Gaza para visitar a una ramera de aquel<br />

lugar. Los habitantes de la ciudad supieron que estaba allí y desearon vengarse.<br />

Su, enemigo se había encerrado dentro de las murallas de la más fortificada de<br />

todas sus ciudades; estaban seguros de su presa, y sólo esperaban el amanecer<br />

para <strong>com</strong>pletar su triunfo. A la media noche Sansón despertó. La voz acusadora<br />

de la conciencia le llenaba de remordimiento, mientras recordaba que había<br />

quebrantado su voto de nazareo. Pero no obstante su pecado, la misericordia de<br />

Dios no le había abandonado. Su fuerza prodigiosa le sirvió una vez más para<br />

libertarse. Yendo a la puerta de la ciudad, la arrancó de su sitio y se la llevó con<br />

sus postes y su cerrojo a la cumbre de una colina en el camino a Hebrón.<br />

Pero ni aun esta arriesgada escapada refrenó su mal proceder. No volvió a<br />

aventurarse entre los filisteos, pero continuó buscando los placeres sensuales que<br />

le atraían hacia la ruina. "Después de esto aconteció que se enamoró de una<br />

mujer en el valle de Sorec," a poca distancia de donde había nacido él. Ella se<br />

llamaba Dalila, "la consumidora." El valle de Sorec era famoso por sus viñedos; y<br />

éstos también tentaban al vacilante nazareo, quien había hecho ya consumo de<br />

vino, quebrantando así otro vínculo que, le ataba a la pureza y a Dios. Los filisteos<br />

observaban cuidadosamente los movimientos de su enemigo, y cuando él se<br />

envileció por esta nueva unión decidieron obtener su ruina por medio de Dalila.<br />

Una embajada <strong>com</strong>puesta por uno de los hombres principales de cada provincia<br />

filistea fue enviada al valle de Sorec. No se atrevían a prenderle mientras estaba<br />

en posesión de su gran fuerza, pero tenían el propósito de averiguar, si posible<br />

fuera, el secreto de su poder. Por consiguiente, sobornaron a Dalila para que lo<br />

descubriera y se lo revelara a ellos.<br />

Al verse Sansón acosado por las preguntas de la traidora, la engañó diciéndole<br />

que las debilidades de otros hombres le 610 sobrevendrían si se pusieran en<br />

práctica ciertos procedimientos. Cuando ella hizo la prueba, se descubrió el<br />

engaño. Entonces le acusó de haberle mentido y le dijo: "¿Cómo dices, Yo te amo,<br />

pues que tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me<br />

has aun descubierto en qué está tu gran fuerza." Tres veces tuvo Sansón la más

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