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HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

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exigía ser obedecido en cosas que hacían peligrar el alma del que las hiciera. Y<br />

Joab, más leal al rey que a Dios, violó la ley de Dios por orden del rey.<br />

El poder de David le había sido dado por Dios, pero para que lo ejercitara<br />

solamente en armonía con la ley divina. Cuando ordenó algo que era contrario a la<br />

ley de Dios, el obedecerle se hizo pecado. "Las [potestades] que son, de Dios son<br />

ordenadas" (Rom. 13: 1), pero no debemos obedecerlas en contradicción a la ley<br />

de Dios. El apóstol Pablo, escribiendo a los corintios, fija el principio que, ha de<br />

guiarnos. Dice: "Sed imitadores de mí, así <strong>com</strong>o yo de Cristo. (1 Cor. 11: 1.)<br />

Una relación de cómo se había ejecutado su orden fue enviada a David, pero<br />

redactada tan cuidadosamente que no <strong>com</strong>prometió a Joab ni al rey. Joab "mandó<br />

al mensajero, diciendo: Cuando acabares de contar al rey todos los negocios de la<br />

guerra, si el rey <strong>com</strong>enzara a enojarse, . . . entonces tú le dirás: También tu siervo<br />

Urías Hetheo es muerto. Y fue el mensajero, y llegando, contó a David todas las<br />

cosas a que Joab le había enviado." La contestación del rey fue: "Dirás así a Joab:<br />

No tengas pesar de esto, que de igual y semejante manera suele consumir la<br />

espada: esfuerza la batalla contra la ciudad, hasta que la rindas. Y tú asiéntale."<br />

Betsabé observó los acostumbrados días de luto por su marido; y cuando<br />

terminaron, "envió David y recogióla a su casa: y fue ella su mujer." Aquel que<br />

antes tenía tan sensible la conciencia y alto el sentimiento del honor que no le<br />

permitían, ni aun cuando corría peligro de perder su propia vida, levantar la mano<br />

contra el ungido del Señor, se había rebajado tanto que podía agraviar y asesinar<br />

a uno de sus más valientes y fieles soldados, y esperar gozar tranquilamente el<br />

premio de su pecado. ¡Ay! ¡Cuánto se había envilecido el oro fino! ¡Cómo había<br />

cambiado el oro más puro! 779<br />

Desde el principio, Satanás ha venido presentando a los hombres un cuadro de<br />

las ganancias que pueden obtenerse por la transgresión. Así sedujo a los ángeles.<br />

Así tentó a Adán y a Eva a que pecaran. Y así sigue todavía apartando a las<br />

multitudes de la obediencia a Dios. Representa el camino de, la transgresión <strong>com</strong>o<br />

apetecible; "empero su fin son caminos de muerte." (Prov. 14: 12.) ¡Felices<br />

aquellos que, habiéndose aventurado en ese camino, aprenden cuán amargos son<br />

los frutos del pecado, y se apartan de él a tiempo! En su misericordia, Dios no dejó<br />

a David abandonado para que fuese atraído a la ruina total por los premios<br />

engañosos del pecado.<br />

También por causa de Israel era necesario que Dios interviniera. Con el transcurso<br />

del tiempo se fue conociendo el pecado de David para con Betsabé, y se despertó<br />

la sospecha de que él había planeado la muerte de Urías. Esto redundó en<br />

deshonor para el Señor. El había favorecido y ensalzado a David, y el pecado de<br />

éste representaba mal el carácter de Dios, y echaba oprobio sobre su nombre.<br />

Tendía a rebajar las normas de la piedad en Israel, a aminorar en muchas mentes<br />

el aborrecimiento del pecado, mientras que envalentonaba en la transgresión a los<br />

que no amaban ni temían a Dios.<br />

El profeta Natán recibió órdenes de llevar un mensaje de reprensión a David. Era<br />

un mensaje terrible en su severidad. A pocos soberanos se les podría haber<br />

dirigido una reprensión sin que el mensajero perdiese la vida. Natán transmitió la<br />

sentencia divina sin vacilación, aunque con tal sabiduría celestial que despertó la<br />

simpatía y la conciencia del rey y le indujo a que con sus labios emitiera su propia<br />

sentencia de muerte. Apelando a David <strong>com</strong>o al guardián divinamente designado

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