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HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

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los pecadores para con Dios. Su entrevista con los ángeles presenta también un<br />

hermoso ejemplo de hospitalidad.<br />

En un caluroso mediodía estival, el patriarca estaba sentado a la puerta de su<br />

tienda, contemplando el tranquilo panorama, cuando vio a lo lejos a tres viajeros<br />

que se aproximaban. Antes de llegar a su tienda, los forasteros se detuvieron,<br />

<strong>com</strong>o para consultarse respecto al camino que debían seguir. Sin esperar que le<br />

solicitasen favor alguno, Abrahán se levantó rápidamente, y cuando ellos parecían<br />

volverse hacia otra dirección, él se apresuró a acercarse a ellos, y con la mayor<br />

cortesía les pidió que le honrasen deteniéndose en su casa para descansar. Con<br />

sus propias manos les trajo agua para que se lavasen los pies y se quitasen el<br />

polvo del camino. El mismo escogió los alimentos para los visitantes y mientras<br />

descansaban bajo la sombra refrescante, se sirvió la mesa, y él se mantuvo<br />

respetuosamente al lado de ellos, mientras participaban de su hospitalidad.<br />

Este acto de cortesía fue considerado por Dios de suficiente importancia <strong>com</strong>o<br />

para registrarlo en su Palabra; y mil años más tarde, un apóstol inspirado se refirió<br />

a él, diciendo: "No olvidéis la hospitalidad, porque por ésta algunos, sin saberlo,<br />

hospedaron ángeles." (Heb. 13:2.)<br />

Abrahán no había visto en sus huéspedes más que tres viajeros cansados. No<br />

imaginó que entre ellos había Uno a quien podría adorar sin <strong>com</strong>eter pecado. En<br />

ese momento le fue revelado el verdadero carácter de los mensajeros celestiales.<br />

Aunque iban en camino <strong>com</strong>o mensajeros de ira, a Abrahán, el hombre de fe, le<br />

hablaron primeramente de bendiciones. Aunque Dios es riguroso para notar la<br />

iniquidad y castigar la transgresión, no se <strong>com</strong>place en la venganza. La obra de la<br />

destrucción es una "extraña obra" (Isa. 28:21) para el que es infinito en amor.<br />

"El secreto de Jehová es para los que le temen." (Sal. 25: 14) Abrahán había<br />

honrado a Dios, y el Señor le honró, 134 haciéndole partícipe de sus consejos, y<br />

revelándole sus propósitos. "¿Encubriré yo a Abrahán lo que voy a hacer?" dijo el<br />

Señor. "El clamor de Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de<br />

ellos se ha agravado en extremo, descenderé ahora, y veré si han consumado su<br />

obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, saberlo he." (Véase Gén.<br />

18:17-33.) Dios conocía bien la medida de la culpabilidad de Sodoma; pero se<br />

expresó a la manera de los hombres, para que la justicia de su trato fuese<br />

<strong>com</strong>prendida. Antes de descargar sus juicios sobre los transgresores, iría él<br />

mismo a examinar su conducta; si no habían traspasado los límites de la<br />

misericordia divina, les concedería todavía más tiempo para que se arrepintieran.<br />

Dos de los mensajeros celestiales se marcharon dejando a Abrahán solo con<br />

Aquel a quien reconocía ahora <strong>com</strong>o el Hijo de Dios. Y el hombre de fe intercedió<br />

en favor de los habitantes de Sodoma. Una vez los había salvado mediante su<br />

espada, ahora trató de salvarlos por medio de la oración. Lot y su familia<br />

habitaban aún allí; y el amor desinteresado que movió a Abrahán a rescatarlo de<br />

los elamitas, trató ahora de salvarlo de la tempestad del juicio divino, si era la<br />

voluntad de Dios.<br />

Con profunda reverencia y humildad rogó: "He aquí ahora que he <strong>com</strong>enzado a<br />

hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza." En su súplica no había confianza<br />

en sí mismo, ni jactancia de su propia justicia. No pidió un favor basado en su<br />

obediencia, o en los sacrificios que había hecho en cumplimiento de la voluntad de<br />

Dios. Siendo él mismo pecador, intercedió en favor de los pecadores. Semejante

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