11.05.2013 Views

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

voy <strong>com</strong>o voy: tú vuélvete, y haz volver a tus hermanos; en ti haya misericordia y<br />

verdad."<br />

Ittai le contestó: "Vive Dios, y vive mi señor el rey, que, o para muerte o para vida,<br />

donde mi señor el rey estuviera, allí estará también tu siervo." Estos hombres<br />

habían sido convertidos del paganismo al culto de Jehová, y ahora probaban<br />

noblemente su fidelidad a su Dios y a su rey. Con corazón agradecido, David<br />

aceptó la devoción de ellos en su causa que aparentemente se hundía, y todos<br />

cruzaron el arroyo de Cedrón, en camino hacia el desierto.<br />

Nuevamente la procesión hizo alto. Una <strong>com</strong>pañía vestida de indumentaria<br />

sagrada se aproximaba. "Y he aquí, también iba Sadoc, y con él todos los Levitas<br />

que llevaban el arca del pacto de Dios." Los que seguían a David vieron en esto<br />

un buen augurio. La presencia de aquel símbolo sagrado era para ellos una<br />

garantía de su liberación y de su victoria final. Inspiraría valor al pueblo para<br />

reunirse alrededor del rey. La ausencia del arca de Jerusalén infundiría terror a los<br />

partidarios de Absalón.<br />

Al ver el arca, el corazón de David se llenó por un momento breve de regocijo y<br />

esperanza. Pero pronto le embargaron otros pensamientos. Como soberano<br />

designado para regir la herencia de Dios, le incumbía una solemne<br />

responsabilidad. Lo que más preocupaba al rey de Israel no eran sus intereses<br />

personales, sino la gloria de Dios y el bienestar de su pueblo. 794 Dios, que<br />

moraba entre los querubines, había dicho con respecto a Jerusalén: "Este es mi<br />

reposo para siempre" (Sal. 132: 14), y sin autorización divina, ni los sacerdotes ni<br />

el rey tenían derecho a remover de su lugar el símbolo de su presencia. Y David<br />

sabía que su corazón y su vida debían estar en armonía con los preceptos divinos;<br />

de lo contrario el arca sería un instrumento de desastre antes que de éxito.<br />

Recordaba siempre su gran pecado. Reconocía en esta conspiración el justo<br />

castigo de Dios. Había sido desenvainada la espada que no había de apartarse de<br />

su casa. Ignoraba cuáles serían los resultados de la lucha; y no le tocaba a él<br />

quitar de la capital de la nación los sagrados estatutos que representaban la<br />

voluntad del Soberano divino de ella, y que eran la constitución del reino y el<br />

fundamento de su prosperidad.<br />

Ordenó a Sadoc: "Vuelve el arca de Dios a la ciudad; que si yo hallare gracia en<br />

los ojos de Jehová, él me volverá, y me hará ver a ella y a su tabernáculo: y si<br />

dijere: No me agradas: aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere."<br />

David agregó: "¿No eres tú el vidente?" Es decir un hombre designado por Dios<br />

para instruir al pueblo. "Vuélvete en paz a la ciudad; y con vosotros vuestros dos<br />

hijos, tu hijo Ahimaas, y Jonathán, hijo de Abiathar. Mirad, yo me detendré en los<br />

campos del desierto, hasta que venga respuesta de vosotros que me dé aviso." En<br />

la ciudad los sacerdotes podrían prestarle buenos servicios averiguando todos los<br />

movimientos y propósitos de los rebeldes y <strong>com</strong>unicándolos secretamente al rey<br />

por medio de sus hijos, Ahimaas y Jonatán.<br />

Al regresar los sacerdotes a Jerusalén, una sombra más densa cayó sobre la<br />

muchedumbre en retirada. Al ver a su rey fugitivo, y a sí misma desterrada y<br />

abandonada por el arca de Dios, le pareció el futuro obscuro y cargado de terror y<br />

negros presentimientos. "Y David subió la cuesta de las olivas; y subióla llorando,<br />

llevando la cabeza cubierta, y los pies descalzos. También todo el pueblo que<br />

tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, y subieron llorando así <strong>com</strong>o subían.795

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!