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HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

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Con profunda tristeza, Samuel escuchó las palabras del pueblo; pero el Señor le<br />

dijo: "Oye su voz, y pon rey sobre ellos." El profeta había cumplido con su deber.<br />

Había presentado fielmente la advertencia, y ésta había sido rechazada. Con<br />

corazón acongojado, despidió al pueblo, y él mismo se fue a hacer preparativos<br />

para el gran cambio que había de verificarse en el gobierno.<br />

La vida de Samuel, toda de pureza y devoción desinteresada, era un reproche<br />

perpetuo tanto para los sacerdotes y ancianos egoístas <strong>com</strong>o para la<br />

congregación de Israel, orgullosa y sensual. Aunque el profeta no se había<br />

rodeado de pompa ni ostentación alguna, sus obras llevaban el sello del cielo. Fue<br />

honrado por el Redentor del mundo, bajo cuya dirección gobernó la nación hebrea.<br />

Pero el pueblo se había cansado de su piedad y devoción; menosprecio su<br />

autoridad humilde, y le rechazó en favor de un hombre que lo gobernara <strong>com</strong>o rey.<br />

En el carácter de Samuel vemos reflejada la semejanza de Cristo. Fue la pureza<br />

de la vida de nuestro Salvador la que provocó la ira de Satanás. Esa vida era la<br />

luz del mundo y revelaba la depravación oculta en los corazones humanos. Fue<br />

659 la santidad de Cristo la que despertó contra él las pasiones más feroces de<br />

los que con falsedad en su corazón, profesaban ser piadosos. Cristo no vino con<br />

las riquezas y los honores de la tierra; pero las obras que hizo demostraron que<br />

poseía un poder mucho mayor que el de cualquiera de los príncipes humanos.<br />

Los judíos esperaban que el Mesías quebrantara el yugo del opresor; y sin<br />

embargo, albergaban los pecados que precisamente se lo habían atado en la<br />

cerviz. Si Cristo hubiera tolerado sus pecados y aplaudido su piedad, le habrían<br />

aceptado <strong>com</strong>o su rey; pero no quisieron soportar su manera intrépida de<br />

reprocharles sus vicios. Despreciaron la hermosura de un carácter en el cual<br />

predominaban en forma suprema la benevolencia, la pureza y la santidad, que no<br />

sentía otro odio que el que le inspiraba el pecado. Así ha sucedido en todas las<br />

edades del mundo. La luz del cielo trae condenación a todos los que rehusan<br />

andar en ella. Cada vez que se sientan reprendidos por el buen ejemplo de<br />

quienes odian al pecado, los hipócritas se harán agentes de Satanás para hostigar<br />

y perseguir a los fieles. "Todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús,<br />

padecerán persecución." (2 Tim. 3: 12.)<br />

Aunque en la profecía se había predicho que Israel tendría una forma monárquica<br />

de gobierno, Dios se había reservado el derecho de escoger al rey. Los hebreos<br />

respetaron la autoridad de Dios lo suficiente para dejarle hacer la selección. La<br />

decisión recayó en Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín.<br />

Las cualidades personales del futuro monarca eran tales que halagaban el orgullo<br />

que había impulsado el corazón del pueblo a desear un rey. "Entre los hijos de<br />

Israel no había otro más hermoso que él." De porte noble y digno, en la flor de la<br />

vida, bien parecido y alto, parecía nacido para mandar. Sin embargo, a pesar de<br />

estos atractivos exteriores, Saúl carecía de las cualidades superiores que<br />

constituyen la verdadera sabiduría. No había aprendido en su juventud a dominar<br />

sus 660 pasiones impetuosas y temerarias; jamás había sentido el poder<br />

renovador de la gracia divina.<br />

Saúl era hijo de un jefe poderoso y opulento; sin embargo, de acuerdo con la<br />

sencillez de la vida de aquel entonces, desempeñaba con su padre los humildes<br />

deberes de un agricultor. Habiéndose extraviado algunos animales de su padre,<br />

Saúl salió a buscarlos con un criado. Los buscaron en vano durante tres días,

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