11.05.2013 Views

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

"Y dieron aviso a David, diciendo: Achitophel está entre los que conspiraron con<br />

Absalom." Nuevamente, David se vio obligado a reconocer en sus calamidades los<br />

resultados de su propio pecado. La deserción de Achitophel, el más capaz y astuto<br />

de los dirigentes políticos, era motivada por un deseo de vengar el deshonor de<br />

familia entrañado en el agravio hecho a Betsabé, que era su nieta. "Entonces dijo<br />

David: Entontece ahora, oh Jehová, el consejo de Achitophel."<br />

Al llegar a la cumbre del monte, el rey se postró en oración, confiando a Dios la<br />

carga de su alma e implorando humildemente la misericordia divina. Pareció que<br />

su oración era contestada en seguida. Husai, el arachita, consejero sabio y capaz,<br />

que había resultado ser un amigo fiel de David, se presentó ahora ante él con su<br />

indumentaria rasgada, y con tierra en la cabeza, para unir su suerte a la del rey<br />

destronado y fugitivo. David vio, <strong>com</strong>o por iluminación divina, que este hombre fiel<br />

y leal era el que se necesitaba para servir a los intereses del rey en los consejos<br />

de la capital. A pedido de David, Husai volvió a Jerusalén, para ofrecer sus<br />

servicios a Absalón, y neutralizar el artero consejo de Achitophel.<br />

Con este rayo de luz en las tinieblas, el rey y su séquito continuaron su marcha y<br />

descendieron por la ladera oriental del monte de los Olivos, a través de un desierto<br />

rocalloso y desolado, pasando por quebradas salvajes y a lo largo de senderos<br />

pedregosos y escarpados, en dirección al Jordán. "Y vino el rey David hasta<br />

Bahurim: y he aquí, salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba<br />

Semei, hijo de Gera; y salía maldiciendo, y echando piedras contra David, y contra<br />

todos los siervos del rey David: y todo el pueblo, y todos los hombres valientes<br />

estaban a su diestra y a su siniestra. Y decía Semei, maldiciéndole: Sal, sal, varón<br />

de sangres, y hombre de Belial: Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la<br />

casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado: mas Jehová ha entregado el reino<br />

en mano de tu hijo Absalom; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres<br />

varón de sangres." 796<br />

Durante la prosperidad de David, Semei no había demostrado mediante sus<br />

palabras o hechos que no era un súbdito leal. Pero cuando la aflicción sobrecogió<br />

al rey, este descendiente de la tribu de Benjamín reveló su verdadero carácter.<br />

Había honrado a David cuando éste ocupaba el trono, pero lo maldecía en su<br />

desgracia. Vil y egoísta, consideraba a los demás <strong>com</strong>o poseedores del mismo<br />

carácter y bajo la inspiración de Satanás, volcó su odio contra el hombre a quien<br />

Dios había castigado. El espíritu que induce al hombre a pisotear, vilipendiar o<br />

afligir al que está atribulado, es el espíritu de Satanás.<br />

Las acusaciones de Semei contra David eran del todo falsas, eran una calumnia<br />

sin fundamento y maligna. David no era culpable de ningún agravio contra Saúl ni<br />

contra su familia. Cuando Saúl estuvo <strong>com</strong>pletamente en su poder, y pudo haberle<br />

dado muerte, se limitó a cortar la orilla de su manto, y hasta se reprochó por haber<br />

mostrado esta falta de respeto al ungido del Señor.<br />

David había dado pruebas evidentes de que consideraba sagrada la vida humana<br />

hasta cuando él mismo era perseguido <strong>com</strong>o fiera. Un día mientras estaba<br />

escondido en la cueva de Adullam, recordó la libertad sin aflicciones de su niñez, y<br />

el fugitivo exclamó: "¡Quién me diera a beber del agua de la cisterna de Bethlehem,<br />

que está a la puerta!" (2 Sam. 23: 13-17.) Belén estaba entonces en manos<br />

de los filisteos; pero tres hombres valientes de la guardia de David atravesaron las<br />

líneas filisteas, y trajeron agua de Belén. David no pudo beberla. "Lejos sea de mi,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!