11.05.2013 Views

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Cuando Séfora se reunió con su marido en el desierto, vio que las cargas que<br />

llevaba estaban agotando sus fuerzas, y <strong>com</strong>unicó sus temores a Jetro, quien<br />

sugirió que se tomasen medidas para aliviarle. Esta era la razón principal de la<br />

antipatía de María hacia Séfora. Herida por el supuesto desdén infligido a ella y a<br />

Aarón, y considerando a la esposa de Moisés <strong>com</strong>o causante de la situación,<br />

concluyó que la influencia de ella le había impedido a Moisés que los consultara<br />

<strong>com</strong>o lo había hecho antes. Si Aarón se hubiese mantenido firme de parte de lo<br />

recto, habría impedido el mal; pero en vez de mostrarle a María lo pecaminoso de<br />

su conducta, simpatizó con ella, prestó oídos a sus quejas, y así llegó a participar<br />

de sus celos.<br />

Moisés soportó sus acusaciones en silencio paciente y sin queja. Fue la<br />

experiencia que adquiriera durante los muchos años de trabajo y espera en<br />

Madián, el espíritu de humildad y longanimidad que cultivara allí, lo que preparó a<br />

Moisés para arrostrar con paciencia la incredulidad y la murmuración del pueblo, y<br />

el orgullo y la envidia de los que hubieran debido ser sus asistentes firmes y<br />

resueltos. "Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que<br />

había sobre la tierra," y por este motivo Dios le otorgó más de su sabiduría y<br />

dirección que a todos los demás. Dice la Escritura: "Encaminará a los humildes por<br />

el juicio, y enseñará a los mansos su carrera." (Sal. 25: 9.) Los mansos son<br />

dirigidos por el Señor, porque son dóciles y dispuestos a recibir instrucción. Tienen<br />

un deseo sincero de saber y hacer la voluntad de Dios. Esta es la promesa del<br />

Salvador: "El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de<br />

Dios." (Juan 7: 17.) y declara por medio del apóstol Santiago: "Y si alguno de<br />

vosotros tiene falta de sabiduría, demándela a Dios, el cual da a 404 todos<br />

abundantemente, y no zahiere; y le será dada." (Sant. 1: 5.) Pero la promesa es<br />

solamente para los que quieran seguirle del todo. Dios no fuerza la voluntad de<br />

nadie; por consiguiente, no puede conducir a los que son demasiado orgullosos<br />

para recibir instrucción, que se empeñan en hacer su propia voluntad. Acerca de<br />

quien adolezca duplicidad mental, es decir quien procura seguir los dictados de su<br />

propia voluntad, mientras profesa seguir la voluntad de Dios, se ha escrito: "No<br />

piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor." (Vers. 7.)<br />

Dios había escogido a Moisés y le había investido de su Espíritu; y por su<br />

murmuración María y Aarón se habían hecho culpables de deslealtad, no sólo<br />

hacia el que fuera designado <strong>com</strong>o su jefe sino también hacia Dios mismo. Los<br />

murmuradores sediciosos fueron convocados al tabernáculo y careados con<br />

Moisés. "Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y púsose a la<br />

puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María." No negaron sus aseveraciones<br />

acerca de las manifestaciones del don de profecía por su intermedio; Dios podía<br />

haberles hablado en visiones y sueños. Pero a Moisés, a quien el Señor mismo<br />

declaró "fiel en toda mi casa," se le había otorgado una <strong>com</strong>unión más estrecha.<br />

Con él Dios hablaba "boca a boca." "¿Por qué pues no tuvisteis temor de hablar<br />

contra mi siervo Moisés? Entonces el furor de Jehová se encendió en ellos; y<br />

fuése." La nube desapareció del tabernáculo <strong>com</strong>o señal del desagrado de Dios, y<br />

María fue castigada. Quedó "leprosa <strong>com</strong>o la nieve." A Aarón se le perdonó el<br />

castigo, pero el de María fue una severa reprensión para él. Entonces, humillado<br />

hasta el polvo el orgullo de ambos, Aarón confesó el pecado que habían <strong>com</strong>etido<br />

e imploró al Señor que no dejara perecer a su hermana por aquel azote

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!