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HISTORIA DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS ... - Iasdsanjudas.com

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eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. Y<br />

llamé la sequedad sobre esta tierra, y sobre los montes, y sobre el trigo, y sobre el<br />

vino, y sobre el aceite, y sobre todo lo que la tierra produce, y sobre los hombres y<br />

sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos." "Antes que fuesen estas cosas,<br />

venían al montón de veinte hanegas, y había diez; venían al lagar para sacar<br />

cincuenta cántaros del lagar, y había veinte. Os herí con viento solano, y con<br />

tizoncillo, y con granizo en toda obra de vuestras manos."<br />

Conmovido por estas advertencias, el pueblo se dedicó a construir la casa de<br />

Dios. Entonces la palabra del Señor les llegó: "Pues poned ahora vuestro corazón<br />

desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día<br />

que se echó el cimiento al templo de Jehová.... Desde aqueste día daré<br />

bendición."<br />

El sabio dice: "Hay quienes reparten, y les es añadido más: y hay quienes son<br />

escasos más de lo que es justo, mas vienen a pobreza." (Prov. 11: 24.) Y la<br />

misma lección enseñan en el Nuevo Testamento las palabras del apóstol Pablo:<br />

"El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra en<br />

bendiciones, en bendiciones también segaras." "Poderoso es Dios para hacer que<br />

abunde en vosotros toda 568 gracia; a fin de que, teniendo siempre en todas las<br />

cosas todo lo que basta, abundéis para toda buena obra." (2 Cor. 9: 6, 8.)<br />

Dios quería que sus hijos los israelitas transmitieran luz a todos los habitantes de<br />

la tierra. Al sostener su culto público, atestiguaban la existencia y la soberanía del<br />

Dios viviente. Y era privilegio de ellos sostener este culto, <strong>com</strong>o una expresión<br />

franca de su lealtad y su amor hacia él. El Señor ordenó que la difusión de la luz y<br />

la verdad en la tierra dependa de los esfuerzos y las ofrendas de quienes<br />

participan del don celestial. Hubiera podido hacer a los ángeles embajadores de la<br />

verdad; hubiera podido dar a conocer su voluntad, <strong>com</strong>o proclamó la ley del Sinaí,<br />

con su propia voz; pero en su amor y sabiduría infinitos llamó a los hombres para<br />

que fueran sus colaboradores, y los eligió para que hicieran su obra.<br />

En tiempos de Israel se necesitaban los diezmos y las ofrendas voluntarias para<br />

cumplir los ritos del servicio divino. ¿Debiera el pueblo de Dios dar menos hoy? El<br />

principio fijado por Cristo es que nuestras ofrendas a Dios han de ser<br />

proporcionales a la luz y a los privilegios disfrutados. "A cualquiera que fue dado<br />

mucho, mucho será vuelto a demandar de él." (Luc. 12: 48.) Cuando el Salvador<br />

envió a sus discípulos, les dijo: "De gracia recibisteis, dad de gracia." (Mat. 10: 8.)<br />

A medida que nuestras bendiciones y nuestros privilegios aumentan, y sobre todo<br />

al tener presente el sacrificio sin par del glorioso Hijo de Dios, ¿no debiera<br />

expresarse nuestra gratitud en donativos más abundantes para <strong>com</strong>unicar a otros<br />

el mensaje de la salvación? A medida que se amplía la obra del Evangelio, exige<br />

para sostenerse mayores recursos que los que se necesitaban anteriormente; y<br />

este hecho hace que la ley de los diezmos y las ofrendas sea aun más<br />

urgentemente necesaria hoy día que bajo la economía hebrea. Si el pueblo de<br />

Dios sostuviera liberalmente su causa mediante las ofrendas voluntarias, en lugar<br />

de recurrir a métodos anticristianos y profanos para llenar la tesorería, ello<br />

honraría al Señor y muchas más almas serían ganadas para Cristo. 569<br />

El plan trazado por Moisés para reunir los medios necesarios para construir el<br />

tabernáculo tuvo muchísimo éxito. No fue menester instar a nadie. Ni empleó<br />

tampoco uno solo de los ardides a los cuales las iglesias recurren tan a menudo

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