12.07.2015 Views

ImdLl

ImdLl

ImdLl

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

capítulo iv. siglo xixEl impacto de la Revolución Industrial, además del precio de las máquinas parala limpia de calles que llegaban a costar hasta 1930 pesos, se reflejó en los diseñadoresmexicanos. En tal sentido, Pedro Alvarado le propuso al Ayuntamiento una invenciónpara quitar el lodo de las calles “sin necesidad de mover los empedrados, y sólotres o cuatro brazadas de piedra […]; el costo sería de cuatro reales la vara cuadrada”.El problema de los desechos sólidos no fue lo único que desató el ingenio de losmexicanos, ya que lo mismo sucedió con el transporte de detritus. Ante esa situación elAyuntamiento hizo saber que estaba por terminar el acarreo de grandes pipas sobre dosruedas, que al transitar por las calles derramaban su contenido, y sugirió que los “carrostuvieran una especie de cespol en el lugar por donde reciben los desechos a fin de queno escapen los gases, y que contengan en su interior algo poco usual como el sulfatode fierro, por ejemplo, que sirva de desinfectante”. Curiosamente en 1885 el cónsul deMéxico en Francia envió una copia del reglamento de París, en donde se hablaba de“unos recipientes con tapa que impedían la fuga de gases; permitiendo conservar en lasnoches las basuras y desperdicios”. Sin embargo, ese tipo de letrinas que eran novedaden Francia se venían utilizando en México desde fines del siglo XVIII, y el problema delas letrinas no era tan álgido al haberse impuesto estas poco a poco.La situación crítica era el traslado de desechos sólidos, por lo que el Ayuntamientoconvocó a la presentación de proyectos para resolver este problema y premió al ganadorcon 500 pesos. De acuerdo con el periódico El Municipio Libre del 20 de mayo de1886, se recibieron interesantes innovaciones que sugerían el empleo de ácido sulfuroso,sulfato de fierro, ácido férrico, etc., como desinfectantes. En general coincidían enpoder producir el efecto deseado en el corto tiempo que transcurría desde que se recogíanexcrementos en las habitaciones, hasta el vaciado de los carros en el canal de SanLázaro. El que más se adaptó a la idea del regidor Manuel Domínguez fue el regidor deJalapa, por emplear un sistema de embudo que captaba las excretas y con su quema conuna lámpara de petróleo para desinfectarlas.No obstante los esfuerzos para controlar la limpieza urbana, cada vez era mayorel número de tiraderos clandestinos; por ejemplo, por el rumbo de la Penitenciaría(en construcción) y en el barrio de Santa Cruz Acatlán, en el que había reportes degraves enfermedades gastrointestinales.Pese a su lejanía los diarios siguieron quejándose de que la contaminación ambientalretornaba con diversas respuestas, lo que permitió librar a la capital de afectaciónpor vientos, empezando por evacuar dos basureros mayores, uno ubicado enterrenos de Santa Cruz Acatlán, y otro, a unos 600 m de la garita de San Lázaro,hacia el oriente.345

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!