12.07.2015 Views

ImdLl

ImdLl

ImdLl

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ingeniería en méxico, 400 años de historiaprecisado a crear fuentes de trabajo que captaban mano de obra para infraestructuraurbana. Esta decisión tuvo un doble efecto; por una parte, el apoyo de la poblaciónespañola y criolla, y por la otra, de rechazo por los habitantes de las zonas con aperturade calles, en su mayoría indígenas. Por la naturaleza del asunto, el virrey le encargóa la Audiencia tomar respuesta, lo cual se hizo a través de consultar dos alarifes, unopor parte de la ciudad y el otro por parte de los naturales, además de un maestro decantería para tasar en conjunto el monto de “casas, camellones y tierras” para que, encaso de abrir una calle, se pagara lo justo. Dos años antes, la propiedad urbana habíadejado de ser disfrute gratuito al establecerse un impuesto predial “perpetuo” de losdos pesos de oro de minas anuales.En el marco del urbanismo, el virrey De Velasco había notado que la capital crecíasin áreas verdes; de ahí su idea de crear un espacio verde próximo a la traza, con locual erradicaría la delincuencia que se generó en una enorme área de hoyos y de marjalesque iban desde la acequia de San Juan hasta la actual avenida Guerrero. Ademásse iniciaría la cultura de desarrollar la afición ciudadana por los espacios arbolados.Así fue que el 14 de enero de 1592 ordenó la construcción de una alameda delantedel tianguis de San Hipólito. Sin duda, erigir un pulmón traería a corto plazo el saneamientode esa zona, por lo que dispuso desaparecer una tenería cercana.La inquietud del virrey por modernizar la ciudad de México se reflejó en unaserie de obras públicas, en las cuales habrían de participar el maestro mayor en elarte de cantería y de arquitectura para las del tipo civil; mientras que para las de tipomunicipal no especializadas, el obrero mayor para obra pública; y en cuanto a cuestionesde agua y desaguaderos, el obrero mayor del agua. Como complemento, elAyuntamiento nombraría regidores que se encargarían de las obras públicas sin gocede sueldo. Sin embargo, en la práctica, las obras públicas conllevaron irregularidadesy maltrato a los indios.Las obras públicas también incluían la preocupación de que hubiera agua en lasfuentes. Además, se encomendaron las visitas a cañerías y datas para resolver la escasezde agua en las pilas públicas, en especial las del ramal de las Recogidas y las de Jesús María.Dado que gran parte del problema se debía a fugas en la red, el virrey autorizó un libramientode 5000 pesos de oro común para trabajos de recuperación. No obstante, encuanto se recuperaba el volumen de distribución, las demandas retornaban, pero ahoracon una nueva modalidad: sugerir de dónde captar el líquido. Así sucedió, por ejemplo,con los vecinos del barrio de San Sebastián, que pedían una pila de agua para su sustento.Dado que la red de abasto urbano era cada vez más amplia, el recurso de las “pipas deagua” comenzó a prohibirse, aunque el abasto seguía siendo insuficiente.96

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!