Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth
Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth
Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
estado pue<strong>de</strong> incluso ser engendrado por la música, hasta y sobre todo si es muy rítmica».<br />
Vale la pena r<strong>el</strong>eer esta frase y meditar en <strong>lo</strong> que dice; justifica por sí sola <strong>lo</strong>s ritos sexuales d<strong>el</strong><br />
tantra como <strong>el</strong> medio más directo para acce<strong>de</strong>r al éxtasis que ilumina y <strong>de</strong>sv<strong>el</strong>a, en un r<strong>el</strong>ámpago,<br />
<strong>lo</strong>s fundamentos d<strong>el</strong> ser y d<strong>el</strong> cosmos, ¡sin <strong>el</strong>ectrodos ni crisis <strong>de</strong> epilepsia! Retengamos también<br />
que la música pue<strong>de</strong> provocar la emergencia <strong>de</strong> ese estado; <strong>de</strong> ahí su función en <strong>el</strong> rito tántrico,<br />
tanto más cuanto que la música india es muy erótica. Observemos a<strong>de</strong>más que en Dostoiewsky esa<br />
visión extática y lúcida <strong>de</strong> la realidad última se producía justo antes <strong>de</strong> una crisis <strong>de</strong> epilepsia, que<br />
es una tormenta cerebral, por tanto un fenómeno <strong>de</strong>pendiente d<strong>el</strong> po<strong>lo</strong> d<strong>el</strong> individuo.<br />
Así como la crisis <strong>de</strong> epilepsia oculta la conciencia empírica ordinaria, la emergencia <strong>de</strong> una<br />
visión cósmica tiene lugar en otro plano <strong>de</strong> conciencia que <strong>el</strong> ordinario. La f<strong>el</strong>icidad y <strong>el</strong> paso a otro<br />
estado <strong>de</strong> conciencia figuran así entre las condiciones <strong>de</strong> acceso a las realida<strong>de</strong>s últimas.<br />
La expresión «otro plano <strong>de</strong> conciencia» pue<strong>de</strong> parecer misteriosa, incluso suscitar una aprensión,<br />
como hundirse en <strong>lo</strong> <strong>de</strong>sconocido, especialmente cuando se trata <strong>de</strong> epilepsia. Pero pasar <strong>de</strong> un<br />
plano <strong>de</strong> conciencia a otro es un Hecho trivial, cotidiano, que se produce cuando uno se duerme y<br />
sueña, por ejemp<strong>lo</strong>. ¿Y quién —hab<strong>lo</strong> <strong>de</strong> casos normales— tiene miedo <strong>de</strong> dormirse?<br />
La experiencia cósmica unifícadora<br />
El tantra sabe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre que <strong>el</strong> acmé <strong>de</strong> la experiencia sexual aporta una f<strong>el</strong>icidad sin<br />
comparación con <strong>el</strong> simple goce y que produce una interrupción <strong>de</strong> la conciencia ordinaria don<strong>de</strong> se<br />
sitúa <strong>el</strong> «yo», <strong>el</strong> ego. Cambiar <strong>de</strong> plano <strong>de</strong> conciencia es así un medio probado <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>r <strong>el</strong> ego<br />
y <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a la experiencia cósmica unitaria. Superar <strong>el</strong> ego se hace así sin mortificaciones, sin<br />
ascesis restrictiva, que con frecuencia crea más problemas <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s que resu<strong>el</strong>ve.<br />
El lector pue<strong>de</strong> observar que, para <strong>de</strong>signar esta experiencia límite, he evitado la palabra<br />
orgasmo, <strong>de</strong>masiado precisa y <strong>de</strong>masiado vaga a la vez, para utilizar acmé. He renunciado también<br />
a hablar <strong>de</strong> paroxismo, que supone una tensión extrema, ajena a la experiencia tántrica. El tantra, sin<br />
rechazar <strong>el</strong> orgasmo ordinario, consi<strong>de</strong>ra que éste <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>masiado <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s mecanismos reflejos<br />
genitales, <strong>lo</strong> que <strong>lo</strong> sustrae al control consciente. En resumen, en la mujer, <strong>el</strong> orgasmo es una<br />
especie <strong>de</strong> espasmo tan irreprimible como la eyaculación. En la misteriosa alquimia tántrica, Shakti<br />
no renuncia al orgasmo genital, siempre que no haga per<strong>de</strong>r <strong>el</strong> control a Shiva; <strong>el</strong>la <strong>de</strong>be, poco a<br />
poco, trascencer <strong>el</strong> orgasmo ordinario a fin <strong>de</strong> que la energía así <strong>de</strong>spertada active la zona «paradisíaca»<br />
cerebral.<br />
Igualmente, Shiva <strong>de</strong>be superar la eyaculación, <strong>lo</strong> que implica en primer lugar su control. En <strong>lo</strong>s<br />
dos casos se trata <strong>de</strong> este orgasmo psíquico, <strong>el</strong> acmé.<br />
Así, nuestras dos sexualida<strong>de</strong>s, la genital con su orgasmo, la cerebral con su acmé, se unen en la<br />
experiencia tántrica, pero la prioridad es d<strong>el</strong> «paraíso», único capaz <strong>de</strong> abrir las puertas <strong>de</strong> <strong>lo</strong><br />
cósmico.<br />
Es posible que, incluso sin iniciación tántrica, la mujer tenga una experiencia que se le acerca<br />
mucho. Una mujer <strong>de</strong>scribe <strong>lo</strong> siguiente: »Mis primeras sensaciones están concentradas en la región<br />
genital, luego se extien<strong>de</strong>n en gran<strong>de</strong>s olas a todo mi cuerpo. Soy toda sensación. Toda sensibilidad.<br />
A veces tengo la sensación <strong>de</strong> que me gustaría cantar, como si las sensaciones alcanzaran las<br />
cuerdas vocales y las hicieran vibrar con una tonalidad aún no <strong>de</strong>scubierta...<br />
»Experimento una maravil<strong>lo</strong>sa sensación <strong>de</strong> plenitud. Es difícil <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir... tengo <strong>el</strong>ectricidad<br />
en todo <strong>el</strong> cuerpo y vivo intensamente la unión carnal y espiritual con <strong>el</strong> otro. A veces rezo a Dios,<br />
formo una unidad con él; y es la alegría d<strong>el</strong> éxtasis!<br />
»Esta especie <strong>de</strong> orgasmo es para mí una inmersión metafísica en otro mundo, un mundo<br />
r<strong>el</strong>igioso... Tengo la impresión <strong>de</strong> escalar una montaña. Todo suce<strong>de</strong> esencialmente en mi cabeza,<br />
que <strong>de</strong>sborda <strong>de</strong> sensaciones y me obliga a mantenerme emocional-mente muy cerca d<strong>el</strong> hombre