Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth
Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth
Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
un verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>seo, hay siempre <strong>el</strong> gurú supremo, <strong>el</strong> Sí mismo, que es su esencia sutil...<br />
¿Equivocarse <strong>de</strong> gurú?<br />
Cuidado con <strong>lo</strong>s embaucadores: nuestra ingenuidad es su fuerza y, créame, ya están haciendo<br />
estragos en Occi<strong>de</strong>nte, prometiendo todo tipo <strong>de</strong> maravillas. Se les cree porque son indios y se<br />
adornan con nombres rimbombantes. Pero, habrán observado que se guardan bien <strong>de</strong> prometer que<br />
en <strong>el</strong> espacio <strong>de</strong> un breve fin <strong>de</strong> semana volverán a cualquiera, <strong>de</strong> cualquier edad, <strong>el</strong>ástico como una<br />
liana. Sencillamente porque todos saben que una columna rígida no se ablanda en un abrir y cerrar<br />
<strong>de</strong> ojos.<br />
Por <strong>el</strong> contrario, tienen la cara dura <strong>de</strong> prometer, en algunas horas, <strong>el</strong> <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> la kundalinī, la<br />
apertura <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s chakras, <strong>el</strong> samadhi, todas estas cosas mucho más arduas que las acrobacias<br />
corporales: para acce<strong>de</strong>r a <strong>el</strong>las <strong>lo</strong>s a<strong>de</strong>ptos indios se <strong>de</strong>dican a una larga práctica guiados por un<br />
verda<strong>de</strong>ro gurú. Y a estos embaucadores se les cree. Y funcionan. Y se les paga <strong>el</strong>evados precios.<br />
Esta es la receta infalible: un poco <strong>de</strong> <strong>de</strong>corado en las ropas, añada una pinc<strong>el</strong>ada <strong>de</strong> carisma,<br />
incorpore uno o dos pequeños trucos —conocidos por todos <strong>lo</strong>s hipnotizadores <strong>de</strong> feria— y sírva<strong>lo</strong><br />
con un poco <strong>de</strong> publicidad; así pue<strong>de</strong>n obtenerse efectivamente en poco tiempo efectos que sorpren<strong>de</strong>n<br />
a una mente no advertida.<br />
Sin va<strong>lo</strong>r ni significación tántrica, esos trucos pue<strong>de</strong>n sin embargo <strong>de</strong>sequilibrar una mente frágil,<br />
y en caso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sperfectos (que só<strong>lo</strong> se <strong>de</strong>scubren tardíamente) no hay que contar con <strong>el</strong><strong>lo</strong>s para <strong>el</strong><br />
servicio postventa; les trae sin cuidado. A<strong>de</strong>más, <strong>el</strong> gran maestro ya ha partido hacia otros<br />
horizontes, bajo otros ci<strong>el</strong>os, a <strong>de</strong>splumar a otros pájaros, que con frecuencia son pájaras.<br />
Conclusión: <strong>el</strong> escepticismo y la <strong>de</strong>sconfianza total son <strong>de</strong> rigor frente a estos «gurús» viajeros.<br />
A propósito, en la India, un gurú se hizo célebre «materializando» todo tipo <strong>de</strong> objetos: anil<strong>lo</strong>s,<br />
monedas, joyas y otras cosas. Ahora pasa por ser un gran maestro espiritual y tiene innumerables<br />
a<strong>de</strong>ptos. Ninguno <strong>de</strong> <strong>el</strong><strong>lo</strong>s parece darse cuenta <strong>de</strong> que esto se ve en cualquier music-hall. Pero, bajo<br />
<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o indio, impresiona... Por mi parte, tendré fe en esos po<strong>de</strong>res «sobrenaturales» cuando, en<br />
lugar <strong>de</strong> pequeños objetos, materialicen ante mí una hermosa <strong>lo</strong>comotora a vapor, por ejemp<strong>lo</strong>... O<br />
un barco. Pero tampoco eso bastaría para que fuera mi gurú. Un verda<strong>de</strong>ro gurú no tiene necesidad<br />
<strong>de</strong> hacer espectácu<strong>lo</strong>s para sus a<strong>de</strong>ptos.<br />
Que estos pseudogurus se tranquilicen: a pesar <strong>de</strong> todas las advertencias, siempre dispondrán <strong>de</strong><br />
una reserva inagotable <strong>de</strong> ingenuos, tanto entre nosotros como en la India. Pero, al menos, yo<br />
dormiré en paz por no haber sido su cómplice callando.<br />
¿Les he rev<strong>el</strong>ado ya <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> mi gurú favorito? Se llama Su Santidad Mahārishi Yogirāja<br />
Bonsensanandadji. Lo consulto con frecuencia, pues da buenos consejos, pero lamentablemente<br />
pocos se dirigen a él, <strong>lo</strong> cual es algo característico <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s verda<strong>de</strong>ros gurús. ¿Será porque sus<br />
consejos son raramente románticos, o —¡<strong>lo</strong> que es mucho peor!— porque son gratuitos?<br />
Un ritual para Occi<strong>de</strong>nte<br />
Me encuentro ahora ante la d<strong>el</strong>icada tarea <strong>de</strong> proponer un ritual tántrico a <strong>lo</strong>s occi<strong>de</strong>ntales que<br />
somos, un ritual que sea auténtico, se adapte a nuestro modo <strong>de</strong> vida y respete nuestras<br />
convicciones, especialmente las r<strong>el</strong>igiosas. Para este último punto, no hay problema, pues si bien <strong>el</strong><br />
tantra es un culto, no es una r<strong>el</strong>igión, y un ritual no es una «misa» pagana, sino más bien la<br />
repetición <strong>de</strong> actos significativos <strong>de</strong>stinados a liberarnos <strong>de</strong> la rutina cotidiana para acce<strong>de</strong>r a las<br />
realida<strong>de</strong>s supremas ocultas en nosotros mismos.<br />
Para fijar las i<strong>de</strong>as, precisemos en primer lugar <strong>lo</strong>s objetivos d<strong>el</strong> culto. Recuerdo que mi cuerpo<br />
es a la vez sujeto y objeto d<strong>el</strong> culto tántrico, <strong>el</strong> cuerpo como temp<strong>lo</strong>, es <strong>de</strong>cir, lugar privilegiado<br />
d<strong>el</strong> espacio don<strong>de</strong> operan las fuerzas cósmicas. En Sakti and Sakta, Arthur Ava<strong>lo</strong>n escribe: «En <strong>el</strong>