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Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth

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manifestaba signos <strong>de</strong> embriaguez.<br />

»Mucho tiempo pasó todavía; luego cada hombre atrajo a su Shakti. En esa asamblea no vi una<br />

pūjā shakti <strong>de</strong>stinada a ser adorada como encarnación <strong>de</strong> la Diosa. Los fi<strong>el</strong>es iban acompañados <strong>de</strong><br />

una sola Shakti, su esposa legítima u otra esposa en r<strong>el</strong>igión. Evi<strong>de</strong>ntemente no podía adivinar <strong>el</strong><br />

tipo <strong>de</strong> víncu<strong>lo</strong> que unía a las parejas presentes.<br />

»¿Me atreveré a <strong>de</strong>cir que <strong>el</strong> quinto <strong>el</strong>emento, la unión sexual ritual, se presentó con una perfecta<br />

<strong>de</strong>cencia? Las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s orientales respecto <strong>de</strong> <strong>lo</strong> que es <strong>de</strong>cente y <strong>lo</strong> que es in<strong>de</strong>cente son muy<br />

diferentes <strong>de</strong> las nuestras y nada <strong>de</strong> <strong>lo</strong> r<strong>el</strong>ativo al sexo les parece apto para dar lugar a la hilaridad o<br />

al escánda<strong>lo</strong>.<br />

»Los sadhakas, absolutamente silenciosos y recogidos, sentados con <strong>el</strong> busto recto en la postura<br />

<strong>de</strong> algunos ído<strong>lo</strong>s tántricos <strong>de</strong> dioses unidos a sus esposas, cumplían un verda<strong>de</strong>ro acto r<strong>el</strong>igioso<br />

exento <strong>de</strong> toda lubricidad.<br />

»Se sabe que otros shaktas, en otras reuniones, se revu<strong>el</strong>can borrachos en la orgía, y yo he visto<br />

algo así en Nepal, pero no era <strong>lo</strong> que sucedió en esta casa <strong>de</strong>sconocida don<strong>de</strong> me había introducido<br />

por medio d<strong>el</strong> engaño» (L'ln<strong>de</strong> où j'ai vécu, pp. 190, 191).<br />

Verda<strong>de</strong>ro acto r<strong>el</strong>igioso, exento <strong>de</strong> toda lubricidad, para retomar la palabra <strong>de</strong> Alexandra David-<br />

Ne<strong>el</strong>, es <strong>lo</strong> que <strong>de</strong>be necesariamente caracterizar una auténtica chakra pūjā. Por eso también,<br />

necesariamente, <strong>de</strong>be ser ritualizada. Nos encontramos muy lejos d<strong>el</strong> libertinaje...<br />

Es verdad que <strong>el</strong> sacrificio <strong>de</strong> la cabra pue<strong>de</strong> chocar, pero, en las chakra pūjā, están así<br />

concretamente presentes <strong>lo</strong>s dos po<strong>de</strong>res últimos, opuestos aunque complementarios: <strong>el</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />

quitar la vida y <strong>el</strong> <strong>de</strong> darla. La muerte y <strong>el</strong> sexo. El occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> corazón sensible, que come su<br />

bistec con salsa bearnesa, mata por procuración. Gomo no ha visto matar al buey y, a fortiori, como<br />

él mismo no <strong>lo</strong> ha matado, no piensa en <strong>el</strong><strong>lo</strong>. Entre paréntesis, la cabra a la que se le corta la cabeza<br />

<strong>de</strong> un so<strong>lo</strong> golpe no sufre; su suerte es mucho menos «lamentable» que la que correría en nuestros<br />

mata<strong>de</strong>ros.<br />

Un día un baúl (en Bengala <strong>lo</strong>s bauls son <strong>lo</strong>s tántricos ambulantes) respondió a un europeo que le<br />

preguntó por qué mataba ritualmente una cabra: «Para comer...». Esta respuesta cándida oculta una<br />

verdad esencial: en <strong>el</strong> planeta, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre, la vida prolifera auto<strong>de</strong>vorándose. Es la regla d<strong>el</strong><br />

juego: yo sobrevivo sacrificando otras vidas, animales o vegetales. De niño, para incitarme a comer,<br />

mi padre me <strong>de</strong>cía, sin pensamientos fi<strong>lo</strong>sóficos ocultos: «¡Come! ¡No sabes quién te comerá!». Y<br />

cuando yo le preguntaba quién, respondía: «Los gusanitos...».<br />

La chakra pūjā no siempre va acompañada d<strong>el</strong> sacrificio inmediato <strong>de</strong> un animal, pero comiendo<br />

la carne, <strong>el</strong> pescado y <strong>lo</strong>s cereales cada a<strong>de</strong>pto piensa en esta regla d<strong>el</strong> juego y se une<br />

conscientemente así al «<strong>el</strong>emento» representado.<br />

La orgía y nosotros<br />

Si la ascesis <strong>de</strong> dieciséis nos impresiona, es justamente porque se practica entre... ¡dieciséis!<br />

Según nuestras estructuras mentales es un libertinaje, una orgía, por tanto es obscena, por tanto<br />

inmoral, por tanto mala. Lejos <strong>de</strong> mí la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> querer que usted y yo nos convirtamos a un culto<br />

orgiástico, pero sepamos al menos que la sexualidad innata es muy diferente <strong>de</strong> su expresión actual,<br />

condicionada por la r<strong>el</strong>igión y las leyes. Artificialmente se nos han impuesto restricciones, y yo<br />

insisto una vez más que no se trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>satar todos <strong>lo</strong>s frenos, <strong>lo</strong> cual perturbaría <strong>el</strong> or<strong>de</strong>n social.<br />

Sin rechazar nuestra educación, más o menos puritana, sepamos que conceptos tan «evi<strong>de</strong>ntes»<br />

como <strong>el</strong> pudor o la <strong>de</strong>cencia son muy r<strong>el</strong>ativos, y que <strong>lo</strong> in<strong>de</strong>cente aquí y ahora pue<strong>de</strong> resultar<br />

mañana perfectamente normal: nadie se escandaliza ahora <strong>de</strong> ver a las mujeres tomar sol con <strong>lo</strong>s<br />

pechos al <strong>de</strong>scubierto en las playas, ¡pero qué escánda<strong>lo</strong> se habría armado en la «B<strong>el</strong>le Époque»! De<br />

modo que algunos <strong>de</strong>cenios han bastado para poner patas arriba esas nociones <strong>de</strong> <strong>de</strong>cencia, <strong>de</strong><br />

conveniente y obsceno, tan subjetivas que una Conferencia Internacional <strong>de</strong> Publicaciones

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