27.03.2013 Views

Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth

Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth

Tantra-el-Culto-de-lo-Femenino-Andre-Van-Lysebeth

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

que como Gran Destructora, como Madre Terrible, siembre <strong>el</strong> espanto y <strong>el</strong> horror. A pesar <strong>de</strong> eso, es<br />

objeto <strong>de</strong> una iconografía muy rica: no hay obra <strong>de</strong> arte tan-trica <strong>de</strong> la que esté ausente, y cada<br />

artista quiere mostrarla tan horrorosa como sea posible.<br />

La ambigüedad se manifiesta en su simbolismo «oficial», por una parte, y en su significación<br />

oculta, específicamente dravídica, por otra. La interpretación «oficial» la hace negra como la noche<br />

sin Luna, porque <strong>el</strong> negro borra todas las diferencias. Ella está <strong>de</strong>snuda, «vestida <strong>de</strong> espacio»,<br />

porque ha rechazado <strong>lo</strong>s v<strong>el</strong>os <strong>de</strong> la ilusión. Su rostro es horrible: para <strong>de</strong>vorar a todas las criaturas,<br />

tiene colmil<strong>lo</strong>s como <strong>lo</strong>s <strong>de</strong> Drácula, <strong>el</strong> vampiro. Bebe sangre que le corre por la boca, <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />

sale su lengua <strong>de</strong> fuego.<br />

Cuando só<strong>lo</strong> tiene cuatro brazos, una mano izquierda blan<strong>de</strong> un puñal (khadga), la otra coge por<br />

<strong>lo</strong>s cab<strong>el</strong><strong>lo</strong>s la cabeza sanguinolenta que acaba <strong>de</strong> cortar, una mano <strong>de</strong>recha sostiene un nudo<br />

corredizo o lazo (pāsha), la otra una pica (khatvānga) coronada por un cráneo. Macabro. Pero eso<br />

no es todo: a guisa <strong>de</strong> collar y <strong>de</strong> cinturón lleva cabezas humanas enhebradas, <strong>de</strong> las orejas le<br />

cu<strong>el</strong>gan dos cadáveres palpitantes, sus muñecas están adornadas con brazaletes, siempre hechos <strong>de</strong><br />

cráneos o <strong>de</strong> cabezas cortadas. Por último, pisa un cadáver. Oficialmente todo eso significa que<br />

nada ni nadie escapa <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r, <strong>de</strong> la muerte, <strong>de</strong> la <strong>de</strong>strucción. El conjunto muestra con<br />

frecuencia cadáveres quemados, mientras otros son <strong>de</strong>spedazados por <strong>lo</strong>s chacales.<br />

A este simbolismo «oficial», <strong>lo</strong>s tántricos aña<strong>de</strong>n <strong>el</strong> suyo... O más bien se produce <strong>lo</strong> inverso: en<br />

su origen había la Kālī tántrica dravídica, que fue sustituida por la «oficial». Para compren<strong>de</strong>r la<br />

significación dravídica secreta, hay que señalar que todas esas cabezas, todos esos cadáveres, son<br />

masculinos y blancos, o como mucho ligeramente cetrinos: no hay mujeres ni pi<strong>el</strong>es oscuras.<br />

Es sorpren<strong>de</strong>nte que e1 brahmanismo ario no se interrogue ni se moleste por <strong>el</strong> hecho <strong>de</strong> que esos<br />

cadáveres sean exclusivamente blancos. Ahora bien, cuando se sabe por qué, la respuesta salta a la<br />

vista. En efecto, mientras que <strong>lo</strong>s alpino-mediterráneos, mestizados con autóctonos <strong>de</strong> pi<strong>el</strong> negra y<br />

sometidos al clima tropical indio, tenían la tez oscura como <strong>lo</strong>s drávidas actuales, sus enemigos<br />

nórdicos eran «rostros pálidos».<br />

Partiendo <strong>de</strong> aquí todo se aclara. Leemos, en la Markan<strong>de</strong>ya Puraha, que Ambika, la Buena<br />

Madre protectora, la que asegura las buenas cosechas, «expresando su odio frente a <strong>lo</strong>s enemigos,<br />

<strong>de</strong> rabia su rostro se volvió negro como la tinta... Entonces, <strong>de</strong> su frente surcada por profundos<br />

surcos, surgió Kālī, la d<strong>el</strong> aspecto terrible» (en España, cuando alguien se pone rabioso, se dice<br />

también que «se puso negro»). Kālī es, pues, una emanación <strong>de</strong> la Buena Madre, una manifestación<br />

<strong>de</strong> su cólera contra <strong>lo</strong>s enemigos. Ahora bien, ¿quiénes eran <strong>lo</strong>s enemigos <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s drávidas, sino <strong>lo</strong>s<br />

temibles arios? Kālī encarna así <strong>el</strong> odio hacia <strong>el</strong><strong>lo</strong>s, y para combatir<strong>lo</strong>s y aniquilar<strong>lo</strong>s, está potentemente<br />

pertrechada con las armas favoritas <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s drávidas, excepto <strong>el</strong> tri<strong>de</strong>nte, reservado a<br />

Shiva.<br />

La guerra <strong>de</strong> conquista <strong>de</strong> la India fue feroz y <strong>lo</strong>s gerreros dravídicos resistieron paso a paso, pero<br />

<strong>el</strong> armamento superior <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s arios y sobre todo sus carros <strong>de</strong> asalto fueron <strong>de</strong>cisivos. El resumen<br />

siguiente <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s Puranānūru, poemas tamiles traducidos por Von Glasenapp, rezuman odio y<br />

heroísmo:<br />

Sus venas sobresalían,<br />

su carne colgaba fláccida d<strong>el</strong> cuerpo,<br />

pues le habían dicho a esta madre <strong>de</strong> cab<strong>el</strong><strong>lo</strong>s blancos<br />

que su hijo había dado media vu<strong>el</strong>ta<br />

¡y había huido d<strong>el</strong> campo <strong>de</strong> batalla!<br />

Entonces la madre montó en una violenta cólera,<br />

juró que si semejante cosa era cierta

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!