Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara
Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara
Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La lucha por la vida III. <strong>Aurora</strong> roja<br />
<strong>de</strong> valores. Comparando este período con el anterior a la Revolución<br />
francesa, encontraba que los anarquistas <strong>de</strong> hoy eran en menor<br />
intensidad y en menor altura; algo semejante a los filósofos <strong>de</strong> entonces.<br />
Lo que le parecía absurdo y estúpido a Manuel era el procedimiento<br />
anarquista. En cambio, respecto al socialismo que <strong>de</strong>fendía Morales, le<br />
parecía lo contrario; le resultaba antipático el plan y su sistema <strong>de</strong><br />
organización <strong>de</strong>l trabajo por el Estado, sus bonos, sus almacenes<br />
nacionales, su intento <strong>de</strong> hacer <strong>de</strong>l Estado un Proteo monstruoso<br />
(pana<strong>de</strong>ro, zapatero, quincallero), y <strong>de</strong> convertir el mundo en un<br />
hormiguero <strong>de</strong> funcionarios, marchando todos al compás. A esto Morales<br />
<strong>de</strong>cía que el socialismo, por boca <strong>de</strong> Bebel, había dicho que toda<br />
concepción sobre la futura sociedad socialista no tenía ningún valor.<br />
En principio, a Manuel, la teoría socialista le parecía mucho más útil<br />
para el obrero que la <strong>de</strong> los anarquistas.<br />
El anarquismo se consi<strong>de</strong>raba siempre en vísperas <strong>de</strong> un cambio total,<br />
<strong>de</strong> una revolución completa. Se encontraba en el caso <strong>de</strong>l que le ofrecen<br />
un empleo mo<strong>de</strong>sto para vivir y lo <strong>de</strong>sprecia porque cree que va a heredar<br />
una gran fortuna. O todo, o nada. Y los anarquistas esperaban la<br />
revolución como los antiguos el santo advenimiento, como un maná,<br />
como una cosa que vendría sin esfuerzos pesados y molestos.<br />
-¿Pero no es más lógico -<strong>de</strong>cía Morales-, reunir las energías <strong>de</strong> toda<br />
clase, para ir avanzando poco a poco, hasta llegar a un gran <strong>de</strong>sarrollo,<br />
que no esta revolución provi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> los anarquistas, que es una cosa<br />
como los polvos <strong>de</strong> la Madre Celestina, para traer la felicidad <strong>de</strong>l mundo?<br />
Juan sonreía.<br />
-La anarquía hay que sentirla -solía <strong>de</strong>cir.<br />
-Pero ¿por qué no han <strong>de</strong> aceptar uste<strong>de</strong>s la asociación? Es la mayor<br />
<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l proletariado. Uste<strong>de</strong>s no admiten mas que la propaganda<br />
individual por la i<strong>de</strong>a o por el hecho. La propaganda <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a es, al cabo<br />
<strong>de</strong> poco tiempo, para un señor que hace un periodiquito, un buen<br />
negocio, y la propaganda por el hecho, es sencillamente un crimen.<br />
-Para los burgueses, sí.<br />
-Para todo el mundo. Matar, herir, es un crimen.<br />
-Pue<strong>de</strong> ser un crimen conveniente.<br />
-Sí, pue<strong>de</strong> serlo. Pero si esta doctrina se aceptara, tendría unas<br />
consecuencias horribles. No habría bandido ni déspota que no afirmara<br />
la conveniencia <strong>de</strong> sus crímenes.<br />
-La anarquía hay que sentirla -terminaba diciendo Juan.<br />
Manuel, casi siempre, se inclinaba <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> Morales.<br />
Las discusiones con los amigos <strong>de</strong> Morales, que eran todos socialistas,<br />
le hacían ver a Manuel el lado flaco <strong>de</strong>l anarquismo militante.<br />
Según ellos, la i<strong>de</strong>a anarquista iba perdiendo su virulencia<br />
rápidamente, y ya, al menos entre los obreros, no asustaba a nadie. El<br />
125