Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara
Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara
Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Pío <strong>Baroja</strong><br />
-Remedio, ninguno. El remedio está en la misma lucha; el remedio está<br />
en hacer que la sociedad se rija por las leyes naturales <strong>de</strong> la<br />
concurrencia. Lo que en castellano quiere <strong>de</strong>cir: «Que a quien Dios se la<br />
dé, san Pedro se la bendiga». Y para esto, lo mejor sería echar todos los<br />
estorbos; quitar la herencia, quitar la protección comercial, todo arancel;<br />
romper con las reglamentaciones <strong>de</strong>l matrimonio y <strong>de</strong> la familia; quitar<br />
la reglamentación <strong>de</strong>l trabajo; quitar la religión <strong>de</strong>l Estado; que todo se<br />
rija por la libre concurrencia.<br />
-¿Y los débiles? -preguntó Manuel.<br />
-A los débiles se les llevará a los asilos para que no molesten, y si no<br />
se pue<strong>de</strong>, que se mueran.<br />
-Pero, eso es cruel.<br />
-Es cruel, pero es natural. Para que pueda perpetuarse una raza es<br />
preciso que gran número <strong>de</strong> individuos mueran.<br />
-¿Y los criminales?<br />
-Exterminarlos.<br />
-Eso es feroz. Es usted muy duro, muy pesimista.<br />
-No. Eso <strong>de</strong> pesimismo y optimismo no son más que fórmulas vacías,<br />
absolutamente artificiales. ¿Que el dolor está mezclado a nuestra vida en<br />
mayor cantidad que el placer, o al contrario? Eso no lo pue<strong>de</strong> calcular<br />
nadie, ni importa tampoco el calcularlo. ¡Créeme! En el fondo no hay mas<br />
que un remedio y un remedio individual: la acción. Todos los animales,<br />
y el hombre no es mas que uno <strong>de</strong> ellos, se encuentran en un estado<br />
permanente <strong>de</strong> lucha; el alimento tuyo, tu mujer, tu gloria, tú se lo<br />
disputas a los <strong>de</strong>más; ellos te lo disputan a ti. Ya que nuestra ley es la<br />
lucha, aceptémosla, pero no con tristeza, con alegría. La acción es todo,<br />
la vida, el placer. Convertir la vida estática en vida dinámica; éste es el<br />
problema. La lucha siempre, hasta el último momento, ¿por qué? Por<br />
cualquier cosa.<br />
-Pero no todos están a bastante altura para luchar -dijo Manuel.<br />
-El motivo es lo <strong>de</strong> menos. El acontecimiento está <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> uno<br />
mismo. La cuestión es poner en juego el fondo <strong>de</strong> la voluntad, el instinto<br />
guerrero que tiene todo hombre.<br />
-Yo no lo siento, la verdad.<br />
-Sí, tus instintos se fun<strong>de</strong>n en un sentimiento <strong>de</strong> piedad para los<br />
<strong>de</strong>más; ¿no es verdad? No sientes el egoísmo fiero... Estás perdido.<br />
Manuel se echó a reír.<br />
Pasó Juan por el corredor.<br />
-Este muchacho está mal -dijo Roberto-. Debía marcharse <strong>de</strong> Madrid;<br />
al campo.<br />
-Pero, no quiere.<br />
-¿Trabaja mucho ahora?<br />
-No; preocupado con esas cosas <strong>de</strong> anarquía, no hace nada. -¡Qué<br />
176