14.05.2013 Views

Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara

Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara

Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La lucha por la vida III. <strong>Aurora</strong> roja<br />

-La hablaré, pensó.<br />

En casa no era fácil, porque la Ignacia se creyó en el caso <strong>de</strong> vigilarles<br />

a los dos.<br />

-Ya no falta más que esto -<strong>de</strong>cía indignado Manuel-; pero, en fin,<br />

cuando salga nos enten<strong>de</strong>remos.<br />

De cuando en cuando, Manuel preguntaba a Jesús:<br />

-¿Qué tal la imprenta?<br />

-Bien -contestaba él invariablemente.<br />

Jesús comía en la casa y dormía en un cuarto próximo al <strong>de</strong>sván, en<br />

don<strong>de</strong> la Ignacia le había puesto una cama.<br />

El primer día que Manuel se sintió con fuerzas, se marchó a la<br />

imprenta. Entró. No había nadie.<br />

-¿Qué <strong>de</strong>monios pasa aquí? -se dijo.<br />

Se oían voces en el patio. Manuel se asomó a una ventana a ver lo que<br />

ocurría. Estaban los tres cajistas, Jesús y el aprendiz, todos vestidos <strong>de</strong><br />

mamarracho, cantando y paseándose por el patio.<br />

Abría la marcha el aprendiz, con un embudo en la cabeza y golpeando<br />

en una sartén. Tras <strong>de</strong> él iba uno <strong>de</strong> los cajistas, que llevaba una falda<br />

<strong>de</strong> mujer, unos trapos arrebujados en el pecho y en los brazos un palo<br />

envuelto en una tela blanca, como su fuera un niño. Después marchaba<br />

Jesús, vestido con una dalmática <strong>de</strong> papel y en la cabeza un birrete con<br />

un barboquejo; luego, uno <strong>de</strong> los cajistas, que llevaba una escoba como<br />

un fusil, y, al último, el otro cajista, con una espada <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra en el<br />

cinto.<br />

Todas las vecinas habían salido a las ventanas a presenciar la<br />

ceremonia. Después <strong>de</strong> los cánticos, Jesús se subió a un banco, cogió<br />

una bota <strong>de</strong> vino y lo <strong>de</strong>rramó sobre la cabeza <strong>de</strong>l muñeco.<br />

-En el nombre <strong>de</strong>l padre, <strong>de</strong>l hijo y <strong>de</strong>l espíritu santo -gritó-, te bautizo<br />

y te doy el nombre <strong>de</strong> Curda I, rey <strong>de</strong> todas las Cogorzas, príncipe <strong>de</strong> la<br />

jumera, con<strong>de</strong> <strong>de</strong> la Tajada y señor <strong>de</strong> la Papalina.<br />

El <strong>de</strong> la sartén comenzó a golpearla furiosamente.<br />

-¡Silencio! -exclamó Jesús con voz vibrante-. Pueblo <strong>de</strong> Madrid: ¿juras<br />

<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r a su majestad Curda I, a todas horas y en todos los momentos?<br />

-Sí, sí -gritaron los cuatro, enarbolando escobas, espadas y sartenes.<br />

-¿Reconoceréis como vuestro legítimo rey y soberano a su majestad<br />

Curda I?<br />

-Sí, sí.<br />

-¿Juráis dar vuestras haciendas y vuestras vidas a su majestad Curda<br />

I?<br />

-Sí, sí.<br />

-¿Juráis <strong>de</strong>rramar vuestra sangre en los campos <strong>de</strong> batalla por su<br />

majestad Curda I?<br />

-Sí, sí.<br />

55

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!