14.05.2013 Views

Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara

Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara

Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La lucha por la vida III. <strong>Aurora</strong> roja<br />

No había argumentos posibles; pero Manuel, cuando vio a Juan ya<br />

más tranquilo, le atacó <strong>de</strong> soslayo.<br />

-Por lo menos -dijo-, ya que estás dispuesto a un sacrificio tan gran<strong>de</strong>,<br />

entérate primero <strong>de</strong> si no te engañan. Este Passalacqua era <strong>de</strong> la policía.<br />

-¿Crees tú?<br />

-Sí. Estoy seguro. ¿Quién viaja con un montón <strong>de</strong> papeles<br />

comprometedores, con un cuchillo gran<strong>de</strong>, con el mango lleno <strong>de</strong><br />

nombres <strong>de</strong> anarquistas?<br />

-Eso no tiene nada <strong>de</strong> particular.<br />

-Pues, bien; yo te digo que Passalacqua es <strong>de</strong> la policía, que sabía, que<br />

iban a venir a registrar esta casa, y que si sigues fiándote así <strong>de</strong><br />

cualquiera, no te sacrificarás por la anarquía, sino que harás el caldo<br />

gordo al Gobierno. Tú no le conocías a Passalacqua, ¿verdad?<br />

-No.<br />

-¿Cómo te relacionaste con él?<br />

-Hace una semana recibí una carta <strong>de</strong> Passalacqua, <strong>de</strong> Barcelona; me<br />

<strong>de</strong>cía que venía por un asunto urgente, y si yo tenía un sitio seguro<br />

dón<strong>de</strong> acogerle. Le contesté que sí, y entonces me escribió que el día<br />

primero <strong>de</strong>l mes llegaría; que tenía la intención <strong>de</strong> poner una bomba al<br />

paso <strong>de</strong> la comitiva en las fiestas <strong>de</strong> la Coronación, y que le reconocería<br />

por estas señas: joven, afeitado, con boina, con una maleta amarilla en<br />

la mano <strong>de</strong>recha y un paraguas negro en la izquierda. Al verle, <strong>de</strong>bía<br />

preguntarle: «¿Éste es el tren <strong>de</strong> Barcelona?». Y él me contestaría: «Yo no<br />

sé, señor; no entiendo bien el castellano». Efectivamente, así lo hice; bajé<br />

a la estación <strong>de</strong>l Mediodía y me encontré con el italiano. Tomamos un<br />

coche. Passalacqua me indicó lo que trataba <strong>de</strong> hacer y que llevaba la<br />

bomba en la maleta. Iba yo a llevarle a mi antigua casa <strong>de</strong> huéspe<strong>de</strong>s,<br />

cuando me dijo: «Soy indocumentado. Quizá no me quieran admitir<br />

aquí».<br />

-¿Ves? -saltó Manuel-,tenía interés en venir a tu casa.<br />

-Yo le dije que sí, que le admitirían; pero él se empeñó en que estaría<br />

más seguro en mi casa. Yo no hubiera querido comprometeros a<br />

vosotros; pero le traje aquí. Al irme a la cama pensaba: Si viene la policía<br />

nos revienta. Cuando me han <strong>de</strong>spertado, he dicho: Aquí está; y, la<br />

verdad, al resultar que no había nada, ni bomba, ni papeles, me he<br />

quedado asombrado. ¿Cómo habéis podido saber que iban a registrar la<br />

casa?<br />

-La Salvadora lo sospechó; <strong>de</strong>spués yo tengo indicios para creer que<br />

Passalacqua es <strong>de</strong> la policía.<br />

Manuel insistió en este punto para ver si llevaba la duda y la<br />

<strong>de</strong>sconfianza al ánimo <strong>de</strong> su hermano.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!