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Aurora Roja de Pio Baroja - Editorial Aldevara

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IV<br />

Gente sin hogar - El Mangue y el Polaca - Un ven<strong>de</strong>dor<br />

<strong>de</strong> cerbatanas - Un gitano - El Corbata<br />

Santa Tecla y su mujer - La Filipina - El oro escondido<br />

En los paseos que Juan daba en el invierno por las tar<strong>de</strong>s al sol, un<br />

día que le sorprendió la lluvia, entró en una <strong>de</strong> las casuchas que había<br />

al lado <strong>de</strong> la tapia <strong>de</strong> la Patriarcal, mirando al Tercer Depósito.<br />

Se encontró que la casucha estaba habitada por dos muchachuelos y<br />

una chiquilla. Los dos chicos le contaron al momento su vida y milagros.<br />

Uno se llamaba el Mangue, y el otro, el Polaca; los dos eran aprendices<br />

<strong>de</strong> torero. A la chica le <strong>de</strong>cían la Chai.<br />

El Mangue era un chiquillo <strong>de</strong>lgaducho y listo como una sabandija; el<br />

Polaca tenía una cabeza enorme, unos ojos inexpresivos, redondos como<br />

dos botones, y los labios abultados. El padre <strong>de</strong>l Mangue era carbonero<br />

y quería obligarle a trabajar; pero él se había escapado <strong>de</strong> casa con la<br />

Chai y el Polaca, y durante todo un verano y un otoño habían andado en<br />

las capeas. El Polaca había estado en un asilo hasta los seis años. Un<br />

día, por una falta leve, una monja le tuvo durante ocho días <strong>de</strong>snudo,<br />

atado con cuerdas <strong>de</strong> esparto, a pan y agua. A consecuencia <strong>de</strong> este<br />

bárbaro castigo, el Polaca enfermó y lo llevaron al hospital. A la salida se<br />

echó a andar por las calles.<br />

-¡Qué infamia es esa farsa <strong>de</strong> caridad oficial! -murmuró Juan-. ¡Qué<br />

infamia!<br />

El Mangue y el Polaca, con la ilusión <strong>de</strong> ser toreros, vivían contentos.<br />

-¿Y ganabais algo en esas capeas? -les preguntó Juan.<br />

-Sí, lo que nos daban.<br />

-¿Y cómo ibais <strong>de</strong> un pueblo a otro?<br />

-Nos subíamos a los estribos <strong>de</strong>l tren, y antes <strong>de</strong> llegar a una estación<br />

nos bajábamos.<br />

-Pero, todos los días no habría capeas.<br />

-No.<br />

-Y, mientras tanto, ¿qué comíais?<br />

-Sacábamos patatas <strong>de</strong>l suelo y comíamos uvas y frutas.<br />

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