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Miguel Rocha Vivas - Universidad del Valle

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Transcurrido mucho tiempo, la señora le dijo a Nuestro Señor<br />

que se proveyera de leña. Su intención era acabar con Él, tapándolo<br />

con una paila y colocando luego sobre Él todo el material de leña para<br />

prenderle fuego y poder así calcinarlo. Pero no se cumplió su plan,<br />

porque como Él era omnipotente, una vez cubierto con la vasija de<br />

metal, huyó a su casa por el interior de la tierra. Sin embargo, cuando<br />

lo golpearon con la paila perdió un ojo.<br />

A los ocho días <strong>del</strong> suceso, la joven volvió a casa de Nuestro Señor<br />

y Él le dijo:<br />

–Así como tu madre me hizo perder un ojo, así también haré yo<br />

contigo.<br />

Ella se puso a llorar amargamente rogándole la perdonara. Nuestro<br />

Señor le manifestó:<br />

–Si te quedas aquí sirviéndome y no vuelves a casa de tu madre,<br />

te perdonaré.<br />

La joven aceptó y se quedó en la morada de Nuestro Señor.<br />

Pasado mucho tiempo, Nuestro Señor dijo a la joven:<br />

–Ahora iremos a hablar con tu madre, pero debo hacerte una observación:<br />

en el camino hay un árbol hermoso con muchas manzanas,<br />

ojalá no arranques ninguna para comer, porque si me desobedeces, te<br />

pasará algo malo.<br />

Efectivamente salieron y de pronto a un lado de la vía, la joven vio<br />

un hermoso árbol de manzano. Las frutas estaban tan provocativas<br />

que le hacían tragar saliva. Sin que Nuestro Señor se diera cuenta, la<br />

joven cogió una manzana y la mordió, pero el bocado se le atravesó en<br />

la garganta. Nuestro Señor, al verla, la reprendió y le dijo:<br />

–Acabaste con tu madre, a quien nunca volverás a ver.<br />

Ciertamente así sucedió y cuando llegaron a la casa de la mamá,<br />

encontraron solo la osamenta.<br />

La manzana atrancada en la garganta de la joven, como castigo por<br />

su desobediencia, se patentiza aún en los hombres y se llama «prominencia<br />

de la laringe».<br />

(Juajibioy, 1987: 42-45)<br />

87<br />

4. Escritores camëntá

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