Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_
Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_
Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
19<br />
A las nueve, me despierto. Bueno, me despierta el despertador. Lo pongo por<strong>que</strong> yo<br />
soy de dormir hasta las doce si nadie me avisa. Como <strong>siempre</strong>, estoy sola en la cama, pero<br />
sonrío al saber <strong>que</strong> es la mañana de Reyes.<br />
¡Qué bonita mañana!<br />
Ataviada con el pijama y la bata, saco mis rega<strong>lo</strong>s, <strong>que</strong> están guardados en el<br />
armario, y bajo la escalera dispuesta a repartir<strong>lo</strong>s.<br />
¡Vivan <strong>lo</strong>s Reyes Magos!<br />
Paso por la cocina e invito a Simona y Norbert a unirse a nosotros. Tengo rega<strong>lo</strong>s<br />
para el<strong>lo</strong>s también. Cuando entro en el comedor, Eric y Flyn juegan con la Wii. El crío, en<br />
cuanto me ve, tuerce el gesto, y yo, dichosa como una niña, paro la música desde el mando<br />
de Eric, <strong>lo</strong>s miro y anuncio feliz:<br />
—Los Reyes Magos me han dejado rega<strong>lo</strong>s para vosotros.<br />
Eric sonríe y Flyn dice:<br />
—Espera a <strong>que</strong> terminemos la partida.<br />
¡La madre <strong>que</strong> parió al niño!<br />
Su falta de ilusión me deja K. O. Vamos ¡igualito <strong>que</strong> mi sobrina Luz, <strong>que</strong> con<br />
seguridad estará gritando y saltando de felicidad al ver <strong>lo</strong>s rega<strong>lo</strong>s bajo el árbol! Pero<br />
dispuesta a no hacerle ni puñetero caso, levanto a Eric del sillón cuando Norbert y Simona<br />
entran.<br />
—Venga, vamos a sentarnos junto al árbol. Tengo <strong>que</strong> daros vuestros rega<strong>lo</strong>s.<br />
Flyn vuelve a protestar, pero esta vez Eric <strong>lo</strong> regaña. El crío se calla, se levanta y se<br />
sienta con nosotros junto al árbol. Entonces, Eric se saca cuatro sobres del bolsil<strong>lo</strong> de su<br />
pantalón y nos da uno a cada uno.<br />
—¡Feliz Navidad!<br />
Simona y Norbert se <strong>lo</strong> agradecen y, sin abrir<strong>lo</strong>s, <strong>lo</strong>s guardan en sus bolsil<strong>lo</strong>s. Yo no<br />
sé qué hacer con el sobre mientras observo <strong>que</strong> Flyn <strong>lo</strong> abre.<br />
—¡Dos mil euros! ¡Gracias, tío!<br />
Incrédula, alucinada, patitiesa y boquiabierta, miro a Eric y le pregunto:<br />
—¿Le estás dando un che<strong>que</strong> de dos mil euros a un niño el día de Reyes?<br />
Eric asiente.<br />
—No hace falta <strong>que</strong> haga la tontería de <strong>lo</strong>s rega<strong>lo</strong>s —opina el niño—. Ya sé quiénes<br />
son <strong>lo</strong>s Reyes Magos.<br />
Esa explicación no me convence y, mirando a mi Iceman, protesto.<br />
—¡Por el amor de Dios, Eric! ¿Cómo puedes hacer eso?<br />
—Soy práctico, cie<strong>lo</strong>.