02.12.2014 Views

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

no me consumas con tu puñetera frialdad.<br />

No responde. Só<strong>lo</strong> me mira y prosigo:<br />

—Tu hermana Hannah murió, y tú te ocupas de su hijo. ¿Crees <strong>que</strong> ella aprobaría <strong>lo</strong><br />

<strong>que</strong> estás haciendo con él? —Eric resopla—. Yo no la conocí, pero por <strong>lo</strong> <strong>que</strong> sé de ella,<br />

estoy segura de <strong>que</strong> hubiera enseñado a hacer a Flyn todo <strong>lo</strong> <strong>que</strong> tú le niegas. Como dijo tu<br />

hermana la otra noche, <strong>lo</strong>s niños aprenden. Se caen, pero se levantan. ¿Cuándo te vas a<br />

levantar tú?<br />

—¿A qué te refieres? —murmura con furia.<br />

—Me refiero a <strong>que</strong> dejes de preocuparte por las cosas cuando aún no han pasado.<br />

Me refiero a <strong>que</strong> dejes vivir a <strong>lo</strong>s demás y entiendas <strong>que</strong> no a todos nos gusta <strong>lo</strong> mismo. Me<br />

refiero a <strong>que</strong> aceptes <strong>que</strong> Flyn es un niño y <strong>que</strong> debe aprender cientos de cosas <strong>que</strong>...<br />

—¡Basta!<br />

Me retuerzo las manos. Estoy muy nerviosa, y al ver su gesto contrariado, pregunto:<br />

—Eric, ¿no me extrañas? ¿No me echas de menos?<br />

—Sí.<br />

—¿Y por qué? Estoy aquí. Tócame. Abrázame. Bésame. ¿A qué esperas para hablar<br />

conmigo e intentar perdonarme de corazón? ¡Joder!, <strong>que</strong> no he matado a nadie. Que soy<br />

humana y cometo errores. Vale, acepto <strong>lo</strong> de la moto. Te <strong>lo</strong> tenía <strong>que</strong> haber dicho. Pero<br />

vamos a ver, ¿te he prohibido yo a ti <strong>que</strong> vayas al tiro olímpico? No, ¿verdad? ¿Y por qué<br />

no te <strong>lo</strong> he prohibido a pesar de <strong>que</strong> odio las armas? Pues muy fácil, Eric, por<strong>que</strong> te quiero<br />

y respeto <strong>que</strong> te guste algo <strong>que</strong> a mí no me gusta. En cuanto a Flyn, efectivamente, tú me<br />

dijiste <strong>que</strong> no al skateboard, pero el niño <strong>que</strong>ría. El niño necesitaba hacer <strong>lo</strong> <strong>que</strong> hacen sus<br />

compañeros para demostrar a esos <strong>que</strong> <strong>lo</strong> llaman «chino, miedica y gallina» <strong>que</strong> puede ser<br />

uno de el<strong>lo</strong>s y tener un puñetero skateboard. ¡Ah!, y eso por no hablar de <strong>que</strong> al niño le<br />

gusta una chica de su clase y la quiere impresionar. ¿A <strong>que</strong> no <strong>lo</strong> sabías? —Niega con la<br />

cabeza, y continúo—: En cuanto a <strong>lo</strong> de tu madre y tu hermana, ellas me pidieron <strong>que</strong> no<br />

dijera nada, <strong>que</strong> les guardara el secreto. Y la pregunta es: cuando mi padre te guardó el<br />

secreto de <strong>que</strong> habías comprado la casa de Jerez, ¿me tenía <strong>que</strong> haber enfadado con él?, ¿le<br />

tenía <strong>que</strong> haber lapidado por el<strong>lo</strong>? Venga ya, por favor... Yo só<strong>lo</strong> he hecho <strong>lo</strong> <strong>que</strong> las<br />

familias hacen: guardarse pe<strong>que</strong>ños secretos e intentar ayudarse. Y en cuanto a Betta, ¡oh,<br />

Dios!, cada vez <strong>que</strong> pienso <strong>que</strong> te tocó delante de mí, se me llevan <strong>lo</strong>s demonios. Si <strong>lo</strong> llego<br />

a saber, le corto las zarpas por<strong>que</strong>....<br />

—¡Cállate! —grita Eric, aca<strong>lo</strong>rado—. Ya he escuchado bastante.<br />

Eso me subleva, y soy incapaz de hacer<strong>lo</strong>.<br />

—Estás esperando a <strong>que</strong> me vaya, ¿verdad?<br />

Mi pregunta <strong>lo</strong> sorprende. Lo conozco y sus ojos me <strong>lo</strong> dicen. Y sin darle tregua<br />

por<strong>que</strong> estoy histérica, pregunto:<br />

—¿Por qué le has dicho a Flyn <strong>que</strong> a <strong>lo</strong> mejor me voy de aquí? ¿Acaso es <strong>lo</strong> <strong>que</strong> me<br />

vas a pedir <strong>que</strong> haga y ya estás preparando al niño?<br />

Se <strong>que</strong>da sorprendido.<br />

—Yo no le he dicho eso a Flyn. ¿De qué hablas?<br />

—No te creo.<br />

No responde. Me mira, me mira y me mira, pero al final dice:<br />

—No sé qué hacer contigo, Jud. Te quiero, pero me vuelves <strong>lo</strong>co. Te necesito, pero<br />

me desesperas. Te adoro, pero...<br />

—¡Serás gilipollas...!<br />

Se levanta de la mesa y exclama con el gesto contraído:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!