02.12.2014 Views

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Björn <strong>lo</strong>s vea también.<br />

Con una sonrisa acepto su beso voraz.<br />

—De acuerdo, mi amor.<br />

Una hora después, Eric y yo vamos en su coche. Estoy nerviosa, pero esos nervios<br />

me excitan a cada segundo más. Mi estómago está contraído. No voy a poder cenar y,<br />

cuando llegamos a casa de Björn, mi corazón late como un cabal<strong>lo</strong> desbocado.<br />

Como era de esperar, el guapísimo Björn nos recibe con la mejor de sus sonrisas. Es<br />

un tío muy sexy. Su mirada ya no resulta tan inocente como cuando estamos con más gente.<br />

Ahora es morbosa.<br />

Me enseña su espectacular casa y me sorprendo cuando al abrir una puerta me<br />

indica <strong>que</strong> ésas son las oficinas de su despacho particular. Me explica <strong>que</strong> allí trabajan<br />

cinco abogados, tres hombres y dos mujeres. Cuando pasamos junto a una de las mesas,<br />

Eric dice:<br />

—Aquí trabaja Helga. ¿Te acuerdas de ella?<br />

Asiento. Eric y Björn se miran y, dispuesta a ser tan sincera como el<strong>lo</strong>s, explico:<br />

—Por supuesto. Helga es la mujer con la <strong>que</strong> hicimos un trío a<strong>que</strong>lla noche en el<br />

hotel, ¿verdad?<br />

Mi alemán se muestra asombrado por mi sinceridad.<br />

—Por cierto, Eric —dice Björn—, pasemos un momento a mi despacho. Ya <strong>que</strong><br />

estás aquí, fírmame <strong>lo</strong>s documentos de <strong>lo</strong>s <strong>que</strong> hablamos el otro día.<br />

Sin hablar entramos en un bonito despacho. Es clásico, tan clásico como el <strong>que</strong> tiene<br />

Eric en su casa. Durante unos segundos, ambos ojean unos papeles, mientras yo me dedico<br />

a fisgar a su alrededor. El<strong>lo</strong>s están tranqui<strong>lo</strong>s. Yo no. Yo no puedo dejar de pensar en <strong>lo</strong> <strong>que</strong><br />

deseo. Los observo, y me caliento. Los cubrepezones me endurecen el pecho mientras <strong>lo</strong>s<br />

oigo hablar, y me excito. Deseo <strong>que</strong> me posean. Quiero sexo. El<strong>lo</strong>s provocan en mí un<br />

morbo <strong>que</strong> puede con mi sentido, y cuando no puedo más, me acerco, le quito <strong>lo</strong>s papeles a<br />

Eric de la mano y, con un descaro del <strong>que</strong> nunca me creí capaz, <strong>lo</strong> beso.<br />

¡Oh, sí! Soy una ¡<strong>lo</strong>ba!<br />

Muerdo su boca con anhe<strong>lo</strong>, y Eric responde al segundo. Con el rabil<strong>lo</strong> del ojo veo<br />

<strong>que</strong> Björn nos mira. No me toca. No se acerca. Só<strong>lo</strong> nos mira mientras Eric, <strong>que</strong> ya ha<br />

tomado las riendas del momento, pasea sus manos por mi trasero, arrastrando mi vestido<br />

hacia arriba.<br />

Cuando separa sus labios de <strong>lo</strong>s míos, soy consciente de <strong>lo</strong> <strong>que</strong> he despertado en él<br />

y le susurro, extasiada, dispuesta a todo:<br />

—Desnúdame. Juega conmigo. —Eric me mira, y deseosa de sexo, musito sobre su<br />

boca—: Entrégame.<br />

Su boca vuelve a tomar la mía y siento sus manos en la cremallera de mi vestido.<br />

¡Oh, sí! La baja, y cuando ya ha llegado a su tope, me aprieta las nalgas. Ca<strong>lo</strong>r.<br />

Sin hablar, me quita el vestido, <strong>que</strong> cae a mis pies. No llevo sujetador y mis<br />

cubrepezones <strong>que</strong>dan expuestos para él y su amigo. Excitación<br />

Björn no habla. No se mueve. Só<strong>lo</strong> nos observa mientras Eric me sienta sobre la<br />

mesa del despacho vestida so<strong>lo</strong> con un tanga negro y <strong>lo</strong>s cubrepezones. Locura.<br />

Me abre las piernas y me besa. Acerca su erección a mi sexo y <strong>lo</strong> aprieta. Deseo.<br />

Me tumba sobre la mesa, se agacha y me chupa alrededor de <strong>lo</strong>s cubrepezones.<br />

Luego su boca baja hasta mi monte de Venus y, tras besar<strong>lo</strong>, en<strong>lo</strong><strong>que</strong>cido, agarra el tanga y<br />

<strong>lo</strong> rompe. Exaltación.<br />

Sin más, veo <strong>que</strong> mira a su amigo y le hace una señal. Ofrecimiento.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!