Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_
Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_
Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Tras acomodar<strong>lo</strong>s en las habitaciones, les apremio para <strong>que</strong> se vistan. En una hora<br />
tenemos <strong>que</strong> salir hacia la cena en casa de la madre de Eric. Cuando regreso sola al salón,<br />
Eric y Flyn juegan con la PlayStation, como <strong>siempre</strong> a todo volumen. Al entrar ninguno de<br />
<strong>lo</strong>s dos me oye, y acercándome a el<strong>lo</strong>s, escucho al niño decir:<br />
—No me gusta esa niña parlanchina.<br />
—Flyn..., basta.<br />
Sin hacer ruido me paro para escuchar<strong>lo</strong>s mientras el<strong>lo</strong>s siguen:<br />
—Pero yo no quiero <strong>que</strong> ella...<br />
—Flyn...<br />
El pe<strong>que</strong>ño resopla mientras maneja el mando de la Play e insiste:<br />
—Las chicas son un rol<strong>lo</strong>, tío.<br />
—No <strong>lo</strong> son —responde mi Iceman.<br />
—Son torpes y l<strong>lo</strong>ronas. Só<strong>lo</strong> quieren <strong>que</strong> les digas cosas bonitas y <strong>que</strong> las<br />
besu<strong>que</strong>es, ¿no <strong>lo</strong> ves?<br />
Incapaz de contener la risa, me acerco con precaución hasta la oreja de Flyn y<br />
murmuro:<br />
—Algún día te encantará besu<strong>que</strong>ar a una chica y decirle cosas bonitas, ¡ya <strong>lo</strong><br />
verás!<br />
Eric suelta una carcajada, mientras Flyn deja ir el mando de la Play enfadado y se<br />
va del salón. Pero ¿qué le pasa? ¿Dónde está todo nuestro buen rol<strong>lo</strong>? Una vez <strong>que</strong> nos<br />
<strong>que</strong>damos so<strong>lo</strong>s, apago la música del juego, me acerco a mi chico y, sentándome en sus<br />
piernas con cuidado de no arrugar mi bonito vestido, murmuro feliz:<br />
—Te voy a besar.<br />
—Perfecto —asiente mi Iceman.<br />
Enredo mis dedos entre su pe<strong>lo</strong> y susurro con pasión:<br />
—Te voy a dar un beso ¡exp<strong>lo</strong>sivo!<br />
—¡Mmm!, me gusta la idea —sonríe.<br />
Arrimo mis labios a su boca, <strong>lo</strong> tiento y murmuro:<br />
—Hoy me has hecho muy feliz trayendo a mi familia a tu casa.<br />
—Nuestra casa, pe<strong>que</strong>ña —corrige.<br />
No digo más. Con mis manos, agarro su nuca y <strong>lo</strong> beso. Introduzco mi lengua en su<br />
boca con posesión. Él responde. Y tras un increíble, maravil<strong>lo</strong>so, sabroso y excitante beso,<br />
<strong>lo</strong> suelto. Me mira.<br />
—¡Guau!, me encantan tus besos exp<strong>lo</strong>sivos.<br />
Ambos reímos y, llena de sensualidad, digo:<br />
—Tú nunca has oído eso de <strong>que</strong> cuando la española besa es <strong>que</strong> besa de verdad.<br />
Eric vuelve a reír.<br />
Me encanta ver<strong>lo</strong> tan feliz y, cuando vamos a besarnos de nuevo, aparece Flyn ante<br />
nosotros con <strong>lo</strong>s brazos cruzados. Parece enfadado. Tras él asoma mi sobrina con un<br />
vestido de terciope<strong>lo</strong> azul y, mirándome, pregunta:<br />
—¿Por qué el chino no me habla?<br />
¡Uisss, <strong>lo</strong> <strong>que</strong> acaba de decir! ¡Le ha llamado chino!<br />
Flyn frunce más el ceño y resopla. ¡Aisss, pobre! Con rapidez me levanto de las<br />
piernas de Eric y regaño a mi sobrina.<br />
—Luz, se llama Flyn. Y no es chino, es alemán.<br />
La cría <strong>lo</strong> mira. Después mira a Eric, <strong>que</strong> se ha levantado y está junto a su sobrino,<br />
luego me mira a mí y, finalmente, con su característico pico de oro insiste: