02.12.2014 Views

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

6<br />

Tras despedirme de mi familia me monto en el coche de Eric.<br />

He claudicado.<br />

He claudicado y de nuevo estoy junto a él.<br />

Mi cabeza da vueltas y vueltas mientras intento entender qué estoy haciendo. De<br />

pronto, me fijo en la carretera. Creía <strong>que</strong> iríamos hacia Zahara, a la casa de Frida y Andrés,<br />

y me sorprendo al ver <strong>que</strong> nos dirigimos hacia la preciosa villa <strong>que</strong> Eric alquiló en verano.<br />

Una vez <strong>que</strong> la valla metálica se cierra tras nosotros, observo la preciosa casa al<br />

fondo y murmuro:<br />

—¿Qué hacemos aquí?<br />

Eric me mira.<br />

—Necesitamos estar so<strong>lo</strong>s.<br />

Asiento.<br />

Nada me apetece más <strong>que</strong> eso.<br />

Cuando para el coche y nos bajamos, Eric coge mi equipaje con una mano y me da<br />

la otra. Me agarra con fuerza, con posesión, y entramos en el interior de la casa. Mi<br />

sorpresa es mayúscula al ver cómo ha cambiado el entorno. Muebles modernos. Paredes<br />

lisas y de co<strong>lo</strong>res. Un pantalla de plasma enorme. Una chimenea por estrenar. Todo,<br />

absolutamente todo, es nuevo.<br />

Lo miro sorprendida. Veo <strong>que</strong> pone música y, antes de <strong>que</strong> yo diga nada, él aclara:<br />

—He comprado la casa.<br />

Increíble. Pero ¿cómo es posible <strong>que</strong> no me haya enterado de <strong>que</strong> la ha comprado?<br />

—¿Has comprado esta casa?<br />

—Sí. Para ti.<br />

—¿Para mí?<br />

—Sí, cariño. Era mi sorpresa de Reyes Magos.<br />

Asombrada, miro a mi alrededor.<br />

—Ven —dice Eric tras soltar mi equipaje—. Tenemos <strong>que</strong> hablar.<br />

La música envuelve la estancia, y sin <strong>que</strong> pueda dejar de mirar y admirar <strong>lo</strong> bonita y<br />

elegante <strong>que</strong> está, me siento en el confortable sillón ante la crepitante chimenea.<br />

—Estás preciosa con ese vestido —asegura, sentándose a mi lado.<br />

—Gracias. Lo creas o no, <strong>lo</strong> compré para ti.<br />

Después de un gesto de asentimiento, pasea su mirada por mi cuerpo, y mi Iceman<br />

no puede evitar decir:<br />

—Pero era a otros a quienes les pensabas regalar las vistas <strong>que</strong> el vestido da.<br />

Ya estamos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!