02.12.2014 Views

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>lo</strong>s niños junto a Eric en el salón, jugando con la Wii a Mortal Kombat. Flyn, al verme<br />

llegar, dice:<br />

—Tío Eric, ¿machacamos a las chicas?<br />

Yo sonrío. Me siento junto a mi amor y, al ver la mirada de mi sobrina ante <strong>lo</strong> <strong>que</strong><br />

Flyn ha dicho, juntamos nuestros pulgares, damos una palmadita y murmuro:<br />

—Vamos, Luz. Demostrémosles a estos alemanes cómo juegan las españolas.<br />

Después de más de una hora de juegos, mi sobrina y yo nos levantamos y cantamos<br />

ante el<strong>lo</strong>s:<br />

We are the champions, my friend.<br />

Oh weeeeeeeeee....<br />

Flyn nos mira con el cejo fruncido. No le gusta perder, pero esta vez <strong>lo</strong> ha hecho.<br />

Eric me mira y sonríe. Disfruta de mi vitalidad, y cuando me tiro sobre él y <strong>lo</strong> beso, afirma:<br />

—Me debes la revancha.<br />

—Cuando <strong>quieras</strong>, Iceman.<br />

Me besa. Le beso. Mi sobrina protesta:<br />

—¡Jo, tita!, ¿por qué <strong>siempre</strong> os tenéis <strong>que</strong> besar?<br />

—Sí, ¡qué pesados! —asiente Flyn, pero sonríe.<br />

Eric <strong>lo</strong>s mira y, para quitárnos<strong>lo</strong>s de encima, dice:<br />

—Corred. Id a la cocina a por una coca-cola.<br />

Es mencionar a<strong>que</strong>lla refrescante bebida, y <strong>lo</strong>s niños corren como <strong>lo</strong>cos. Cuando<br />

nos <strong>que</strong>damos so<strong>lo</strong>s, Eric me tumba en el sofá y, divertido, me apremia:<br />

—Tenemos un minuto, a <strong>lo</strong> máximo dos. Vamos, ¡desnúdate!<br />

A mí me entra la risa. Y cuando Eric me hace cosquillas al meter sus manos por<br />

debajo de mi camiseta, de pronto escucho;<br />

—¡Cuchuuuuuuuuuuuuuuuu..., cuchufleta!<br />

Eric y yo nos miramos, y rápidamente nos incorporamos del sillón. Mi hermana nos<br />

mira desde la puerta y, con gesto descompuesto, exclama:<br />

—¡Ay, Dios! ¡Ay, Dios!, <strong>que</strong> creo <strong>que</strong> he roto aguas.<br />

Rápidamente, Eric y yo nos levantamos del sillón y acudimos a su lado.<br />

—No puede ser. No puedo estar de parto. Falta mes y medio. ¡No quiero estar de<br />

parto! No. ¡Me niego!<br />

—Tranquilízate, Ra<strong>que</strong>l —murmura Eric mientras abre su móvil y llama por<br />

teléfono.<br />

Pero mi hermana es mi hermana y, descompuesta, gimotea:<br />

—No puedo ponerme de parto aquí. La niña tiene <strong>que</strong> nacer en Madrid. Todas sus<br />

cosas están allí y..., y... ¿Dónde está papá? Nos tenemos <strong>que</strong> ir a Madrid. ¿Dónde está<br />

papá?<br />

—Ra<strong>que</strong>l..., por favor, tranquilízate —digo muerta de risa ante la situación—. Papá<br />

está con Norbert. Regresará en unas horas.<br />

—¡No tengo horas! Lláma<strong>lo</strong> y dile <strong>que</strong> venga ¡ya! ¡Oh, Dios!, ¡no puedo estar de<br />

parto! Primero está tu boda. Luego, regreso a Madrid y, por último, tengo a la niña. Éste es<br />

el orden de las cosas, y nada puede fallar.<br />

Intento sujetarle las manos, pero está tan nerviosa <strong>que</strong> me da manotazos. Al final,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!