02.12.2014 Views

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

y...<br />

—Sea la moto de Hannah o de Pepito Gril<strong>lo</strong> se va a enfadar igual. Lo sé y <strong>lo</strong> asumo.<br />

Ya encontraré el mejor momento para contárse<strong>lo</strong>. Estoy segura de <strong>que</strong>, con tiento y<br />

delicadeza por mi parte, <strong>lo</strong> entenderá.<br />

Frida sonríe y, mirando a Susto, <strong>que</strong> nos observa, comenta:<br />

—Más feo el pobrecito no puede ser, pero tiene unos ojitos muy lindos.<br />

Embobada, me río y le doy un beso en la cabeza al animal.<br />

—Es precioso. Guapísimo —afirmo.<br />

—Pero Judith, esta clase de perro no es muy bonita. Si quieres un perro, yo tengo un<br />

amigo <strong>que</strong> tiene un criadero de razas preciosas.<br />

—Pero yo no quiero un perro para lucir<strong>lo</strong>, Frida. Yo quiero un perro para <strong>que</strong>rer<strong>lo</strong>,<br />

y Susto es cariñoso y muy bueno.<br />

—¿Susto? —repite, riendo—. ¿Lo has llamado Susto?<br />

—La primera vez <strong>que</strong> <strong>lo</strong> vi me dio un susto tremendo —le aclaro animadamente.<br />

Frida comprende. Repite el nombre, y el animal da un salto en el aire mientras el<br />

pe<strong>que</strong>ño Glen sonríe. Tras pasar varias horas juntas, cuando se marcha promete llamarme<br />

para vernos otro día.<br />

Por la tarde telefoneo a mi hermana. Llevo tiempo sin hablar con ella y necesito oír<br />

su voz.<br />

—Cuchu, ¿qué te ocurre? —pregunta, alertada.<br />

—Nada.<br />

—¡Oh, sí!, algo te ocurre. Tú nunca me llamas —insiste.<br />

Eso me hace reír. Tiene razón, pero, dispuesta a disfrutar del par<strong>lo</strong>teo de mi <strong>lo</strong>ca<br />

Ra<strong>que</strong>l, contesto:<br />

—Lo sé. Pero <strong>ahora</strong> <strong>que</strong> estoy lejos te echo mucho de menos.<br />

—¡Aisss, mi cuchufletaaaaaaaaaaaaaa...! —exclama, emocionada.<br />

Hablamos durante un buen rato. Me pone al día en relación con su embarazo, sus<br />

vómitos y sus náuseas, y por extraño <strong>que</strong> parezca no me habla de sus problemas maritales.<br />

Eso me sorprende. Yo no saco el tema. Eso es buena señal.<br />

Cuando cuelgo tras una hora de conversación, sonrío. Me pongo el abrigo y voy al<br />

garaje. Susto, a mi silbido, sale de su escondrijo y, encantada, me voy a dar un paseo con él.<br />

Dos días después, una mañana, cuando Flyn y Eric se van al colegio y al trabajo<br />

respectivamente, comienzo la remodelación del salón. Pasamos mucho tiempo en él y<br />

necesito darle otro aire. Yo misma me encargo de hacer <strong>lo</strong>s cambios. Norbert se horroriza<br />

por verme encima de la escalera. Dice <strong>que</strong> si el señor me viera me regañaría. Pero yo estoy<br />

acostumbrada a esas cosas, y descuelgo y cuelgo cortinas encantada de la vida. Sustituyo<br />

<strong>lo</strong>s cojines de cuero oscuro por <strong>lo</strong>s míos co<strong>lo</strong>r pistacho, y el sillón <strong>ahora</strong> parece moderno y<br />

actual, y no soso y aburrido.<br />

Sobre la bonita mesa redonda co<strong>lo</strong>co un jarrón de cristal verde y con unas<br />

maravil<strong>lo</strong>sas calas rojas. Quito las figuras oscuras <strong>que</strong> Eric tiene sobre la chimenea y<br />

co<strong>lo</strong>co varios marcos con fotografías. Son tanto de mi familia como de la de Eric, y me<br />

enternezco al ver a mi sobrina Luz sonreír.<br />

¡Qué linda es! Y cuánto la echo en falta.<br />

Sustituyo varios cuadros, a cuál más feo, y pongo <strong>lo</strong>s <strong>que</strong> yo he comprado. En un<br />

lateral del salón, cuelgo un trío de cuadros de unos tulipanes verdes. ¡Queda monísimo!<br />

Por la tarde, cuando Flyn regresa del colegio y entra en el salón, su gesto se contrae.<br />

La estancia ha cambiado mucho. Ha pasado de ser un lugar sobrio a uno co<strong>lo</strong>rido y lleno de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!