02.12.2014 Views

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

por ver su cara cuando me vea.<br />

Incapaz de aguardar un segundo más, me encamino hacia el despacho, y al<br />

acercarme, oigo música. Como una niña, acerco mi oreja a la puerta y sonrío al escuchar la<br />

maravil<strong>lo</strong>sa voz de Norah Jones interpretar la romántica canción Don’t know why.<br />

Desconocía <strong>que</strong> a Eric le gustara esa cantante, pero me embruja saber<strong>lo</strong>.<br />

Abro la puerta en silencio y sonrío al ver a mi chico duro sentado junto a la enorme<br />

chimenea con un vaso en la mano mientras mira el fuego. La música, el ca<strong>lo</strong>r y la emoción<br />

de ver<strong>lo</strong> me envuelven, y camino hacia él. De pronto, él vuelve la cabeza y me ve.<br />

Se levanta. Mi respiración se agita mientras su rostro <strong>lo</strong> dice todo. ¡Está<br />

sorprendido!<br />

Deja el vaso sobre una mesita. Su gesto de asombro me hace sonreír y suelto la<br />

mochila <strong>que</strong> aún llevo en mis congeladas manos.<br />

—Papá te manda un saludo y espera <strong>que</strong> pasemos una feliz Nochevieja. —Eric<br />

parpadea; yo tirito y prosigo—: Y como me dijiste <strong>que</strong> podía regresar cuando quisiera,<br />

¡aquí estoy! Y...<br />

Pero no puedo decir más. Mi gigante alemán camina hacia mí, me abraza con<br />

verdadero amor y susurra antes de besarme:<br />

—No sabes <strong>lo</strong> mucho <strong>que</strong> he deseado <strong>que</strong> ocurriera esto.<br />

Me besa, y cuando separa sus labios de <strong>lo</strong>s míos, sonríe, sonríe, sonríe..., hasta <strong>que</strong><br />

de repente su expresión se contrae.<br />

—¡Por el amor de Dios, Jud! ¡Estás congelada, cariño! Acér<strong>cat</strong>e al fuego.<br />

Cogida de su mano, hago <strong>lo</strong> <strong>que</strong> me pide mientras esos ojos me observan con una<br />

calidez extrema.<br />

—¿Por qué no me has llamado? —pregunta, aún conmocionado por la sorpresa—.<br />

Hubiera ido a recogerte.<br />

—Quería sorprenderte.<br />

Con semblante preocupado, me retira el pe<strong>lo</strong> húmedo de la cara.<br />

—Pero estás congelada, cariño.<br />

—No importa..., no importa...<br />

Me besa de nuevo. Está nervioso. La sorpresa ha sido increíble y está totalmente<br />

desco<strong>lo</strong>cado.<br />

—¿Has cenado?<br />

Niego con la cabeza, y me ayuda a deshacerme de mi frío y congelado abrigo.<br />

—Quítate esa ropa. Estás empapada y enfermarás.<br />

—Espera. Tranqui<strong>lo</strong> —le digo riendo, dichosa—. En mi mochila tengo ropa <strong>que</strong>...<br />

—Lo de tu mochila estará todo mojado y frío —insiste, y rápidamente se quita la<br />

sudadera gris de Nike <strong>que</strong> lleva.<br />

¡Diosss..., qué tableta de chocolate!<br />

Es impresionante. Cada día me recuerda más al guapísimo Paul Walker.<br />

—Toma, ponte esto mientras voy a por ropa seca a la habitación.<br />

Sale escopetado del despacho; mientras, yo no puedo parar de reír como una<br />

auténtica tonta y un ca<strong>lo</strong>r maravil<strong>lo</strong>so recorre mi cuerpo. El efecto Eric Zimmerman ha<br />

regresado a mí.<br />

Estoy tonta.<br />

Idiota.<br />

Enamoradita perdida.<br />

Y antes de <strong>que</strong> pueda moverme, ya ha regresado con ropa en sus manos y una

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!