Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_
Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_
Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Flyn, mos<strong>que</strong>ado, se va a alejar cuando Eric <strong>lo</strong> agarra del brazo y dice, señalándole<br />
el cuaderno:<br />
—Escribe cinco deseos, como Jud te ha pedido.<br />
—No quiero.<br />
—Flyn...<br />
—¡Jolines, tío! No quiero.<br />
Eric se agacha. Su cara <strong>que</strong>da frente a la del pe<strong>que</strong>ño.<br />
—Por favor, me haría mucha ilusión <strong>que</strong> <strong>lo</strong> hicieras. Esta Navidad es especial para<br />
todos y sería un buen comienzo con Jud en casa, ¿vale?<br />
—Odio <strong>que</strong> ella me tenga <strong>que</strong> cuidar y mandar cosas.<br />
—Flyn... —insiste Eric con dureza.<br />
La batalla de miradas entre ambos es latente, pero al final la gana mi Iceman. El<br />
pe<strong>que</strong>ño, furioso, coge el cuaderno, rasga una hoja y agarra uno de <strong>lo</strong>s bolis. Cuando se va<br />
a marchar, le digo:<br />
—Flyn, toma la cinta verde para <strong>que</strong> <strong>lo</strong>s ates.<br />
Sin mirarme, coge la cinta y se encamina hacia la mesita <strong>que</strong> hay frente a la tele,<br />
donde veo <strong>que</strong> comienza a escribir. Con disimu<strong>lo</strong> me acerco a Eric y, poniéndome de<br />
puntillas, cuchicheo:<br />
—Gracias.<br />
Mi alemán me mira. Sonríe y me besa.<br />
¡Punto para Alemania!<br />
Durante un rato hablamos sobre el árbol y tengo <strong>que</strong> reír ante <strong>lo</strong>s comentarios <strong>que</strong> él<br />
hace. Es tan clásico para ciertas cosas <strong>que</strong> es imposible no reír. Segundos después, Flyn<br />
llega hasta nosotros, cuelga en el árbol <strong>lo</strong>s deseos <strong>que</strong> ha escrito y, sin mirarnos, regresa al<br />
sillón. Coge el mando de la Play, y la música chirriante comienza a sonar. Eric, <strong>que</strong> no me<br />
quita ojo, recoge el cuaderno del sue<strong>lo</strong> y el bolígrafo, y pregunta cerca de mi oído:<br />
—¿Puedo pedir cualquier deseo?<br />
Sé por dónde va.<br />
Sé <strong>lo</strong> <strong>que</strong> quiere decir y, me<strong>lo</strong>sa, murmuro acercándome más a él:<br />
—Sí, señor Zimmerman, pero recuerde <strong>que</strong> pasadas las Navidades <strong>lo</strong>s leeremos<br />
todos juntos.<br />
Eric me observa durante unos instantes, y yo só<strong>lo</strong> pienso sexo..., sexo..., sexo. ¡Dios<br />
mío! Mirar<strong>lo</strong> me excita tanto <strong>que</strong> me estoy convirtiendo en una ¡esclava del sexo! Al final,<br />
mi morboso novio asiente, se aleja unos metros y sonríe.<br />
¡Guau! Cómo me pone cuando me mira así. Esa mezcla de deseo, perdonavidas y<br />
mala leche ¡me encanta! Soy así de masoca.<br />
Durante un rato, le veo escribir apoyado en la mesita del comedor. Deseo saber sus<br />
deseos, pero no me acerco. Debo aguantar hasta el día <strong>que</strong> he señalado para leer<strong>lo</strong>s. Cuando<br />
acaba, <strong>lo</strong>s dobla y le doy la cinta plateada para <strong>que</strong> <strong>lo</strong>s ate. Tras colgar<strong>lo</strong>s él mismo en el<br />
árbol, me mira con picardía y, acercándose a mí, mete algo dentro del bolsil<strong>lo</strong> delantero de<br />
mi sudadera. Después, me besa en la punta de la nariz y apunta:<br />
—No veo el momento de cumplir este deseo.<br />
Divertida, sonrío. Ca<strong>lo</strong>r.. .¡Dios, qué ca<strong>lo</strong>r! Y poniéndome de puntillas le doy un<br />
beso en la boca mientras mi corazón va a tropecientos por hora. Tras un cómplice azotito en<br />
mi trasero <strong>que</strong> me hace saber <strong>lo</strong> mucho <strong>que</strong> me desea, Eric se sienta junto a su sobrino. Yo<br />
aprovecho, saco la pe<strong>que</strong>ña caja <strong>que</strong> ha metido en mi bolsil<strong>lo</strong> junto a un papel y leo:<br />
—Mi deseo es tenerte desnuda esta noche en mi cama para usar tu rega<strong>lo</strong>.