02.12.2014 Views

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Eric asiente. Me penetra.<br />

—Quiero sinceridad en nuestra relación —insisto, jadeante.<br />

—Por supuesto, pe<strong>que</strong>ña. Prometido <strong>ahora</strong> y <strong>siempre</strong>.<br />

La música llega hasta nosotros, pero yo só<strong>lo</strong> puedo disfrutar de <strong>lo</strong> <strong>que</strong> siento en este<br />

instante. Estoy siendo saciada una y otra vez con vigor por el hombre <strong>que</strong> más deseo en el<br />

mundo, y me encanta. Sus fuertes manos me tienen cogida por la cintura, me manejan, y<br />

yo, dichosa del momento, me dejo manejar.<br />

Eric me oprime una y otra vez contra él mientras aprieta <strong>lo</strong>s dientes y oigo cómo el<br />

aire escapa a través de éstos. Mi cuerpo se abre para recibir<strong>lo</strong> y jadeo, dispuesta a abrirme<br />

más y más para él. De pronto, me levanta entre sus brazos y me apoya contra la pared.<br />

¡Oh, Dios, sí!<br />

Sus penetraciones se hacen cada vez más intensas. Más posesivas. Uno..., dos...,<br />

tres.... , siete..., ocho..., nueve... embestidas, y yo gimo de placer.<br />

Sus manos, <strong>que</strong> me sujetan, me aprietan el cu<strong>lo</strong>. Me inmovilizan contra la pared y<br />

só<strong>lo</strong> puedo recibir gustosa una y otra vez su maravil<strong>lo</strong>so y demoledor ata<strong>que</strong>. Éste es Eric.<br />

Ésta es nuestra manera de amarnos. Ésta es nuestra pasión.<br />

Ca<strong>lo</strong>r. Tengo un ca<strong>lo</strong>r horrible cuando siento <strong>que</strong> un clímax asolador está a punto de<br />

hacerme gritar. Eric me mira y sonríe. Contengo mi grito, acerco mi boca a su oído y<br />

susurro como puedo:<br />

—Ahora..., cariño..., dame más fuerte <strong>ahora</strong>.<br />

Eric intensifica sus acometidas, sabedor de cómo hacer<strong>lo</strong>. Se hunde hasta el fondo<br />

en mí mientras yo disfruto y exp<strong>lo</strong>to de exaltación. Eric me da <strong>lo</strong> <strong>que</strong> le pido. Es mi dueño.<br />

Mi amor. Mi sirviente. Él <strong>lo</strong> es todo para mí, y cuando el ca<strong>lo</strong>r entre <strong>lo</strong>s dos parece <strong>que</strong> nos<br />

va a carbonizar, oigo salir de nuestras gargantas un hueco grito de liberación <strong>que</strong> acallamos<br />

con un beso.<br />

Instantes después, se ar<strong>que</strong>a sobre mí y yo le aprieto contra mi cuerpo, decidida a<br />

<strong>que</strong> no salga de él en toda la noche.<br />

Cuando <strong>lo</strong>s estremecimientos del maravil<strong>lo</strong>so orgasmo comienzan a desaparecer,<br />

nos miramos a <strong>lo</strong>s ojos y él murmura, aún con su pene en mi interior:<br />

—No puedo vivir sin ti. ¿Qué me has hecho?<br />

Eso me hace sonreír y, tras darle un candoroso beso en <strong>lo</strong>s labios, respondo:<br />

—Te he hecho <strong>lo</strong> mismo <strong>que</strong> tú a mí. ¡Enamorarte!<br />

Durante unos segundos, mi Iceman particular me mira con esa mirada tan suya, tan<br />

alemana y castigadora <strong>que</strong> me vuelve <strong>lo</strong>ca. Me encantaría estar en su mente y saber qué<br />

pasa por ella mientras me mira así. Al final, me da un beso en <strong>lo</strong>s labios y me suelta a<br />

regañadientes.<br />

—Te follaría en cada rincón de este lugar, pero creo <strong>que</strong> debemos regresar con el<br />

resto del grupo.<br />

Me muestro conforme animadamente. Veo las medias y las bragas sobre la mesa, y<br />

de prisa me las pongo, aun<strong>que</strong> antes Eric abre un cajón y saca servilletas de papel para<br />

limpiarnos.<br />

—Vaya..., vaya, señor Zimmerman —apunto con gesto pícaro—, por <strong>lo</strong> <strong>que</strong> veo no<br />

es la primera vez <strong>que</strong> usted viene aquí a satisfacer sus necesidades.<br />

Eric sonríe, y tras limpiarse y tirar el papel a una papelera, contesta en tanto se<br />

ajusta su pantalón negro:<br />

—No se equivoca, señorita F<strong>lo</strong>res. Este <strong>lo</strong>cal es del padre de Björn y hemos visitado<br />

este cuartucho muchas veces para divertirnos y compartir ciertas compañías femeninas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!