02.12.2014 Views

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

Pideme-lo-que-quieras-ahora-y-siempre-Megan-Maxwellcrispetes.cat_

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Por la noche, cuando abro el ordenador, tengo un nuevo mensaje de Eric.<br />

De: Eric Zimmerman<br />

Fecha: 31 de mayo de 2013 14.23<br />

Para: Judith F<strong>lo</strong>res<br />

Asunto: No me dejes<br />

Sé <strong>que</strong> me quieres aun<strong>que</strong> no contestes. Lo vi en tus ojos la última noche en el<br />

hotel. Me echaste, pero me quieres tanto como yo te quiero a ti. Piénsa<strong>lo</strong> cariño. Ahora y<br />

<strong>siempre</strong> tú y yo.<br />

Te quiero. Te deseo. Te echo de menos. Te necesito.<br />

Eric<br />

¿Por qué es tan romántico?<br />

¿Dónde está el frío alemán?<br />

¿Por qué sus palabras románticas me ponen tonta y las necesito leer y releer? ¿Por<br />

qué?<br />

Cuando apago la luz de mi habitación, vuelvo a pensar en <strong>lo</strong> único <strong>que</strong> pienso<br />

últimamente. Eric. Eric Zimmerman. Hue<strong>lo</strong> su camiseta. No sé qué voy a tener <strong>que</strong> hacer<br />

para olvidar<strong>lo</strong>.<br />

Me despierto a las seis de la mañana sobresaltada. He soñado con Eric. ¡Ya ni en<br />

sueños me <strong>lo</strong> quito de la mente!<br />

¡Pa matarme!<br />

¿Por qué cuando estás obsesionada con alguien el día y la noche se resume en<br />

pensar só<strong>lo</strong> en él?<br />

Enfadada, no consigo conciliar el sueño y decido levantarme. Cabreada como estoy<br />

opto por hacer una limpieza general. Eso me relajará. Me pongo a el<strong>lo</strong> y a las diez de la<br />

mañana tengo una liada en la casa <strong>que</strong> no hay ni por dónde cogerla.<br />

¡Menuda leonera he organizado!<br />

Estoy nerviosa. El corazón me palpita en<strong>lo</strong><strong>que</strong>cido y decido darme una ducha, pasar<br />

de la casa e ir a correr. Darme unas carreritas me vendrá de lujo. Eliminaré adrenalina.<br />

Cuando salgo de la ducha, me recojo el pe<strong>lo</strong> en una coleta alta, me pongo unos piratas<br />

negros, las zapatillas de deporte y una camiseta.<br />

De pronto, suena el timbre y, al abrir sin mirar, me <strong>que</strong>do sin habla cuando me<br />

encuentro con Eric. Está más guapo <strong>que</strong> nunca vestido con esa camisa blanca y <strong>lo</strong>s<br />

va<strong>que</strong>ros. Asustada por tener<strong>lo</strong> tan cerca, intento cerrar la puerta, pero no me deja. Mete un<br />

pie.<br />

—Cariño, por favor, escúchame.<br />

—No soy tu cariño, ni tu pe<strong>que</strong>ña, ni tu morenita ni nada. Aléjate de mí.<br />

—¡Dios, Jud!, me estás destrozando el pie.<br />

—Quíta<strong>lo</strong> y no <strong>lo</strong> destrozaré —respondo mientras trato de cerrar la puerta con todas<br />

mis fuerzas.<br />

Pero no quita el pie.<br />

—Eres mi amor, mi cariño, mi pe<strong>que</strong>ña, mi morenita y, además, eres mi mujer, mi<br />

novia, mi vida y miles de cosas más. Y por eso quiero pedirte <strong>que</strong> vuelvas a casa conmigo.<br />

Te echo de menos. Te necesito y no puedo vivir sin ti.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!