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LA TITULARIDAD y EL TERRITORIO KANDOZI EN LA ACTUALIDAD<br />
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los propios Kandozi no valoraban. Así se establecen vínculos de amistad y se<br />
cruzan favores con estos nuevos “patrones” o agentes económicos que a menudo<br />
son personas inescrupulosas decididas a saquear los bosques comunales con perfecto<br />
conocimiento de causa.<br />
Los Kandozi, no obstante, tienen antecedentes muy antiguos de relación con<br />
patrones (lagarteros, pieleros, caucheros) pero siempre como una actividad bajo<br />
control ajeno y poco vinculada con las necesidades de la subsistencia diaria.<br />
Después de una primera etapa de deforestación en 1932, hubo que esperar<br />
casi cuarenta años para poder recuperar la base forestal. A fines de los 70 se produjo<br />
una segunda etapa de extracciones aunque todavía en bosques cercanos a<br />
los ríos y quebradas. Nuevamente, casi cuarenta años después, se está produciendo<br />
una tercera incursión esta vez con tecnología suficiente como para ingresar a<br />
bosques de profundidad con consecuencias determinantes sobre su integridad y<br />
su oferta de biodiversidad.<br />
El tratamiento del problema durante los talleres que han acompañado a la<br />
presente investigación ha generado bastante desazón entre los comuneros participantes,<br />
y más entre aquellos vinculados directamente con los comerciantes. Pero<br />
su relación con los patrones es demasiado fuerte como para quebrantarla. De<br />
hecho, algunos de ellos se autoconsideran trabajadores forestales (“a eso nos dedicamos”,<br />
hemos escuchado) y la propia estructura territorial del pueblo kandozi,<br />
se ha acomodado en algunos lugares a las necesidades de los comerciantes<br />
maderos, cada uno a cargo de las relaciones con un conjunto de grupos locales.<br />
Es fácil suponer cómo es que estos comerciantes burlan los controles oficiales<br />
durante el transporte fluvial de la madera, ya que en toda la región no existen<br />
más que dos puestos de control: en Yurimaguas y en San Lorenzo, y ninguno<br />
aguas arriba del Pastaza. Difícil es saber cómo consiguen unos permisos que tienen<br />
una serie de requisitos (como Planes de Manejo, Inventaros, Estudios de Impacto,<br />
guías, RUC, facturas, incluso Actas de Asamblea) que los miembros de la<br />
propia comunidad desconocen haber realizado.<br />
En visita a las oficinas de Yurimaguas, sus directores (anterior y actual) no han<br />
sido capaces de dar razón del número de permisos vigentes, pese a que no habiendo<br />
todavía contratos forestales en Loreto, suponemos que no se realiza más<br />
extracción en toda su jurisdicción que la que se desarrolla en los bosques comunales.<br />
Al preguntarle al director sobre la extracción en comunidades se expresó muy<br />
claramente: “Posiblemente casi todo sea ilegal y con seguridad todo es irregular”.<br />
Con respecto a la fauna de los territorios indígenas, el Instituto Nacional de<br />
Recursos Naturales (INRENA )pide un Plan de Manejo incluso para proceder a la<br />
extracción de subsistencia. Una nota más de la incomunicación entre la norma y<br />
la realidad que regula.