116 Rafael Sáez AlonsoAsí por ejemplo, sabemos que el Padrees el Estado en el que reproducimos grabacionesesterosíquicas <strong>de</strong> nuestros propiospadres o sustitutos familiares. Pero como elpadre y la madre tenían su Padre, su Adultoy Niño, en mi Padre <strong>de</strong>be haber grabaciones<strong>de</strong> tales Padre, Adulto, Niño. Es <strong>de</strong>cir,en mi Padre tengo grabaciones <strong>de</strong>l Padre,Adulto y Niño <strong>de</strong> mis propios padres.Para cada mensaje que recibimos, tenemosuna <strong>de</strong>terminada forma <strong>de</strong> pensaracerca <strong>de</strong> él, <strong>de</strong>terminadas fantasías queformamos basándonos en dicho mensaje yexperimentamos sensaciones y emocionesacerca <strong>de</strong>l mensaje. Al final tomamos una<strong>de</strong>cisión sobre lo que haremos en respuestaa este mensaje <strong>de</strong>l que no sabemos conexactitud los motivos <strong>de</strong> los padres, su importanciao banalidad, los mensajes implícitoso encubiertos expresados <strong>de</strong> forma explícita...Todo ello queda clasificado y archivadoen los Estados <strong>de</strong>l Yo.Lo mismo po<strong>de</strong>mos afirmar respecto alNiño. Sabemos por los estudios anterioresque el Niño es el Estado que aparece enrazón <strong>de</strong> la reproducción <strong>de</strong> grabacionesinfantiles, arqueopsíquicas, <strong>de</strong>l niño o niñaque fuimos y que no ha muerto. Pero cuandoyo era niño ya tenía mi Padre, mi Adultoy mi Niño. Por lo tanto en mi Niño hay grabaciones<strong>de</strong>l Niño, <strong>de</strong>l Adulto y <strong>de</strong>l Padre<strong>de</strong> mi niñez.Análisis <strong>de</strong> Segundo Or<strong>de</strong>n<strong>de</strong>l Estado PadreSe pue<strong>de</strong> apreciar en la figura 3 el AnálisisEstructural <strong>de</strong> Segundo Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l EstadoPadre. Las flechas señalan las grabacionesesterosíquicas (<strong>de</strong> figuras exteriores)<strong>de</strong> los padres reales. Extiéndase a lasfiguras parentales padre y madre. Sus tresEstados pasan a constituir el Estado Padre.En tono jocoso, <strong>de</strong>scribe Kertész (1985, p.79), que si a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l padre y <strong>de</strong> la madre,nos criaron dos abuelas, un abuelo,tres hermanos mayores, una tía soltera yuna niñera, (maestros, televisión, cuentos),tendremos una multitud en nuestra cabeza.Ahora bien, el número y la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> laspersonas que han contribuido en el contenido<strong>de</strong>l Padre son exclusivos para cadapersona.El contenido <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong>l Yo Padre,<strong>de</strong>cíamos anteriormente, equivale a uncompleto conjunto <strong>de</strong> pensamientos, sensacionesy conductas que les hemos copiado<strong>de</strong> nuestros padres o <strong>de</strong> las figuras paternas.Estos contenidos <strong>de</strong>l Padre son introyectospaternos. Introyectar algo escomo tragar algo <strong>de</strong> una vez en lugar <strong>de</strong>masticarlo, salivarlo y digerirlo. AfirmanStewart y Joines (2007) que los niños traganlo que dicen sus padres, sus ór<strong>de</strong>nes,mensajes, <strong>de</strong>finiciones, “no está bien robar”,“no pongas la mano cerca <strong>de</strong>l fuego”.Ahora bien, junto con las palabras paternasviajan los recuerdos <strong>de</strong> los gestos, tonos,expresiones emocionales que les acompañaron.En el mo<strong>de</strong>lo estructural <strong>de</strong> segundo or<strong>de</strong>n,dividimos el Estado <strong>de</strong>l Yo Padre, enprimer lugar, <strong>de</strong> acuerdo con la persona <strong>de</strong>la que procedió cada mensaje recordado:madre, padre, abuelos, profesores. Después,registramos que cada una <strong>de</strong> estasfiguras paternas tuvieron un Estado propioPadre, Adulto y Niño <strong>de</strong>l Yo. Es lo que nosproporciona una imagen <strong>de</strong> segundo or<strong>de</strong>n<strong>de</strong>l Padre, <strong>de</strong> las figuras 2 y 3.Hay, pues, en cada Estado Padre, el Padre<strong>de</strong>l Padre, el Adulto <strong>de</strong>l Padre y el Niño<strong>de</strong>l Padre.El Padre <strong>de</strong>l Padre o Padre en el Padre,también llamado “su Excelencia”. A él correspon<strong>de</strong>nlos valores, las normas familiaresancestrales y que no admiten discusión;el “sí, porque que sí”, “siempre se hahecho así”. Su lema “primero los i<strong>de</strong>ales”;elige por “lo que <strong>de</strong>be ser por <strong>de</strong>ber mismo”,por ley (Cirigliano y Forca<strong>de</strong>, 1984, p.39).Sus funciones son juzgar, <strong>de</strong>cir lo quehay que hacer. En el fondo <strong>de</strong> todo esto,están mi padre y mi madre que, a su vez,tenían un conjunto completo <strong>de</strong> frases hechasy ór<strong>de</strong>nes que habían introyectado<strong>de</strong> sus propios padres y <strong>de</strong>más figuras paternales.Me pasaron algunas <strong>de</strong> ellas a<strong>Revista</strong> <strong>de</strong> Análisis <strong>Transaccional</strong> y Psicología <strong>Humanista</strong>, Nº 58, Año 2008
Terapia <strong>Transaccional</strong> 117mí y las tragué, no las digerí, y las almacenéen mi Padre. De esta forma, el Padreen el Padre es un almacén <strong>de</strong> mensajesque pue<strong>de</strong>n pasarse <strong>de</strong> generación en generación.El Adulto <strong>de</strong>l Padre o el Adulto en el Padreestá constituido por grabaciones queen los padres fueron racionales (<strong>de</strong> suAdulto), pero que pasan a asumirse, sin crítica,en el estado Padre <strong>de</strong>l sujeto. Se <strong>de</strong>sarrollacon los mensajes protectores grabadosy provechosos para el Yo: ayudando,sacrificándose por los <strong>de</strong>más. Da aprobación,elogia los logros y éxitos (le los <strong>de</strong>más.Al Adulto en el Padre le importa loque conviene, pero, al otro, al hijo, al alumno,al amigo. Protege y enseña, consuela ygratifica. Su función es indicar lo que convienehacer. Muchas <strong>de</strong> las <strong>de</strong>claraciones<strong>de</strong>l Adulto <strong>de</strong>l Padre pue<strong>de</strong>n ser verda<strong>de</strong>ras,objetivas, pero otras reflejan los malosentendidos y las fantasías <strong>de</strong> los padresacerca <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong> las personas o <strong>de</strong> lascosas y hechos objetivos.Figura 3: Los estados <strong>de</strong> los padres reales se hallan representados en la grabación padre.El Niño <strong>de</strong>l Padre o el Niño en el Padrees el Padre Emoción y está formado porcontenidos aprendidos <strong>de</strong>l Niño <strong>de</strong> nuestrospadres reales, esto es, por sus formas<strong>de</strong> divertirse, enojarse, sentir lástima o miedo.Incorporamos, pues, en el Niño <strong>de</strong>l Padreelementos <strong>de</strong> los Niños <strong>de</strong> nuestros padres:mensajes para asustarnos (“va a venirel hombre <strong>de</strong>l saco”), o comportamientosirracionales, los introyectamos en mipropio Padre, incluido mi percepción <strong>de</strong> suNiño como parte <strong>de</strong>l introyecto. Al acce<strong>de</strong>ra mis recuerdos almacenados <strong>de</strong> ellos,puedo entrar en contacto con sus sensaciones,pensamientos o conductas <strong>de</strong> Niño.Puedo reaccionar experimentando mis propiassensaciones o reaccionando como lohizo mi padre cuando era pequeño.Stewart y Joines (2007) ponen el siguienteejemplo:Cuando mi madre era una niña, <strong>de</strong>cidióque podría conseguir <strong>de</strong> la gente lo queella quería poniendo cara <strong>de</strong> enfado o malhumor,<strong>de</strong>spués, cuando yo era un niño yella quería que yo hiciera algo, solía enfurruñarseo malhumorarse <strong>de</strong> la misma manera.Ahora en mi propio Estado <strong>de</strong>l Yo Padre,tengo almacenado un mensaje que me<strong>Revista</strong> <strong>de</strong> Análisis <strong>Transaccional</strong> y Psicología <strong>Humanista</strong>, Nº 58, Año 2008