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Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista - aespat

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58 Felicísimo Valbuena <strong>de</strong> la FuenteLeo. C. Sprietsma ha <strong>de</strong>dicado un artículoprecisamente a este asunto: El Aparato<strong>de</strong> Guión <strong>de</strong> un Ganador (1978, pp. 45-51).LIBERACIÓN INTERNA«Escondida en alguna parte está unamanera <strong>de</strong> quitarse <strong>de</strong> encima la maldición.“Podrás triunfar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los cuarenta”.A este rompemaleficios se le llama el Antiguióno Liberación Interna». (Berne, 2002,pp. 129 y 147-150).Para ilustrar qué es la liberación interna,po<strong>de</strong>mos valernos <strong>de</strong> muchos cuentos,pero hemos escogido tres que pue<strong>de</strong>n servir<strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los para conseguirla. El procesoresulta complicado y hasta peligroso,pero al final, hay quienes la consiguen parasí y para otros.Los cisnes salvajes (An<strong>de</strong>rsen)Once hermanos no reciben el cariño <strong>de</strong>su padre y sí la maldición <strong>de</strong> su madrastra.Se convierten en cisnes y, poco <strong>de</strong>spués,su hermana Elisa tiene que abandonar elpalacio por la crueldad <strong>de</strong> la madrastra. Portanto, nos encontramos ante once hermanos<strong>de</strong>sgraciados y sólo una hermana paraliberarles.Elisa sale a buscar a sus hermanos y seencuentra con una anciana benéfica, que ledice dón<strong>de</strong> están. Después <strong>de</strong> encontrarlosy darse a conocer, otra hada, que quizá esla misma que la anterior, pero bajo unaapariencia distinta, le fija las condicionespara lograr <strong>de</strong>sencantar a sus hermanos.Ella se propone lograr el gran objetivo, porencima <strong>de</strong> todas las dificulta<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>muestraque sabe hacerse cargo <strong>de</strong> acabar conla maldición <strong>de</strong> sus once hermanos y ser losuficientemente Adulta como para saberesperar, sin per<strong>de</strong>r la tranquilidad en medio<strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s trampas que le prepara sumadrastra.Se a<strong>de</strong>ntra en una selva cerrada y encuentracon una anciana que le da unasbayas para que se alimente y cuando Elisale pregunta si ha visto a once príncipes cabalgandopor el bosque, ella le respon<strong>de</strong>que ha visto a once cisnes, con coronas <strong>de</strong>oro, que iban río abajo. Ella sigue la marcha<strong>de</strong>l río hasta que llega al mar. Allí reflexionay enuncia lo que va a ser su programa<strong>de</strong> vida a partir <strong>de</strong> entonces. «La ola semueve incesantemente y así alisa las cosasduras; pues yo seré tan incansablecomo ella. Gracias por vuestra lección, olasclaras y saltarinas; algún día, me lo dice elcorazón, me llevaréis al lado <strong>de</strong> mis hermanosqueridos».Entre las algas arrojadas por el mar, encuentraonce plumas <strong>de</strong> oro y <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> esperar,hasta que, a la caída <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, ve llegaronce cisnes y ella se escon<strong>de</strong> <strong>de</strong>trás<strong>de</strong> unos arbustos. Cuando <strong>de</strong>saparece elsol, los once cisnes se convierten en príncipes.Entonces, ella no pue<strong>de</strong> contener suemoción y se abraza con ellos, a pesar <strong>de</strong>que habían cambiado mucho con el paso<strong>de</strong>l tiempo. Durante el día son cisnes; durantela noche, príncipes, que tienen queemigrar dos veces al año durante dos días.Elisa acaba encontrándose con un hada,muy parecida a la anciana <strong>de</strong> las bayas,que le dice cómo pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>volver la figurahumana a sus hermanos <strong>de</strong> manera permanente.–Tus hermanos pue<strong>de</strong>n ser redimidos –ledijo–; pero, ¿tendrás tú valor y constancia suficientes?...¿Ves esta ortiga que tengo en lamano? Pues alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la cueva en queduermes crecen muchas <strong>de</strong> su especie, perofíjate bien en que únicamente sirven las quecrecen en las tumbas <strong>de</strong>l cementerio. Tendrásque recogerlas, por más que te llenenlas manos <strong>de</strong> ampollas ardientes; rompe lasortigas con los pies y obtendrás lino, con elcual tejerás once camisones; los echas sobrelos once cisnes, y el embrujo <strong>de</strong>saparecerá.Pero recuerda bien que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el instante enque empieces la labor hasta que la terminesno te está permitido pronunciar una palabra,aunque el trabajo dure años. A la primeraque pronuncies, un puñal homicida se hundiráen el corazón <strong>de</strong> tus hermanos. De tu lengua<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> sus vidas. No olvi<strong>de</strong>s nada <strong>de</strong>lo que te he dicho».<strong>Revista</strong> <strong>de</strong> Análisis <strong>Transaccional</strong> y Psicología <strong>Humanista</strong>, Nº 58, Año 2008

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