12.07.2015 Views

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista - aespat

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista - aespat

Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista - aespat

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

54 Felicísimo Valbuena <strong>de</strong> la Fuentecomo un Adulto con el hombrecito y es unPequeño Profesor cuando se sustituye a símismo por una piedra, engañando a sus hermanosy librándose <strong>de</strong> una muerte segura.También, cuando se sabe ganar la amistad<strong>de</strong> fuerzas beneficiosas, como los gnomos.PATRÓN O PROGRAMAA<strong>de</strong>más, le enseñan lo que tiene que saberen la vida real para llevar a cabo elguión: “Cómo se preparan tragos combinados,cómo se llevan las cuentas, cómo sehacen trampas. Éste es el Patrón o Programa,una forma <strong>de</strong> instrucción <strong>de</strong>l Adulto”(Berne, 2002, pp. 128 y 141-144).La lámpara azul (Hermanos Grimm)Los Hermanos Grimm <strong>de</strong>bieron <strong>de</strong> inspirarseen La lámpara <strong>de</strong> Aladino, <strong>de</strong> Lasmil y una noches. La situación <strong>de</strong> un soldadoes <strong>de</strong>sesperada y, a pesar <strong>de</strong> suspreocupaciones, se pone en marcha. Susituación empeora todavía más, al encontrarsecon una bruja malvada. Sin embargo,él sabe ver claramente la situación eintuye las intenciones <strong>de</strong> la bruja. Cuandoparece que tiene todo perdido, surge unbenefactor. Como ocurre en la vida: Hayquienes ayudan y quienes perjudican; notodas las personas ayudan ni todas perjudican.Érase un soldado que durante muchos añoshabía servido lealmente a su rey. Al terminar laguerra, el mozo, que, <strong>de</strong>bido a las muchas heridasque recibiera, no podía continuar en el servicio,fue llamado a presencia <strong>de</strong>l Rey, el cual ledijo:–Pue<strong>de</strong>s marcharte a tu casa, ya no te necesito.No cobrarás más dinero, pues sólo pago aquien me sirve.Y el soldado, no sabiendo cómo ganarse lavida, quedó muy preocupado y se marchó a laventura.Anduvo todo el día, y al anochecer llegó a unbosque. Divisó una luz en la oscuridad, y se dirigióa ella. Así llegó a una casa, en la que habitabauna bruja.–Dame albergue, y algo <strong>de</strong> comer y beber –lepidió– para que no me muera <strong>de</strong> hambre.El soldado va efectuando los trabajos que leor<strong>de</strong>na la bruja, hasta que se encuentra con unencargo aparentemente fácil.–Detrás <strong>de</strong> mi casa hay un viejo pozo seco,en el que se me cayó la lámpara. Da una llamaazul y nunca se apaga; tienes que subírmela.En realidad, lo que quiere la bruja es recuperarsu lámpara y <strong>de</strong>jar al soldado en elfondo <strong>de</strong>l pozo, para que muera. Él intuyesus intenciones y no acce<strong>de</strong> a lo que quierela bruja, por lo que acaba en el fondo <strong>de</strong>lpozo, pero con la lámpara.Cayó el pobre soldado al húmedo fondosin recibir daño alguno y sin que la luz azulse extinguiese. ¿De qué iba a servirle, empero?Comprendió en seguida que no podríaescapar a la muerte. Permaneció tristementesentado durante un rato. Luego, metiéndose,al azar, la mano en el bolsillo, encontró lapipa, todavía medio cargada. “Será mi últimogusto”, pensó; la encendió en la llama azul yse puso a fumar. Al esparcirse el humo por lacavidad <strong>de</strong>l pozo, apareció <strong>de</strong> pronto un diminutohombrecillo, que le preguntó:–¿Qué mandas, mi amo?–¿Qué puedo mandarte? -replicó el soldado,atónito.–Debo hacer todo lo que me man<strong>de</strong>s -dijoel enanillo.–Bien -contestó el soldado-. En ese caso,ayúdame, ante todo, a salir <strong>de</strong>l pozo.El hombrecillo lo cogió <strong>de</strong> la mano y locondujo por un pasadizo subterráneo, sin olvidarllevarse también la lámpara <strong>de</strong> luz azul.En el camino le fue enseñando los tesorosque la bruja tenía allí reunidos y ocultos, y elsoldado cargó con todo el oro que pudo llevar.Al llegar a la superficie dijo al enano:–Ahora amarra a la vieja hechicera y llévalaante el tribunal.Poco <strong>de</strong>spués veía pasar a la bruja, montadaen un gato salvaje, corriendo como elviento y dando horribles chillidos. No tardó elhombrecillo en estar <strong>de</strong> vuelta.Este soldado sabe dar ór<strong>de</strong>nes, comoAdulto que es. Y como tiene un gran sentido<strong>de</strong> la justicia, quiere que se la apliquena la bruja, sino también, al Rey arbitrario.<strong>Revista</strong> <strong>de</strong> Análisis <strong>Transaccional</strong> y Psicología <strong>Humanista</strong>, Nº 58, Año 2008

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!