124 Adrián Kertészun tanto rígidos (como el pudor) no le quitancalidad a nuestra vida ni limitan negativamentenuestra interacción con los <strong>de</strong>más,la capacidad <strong>de</strong> disfrutar o la posibilidad<strong>de</strong> lograr objetivos importantes. Veremosentonces:¿De qué modo influye la culpaen nosotros?¿Cuáles son sus raíces?¿Para qué nos sirve?¿Cómo superarla?Son las preguntas que analizaremos enesta charla a fin <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r, no <strong>de</strong> unmodo convencional, sino a través <strong>de</strong> unproceso continuo <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>scubrimiento.La culpa influye sobre la conducta, estrechandonuestro repertorio <strong>de</strong> respuestas.Dejando <strong>de</strong> lado, por las razones antesexpuestas, los comportamientos queno respetan nuestros valores (por ejemplo,los psicopáticos), en general la limitaciónneurótica <strong>de</strong>l comportamiento que laculpa induce, polariza las respuestas fuera<strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>nominamos una conductaasertiva.Asertividad:el justo camino <strong>de</strong>l medioAsertividad: Es la actitud equilibrada, firmey racional, <strong>de</strong> respuesta frente a unconflicto o <strong>de</strong> consecución <strong>de</strong> una necesidado <strong>de</strong>seo, entre los dos polos <strong>de</strong>:Sumisión (falta <strong>de</strong> empuje, excesiva obediencia,incapacidad <strong>de</strong> disentir);Agresividad: (mal manejo <strong>de</strong> los impulsosy la ira, carencia <strong>de</strong> autocrítica).Sumisión Asertividad AgresividadFigura 1: Sumisión y agresividad,los dos polos <strong>de</strong> la asertividad.Estos últimos tipos <strong>de</strong> respuesta noasertivos no están aislados, sino están incluidosen circuitos <strong>de</strong> comportamiento previsiblesen sus manifestaciones y consecuencias.Fueron aprendidos en la infanciao adolescencia en el entorno familiar y socialy se reeditan. Entre las mismas se incluyela culpa, un diálogo interno entre elPadre Crítico Negativo y el Niño SumisoNegativo, en el circuito que <strong>de</strong>nominamos“Sometido”.Asi, la culpa limita la capacidad <strong>de</strong> respuestashacia el extremo sumiso <strong>de</strong> los dospolos.Veremos las cuatro leyes <strong>de</strong> la culpa, yen cada caso, la posición sumisa, agresivay por ultimo asertiva frente a la misma. Estasposiciones van <strong>de</strong>limitando un modo <strong>de</strong>comprensión y acción frente a esta emoción.Esto provoca que la persona acumuleansiedad (“Pienso y Veo, luego Siento yHago”: si estoy pensando y diciéndomeque soy malo/a, indigno/a, etc. me sentiréculpable y ansioso/a y respon<strong>de</strong>ré en consecuencia).Pero, es frecuente que luego <strong>de</strong> un períodovariable <strong>de</strong> “acumulación”, siga elmomento <strong>de</strong>l cambio, hacia el polo agresivo.Aquí se activa otro circuito interno, quellamamos “Combativo” y que se <strong>de</strong>sarrollaentre el Padre Critico Negativo interno y elNiño Rebel<strong>de</strong> Negativo.Pue<strong>de</strong> haber una respuesta explosiva,potente y efectiva para expresar la energíaacumulada, pero es ineficiente o aun perjudicial,por generar efectos secundarios in<strong>de</strong>seables.Entre ellos, el daño a la autoimagen,los vínculos interpersonales o hastalos bienes materiales y la salud.Este mecanismo subyace en muchos casos<strong>de</strong> violencia familiar, don<strong>de</strong> la esposareprocha (con o sin razón) fallas a su marido,que éste escucha cabizbajo, hasta queexplota y la golpea.De cualquier modo, un mal estímulo nojustifica una mala respuesta...pero sueledarse.Pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la explosión suele volversea la reflexión culposa (mezclada o no<strong>Revista</strong> <strong>de</strong> Análisis <strong>Transaccional</strong> y Psicología <strong>Humanista</strong>, Nº 58, Año 2008
Las cuatro leyes <strong>de</strong> la culpa 125con miedo por las posibles consecuencias<strong>de</strong> la misma).El próximo eslabón <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na,es el reforzamiento interno <strong>de</strong> lascreencias que sostienen la culpa. Así, sefortalece la posición sumisa: “¿Cómo pue<strong>de</strong><strong>de</strong>cir/ hacer eso?”. Se intenta así conjurara los “<strong>de</strong>monios” <strong>de</strong> la agresión y susconsecuencias nefastas, olvidando que sirviópara disipar el exceso <strong>de</strong> ansiedad generadapor los momentos <strong>de</strong> sumisión. Así,se entra en la dis-culpa, cerrando el círculono asertivo.Sin embargo, esto no cierra sin más.Cada vuelta <strong>de</strong>l circuito no es inocua. Laenergía que lo alimenta es la misma <strong>de</strong> quedisponemos para el crecimiento y el mantenimiento<strong>de</strong> la autoestima.No es <strong>de</strong> extrañar entonces que este circuitointerno y los “Juegos Psicológicos”que produce(tales como “¡Esta vez te agarré <strong>de</strong>sgraciado!”)aprisionen a la persona y la conduzcanhacia un <strong>de</strong>senlace más o menosestereotipado y previsible <strong>de</strong> su Argumento<strong>de</strong> Vida (divorcios, problemas legales, soledad,adicciones, etc.).Por otra parte, el proceso <strong>de</strong> aprendizajeno pue<strong>de</strong> realizarse sino a través <strong>de</strong> la vidamisma. ¿Cómo superarla si antes no se experimentansus efectos? Así, el circuito <strong>de</strong>comportamientos no asertivos no es <strong>de</strong>ltodo negativo. Es el lugar don<strong>de</strong> se apren<strong>de</strong>a interactuar con los <strong>de</strong>más y <strong>de</strong>scubrirlos mensajes internos que nos condicionan.Muchas veces, la angustia y el <strong>de</strong>seoson los motores <strong>de</strong>l crecimiento. Si nossentimos bien ten<strong>de</strong>mos a seguir igual.En el circuito mencionado se pue<strong>de</strong> sufriro hasta perecer, pero también apren<strong>de</strong>ry renacer. Si bien es posible apren<strong>de</strong>r porsí mismo <strong>de</strong> las experiencias, las lecturas,asistencia a conferencias (como ésta, porejemplo)los talleres vivenciales, grupos <strong>de</strong>crecimiento personal o psicoterapia, ofrecenrecursos eficaces para ello.Así, se va incorporando un repertoriocada vez mayor <strong>de</strong> opciones asertivas y alfinal, como un alumno que se gradúa enuna escuela, se abandona el circuito culpógeno,habiéndose logrado un dominio aceptable<strong>de</strong> la propia vida.Aunque el circuito estará allí, guardadoen nuestra mente, acechando, como un recordatorio<strong>de</strong> que la vida es un proceso <strong>de</strong>renovación constante, ayudándonos parano volver a “dormirnos” o caer en un trance,presos <strong>de</strong> la culpa nuevamente.Esto estará, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, en interaccióncon el ambiente social en que interactuemosy <strong>de</strong>l cual podrían partir nuevas invitacionespara “engancharnos”.Asimismo, al haber actuado en ese circuitoes posible que invirtamos los roles yseamos nosotros quienes pretendamos generarculpa en otros! Es el mismo Juego,con un cambio <strong>de</strong> los roles nada más. LaVíctima se transforma en Perseguidor (alque lleva <strong>de</strong>ntro), y para ello captaremosalguna Víctima.Tal vez, aunque en este momento la relaciónentre la culpa y la asertividad no seaevi<strong>de</strong>nte, a través <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>nominaremos“Las 4 Leyes <strong>de</strong> la Culpa” lograremosclarificarla, con una perspectiva puramentepragmática. Con el objeto <strong>de</strong> modificar tantonuestros patrones <strong>de</strong> respuestas comoel marco <strong>de</strong> referencia interno que las controla.En las tres posiciones se va <strong>de</strong>limitandoun modo <strong>de</strong> comprensión y acción frente aesa emoción.La Culpa es la emoción <strong>de</strong>l No-Cambio.Existen muchas <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong>l cambio,en las cuales no nos a<strong>de</strong>ntraremos, sino ensu importancia para el crecimiento personal.Una <strong>de</strong>finición general es: “El pasaje<strong>de</strong> un estado a otro”. Si bien esto pue<strong>de</strong>implicar la caída en estados regresivos (no<strong>de</strong>liberados, como los buscados en un ejercicio<strong>de</strong>l trabajo con sueños o psicodrama,sino otros propios <strong>de</strong> la pérdida momentánea<strong>de</strong> funciones superiores como la autocrítica,creatividad, resiliencia o estabilida<strong>de</strong>mocional).Esto sería un cambio momentáneonegativo, pero nos interesa enfocarlocomo un avance evolutivo favorable a largo<strong>Revista</strong> <strong>de</strong> Análisis <strong>Transaccional</strong> y Psicología <strong>Humanista</strong>, Nº 58, Año 2008