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Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista - aespat

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Las cuatro leyes <strong>de</strong> la culpa 123Existen tres formas <strong>de</strong> manipular a laspersonas, para que emitan conductas quenos les gustan y/o no les convienen Temor,Soborno y Culpa.El Temor es ejercido generalmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong>una posición <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r físico, institucional oeconómico. Por ejemplo, con niños o mujeresen la violencia familiar, en regímenes autoritarios,en organizaciones no éticas, etc.El Soborno tiene orígenes similares ypue<strong>de</strong> combinarse con el Temor para unmayor efecto. Implica que se da algo encambio <strong>de</strong> un comportamiento incorrecto.La Culpa es más fácil <strong>de</strong> mantener, yaque una vez instalada, viene en un “casete”interno.Una <strong>de</strong>finición posible <strong>de</strong> la misma es:“Asumir responsabilidad por una personaque no la asume por sí misma”.El creador <strong>de</strong> la Terapia Gestalt, FritzPerls, consi<strong>de</strong>ra que la culpa encubre a larabia, en la siguiente secuencia:1. Necesidad insatisfecha, que provocafrustración.2. Requerimiento <strong>de</strong> que sea satisfecha.3. No se logra, por lo cual se siente y expresarabia.4. La otra persona, ante esta rabia, inducea culpa.5. La rabia queda encubierta por la culpay la necesidad... sigue insatisfecha.Ejemplo familiar:Hijo al padre: “Papi, nunca tenés tiempopara mí, ¿cuándo vas a llevarme a la plazao al fútbol?”Padre: Sigue leyendo el diario.Hijo: “Papi... ¡¡¡Te estoy hablando!!!”Madre: “¡Déjate <strong>de</strong> molestar a tu padre!¿No ves que viene cansado <strong>de</strong> trabajar? Yte mantiene, te da <strong>de</strong> comer ¿¿¿Querésque le pase algo???”Hijo: incorpora el casete internamente y<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> no pedir lo que necesita. Luego loaplicará en su vida adulta.Padre: muy lejanamente escucha estadiscusión y sigue enfrascado en el diario.La culpa es la emoción <strong>de</strong> control por excelencia.La evolución <strong>de</strong> los grupos humanosque dieron origen a las socieda<strong>de</strong>s, necesitaronmecanismos <strong>de</strong> control. La culpaes la consecuencia <strong>de</strong> la internalización <strong>de</strong>las figuras externas <strong>de</strong> autoridad. Así, elPadre interno persigue al Niño.Representa los límites que tales figuras<strong>de</strong> autoridad inculcaron en los individuos.Podríamos distinguir una “culpa positiva”(por <strong>de</strong>cirlo así), como un sentido <strong>de</strong> responsabilidadante sí mismo y los <strong>de</strong>más yexpresión emocional <strong>de</strong> los valores positivos<strong>de</strong> vida por una parte, <strong>de</strong> la “culpa negativa”,que respon<strong>de</strong> a normas y mandatos<strong>de</strong>sactualizados o irracionales. Esta últimapue<strong>de</strong> tener un “origen interno”, porejemplo, por haber tenido éxito, superar aalguna figura familiar, o transgredir mandatosirracionales y disfrutar.Éstos serían ejemplos ilógicos. En otroscasos, se comporta <strong>de</strong> una forma incorrecta,injusta o <strong>de</strong>shonesta, perjudicando aotros; lo cual <strong>de</strong>be ser rectificado.Su origen externo proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> personas<strong>de</strong> nuestro entorno, y también pue<strong>de</strong> carecer<strong>de</strong> fundamento lógico o ético o bien tenerlo,pero en vez <strong>de</strong> confrontarnos paramejorar nuestro comportamiento, atacannuestra autoestima.Como se notará, estas consi<strong>de</strong>racionesposeen implicancias éticas. Parece oportunoaquí citar al imperativo categórico <strong>de</strong>Kant: “Obra sólo según una máxima tal quepuedas querer al mismo tiempo que se torneley universal”.O, en una forma más coloquial, “Trata alos <strong>de</strong>más como quisieras que te traten a ti”Otra: “La ley es para todos (por lo menos,<strong>de</strong>bería ser así).Po<strong>de</strong>r compren<strong>de</strong>r el rol que tiene estaemoción en nuestra vida para así po<strong>de</strong>relegir, con un grado <strong>de</strong> libertad mucho mayorque el que poseemos actualmente, sinque la culpa nos condiciones ciegamente.Habiendo distinguido entre dos formas <strong>de</strong>la culpa, no proponemos la pérdida <strong>de</strong> losvalores o <strong>de</strong> los principios morales. Ni siquieraabandonar prejuicios que, aunque<strong>Revista</strong> <strong>de</strong> Análisis <strong>Transaccional</strong> y Psicología <strong>Humanista</strong>, Nº 58, Año 2008

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