07.05.2013 Views

Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

participar en la ceremonia. Acabada la misa, mientras examinaba las inscripciones <strong>de</strong> la bóveda<br />

interior <strong>de</strong>l mausoleo, me llamó la atención <strong>un</strong> nombre, Franciscus Parater. Uno <strong>de</strong> los<br />

seminaristas me preg<strong>un</strong>tó si había leído la «Oración <strong>de</strong> Frank Parater» en el Manual <strong>de</strong><br />

Oraciones <strong>de</strong>l Colegio. Tuve que admitir que no la había leído. «Pues no te la pierdas», me<br />

espetó mi <strong>joven</strong> amigo.<br />

Frank Parater había llegado a Roma en noviembre <strong>de</strong> 1919 para cursar los estudios<br />

sacerdotales como candidato <strong>de</strong> la diócesis <strong>de</strong> Richmond. A sus veintidós años, ya era <strong>un</strong>o <strong>de</strong><br />

los jóvenes más <strong>de</strong>stacados <strong>de</strong> su tiempo, estudiante mo<strong>de</strong>lo y experto jefe explorador <strong>de</strong>l<br />

movimiento «Scout», cuyo carácter y cortesía contrastaban con el clima anti<strong>católico</strong> <strong>de</strong> la<br />

época <strong>de</strong>l lugar. Al principio se sintió atraído por la vocación monástica y comenzó sus estudios<br />

en el Belmont Abbey Seminary College en Carolina <strong>de</strong>l Norte, con la pretensión <strong>de</strong> hacerse<br />

monje benedictino. Sin embargo, durante sus dos años en Belmont Abbey, Frank Parater<br />

<strong>de</strong>cidió <strong>de</strong>dicarse al ministerio diocesano <strong>de</strong> <strong>un</strong>a manera más activa, a pesar <strong>de</strong> su inclinación<br />

a la vida contemplativa.<br />

Al mes <strong>de</strong> llegar a Roma, Frank Parater escribió la oración a la que aludía mi <strong>joven</strong> amigo en el<br />

Campo Verano:<br />

«Acto <strong>de</strong> oblación al Sagrado Corazón <strong>de</strong> Jesús». De hecho, resultó ser su testamento<br />

espiritual. Parater lo <strong>de</strong>jó en <strong>un</strong> sobre con instrucciones para que sólo se abriera <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su<br />

muerte. En su oración se ofrecía a sí mismo por la conversión <strong>de</strong> su querido Estado <strong>de</strong> Virginia:<br />

No tengo nada que <strong>de</strong>jar o legar sino mi propia sida, y esa se la he consagrado al<br />

Corazón <strong>de</strong> Jesús, para que disponga <strong>de</strong> ella como mejor le parezca. Yo he ofrecido<br />

todo mi ser por la conversión <strong>de</strong> los no <strong>católico</strong>s en el Estado <strong>de</strong> Virginia. Eso es para lo<br />

que vivo y en caso <strong>de</strong> muerte, por lo que muero...<br />

Des<strong>de</strong> mi niñez he querido morir por Dios y por mi prójimo. ¿Podré obtener esa gracia?<br />

No lo sé; pero si sigo viviendo, viviré por ese mismo objetivo. Todo acto <strong>de</strong> mi vida aquí<br />

se ofrece por la expansión y el tri<strong>un</strong>fo <strong>de</strong> la Iglesia Católica en Virginia…<br />

En el cielo estaré al servicio <strong>de</strong> mi diócesis mucho más <strong>de</strong> lo que pudiera hacer en la<br />

tierra.<br />

A finales <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1920, dos meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su llegada a Roma, Frank Parater contrajo<br />

<strong>un</strong> reumatismo que <strong>de</strong>generó en fiebre reumática. El 27 <strong>de</strong> enero lo ingresaron en <strong>un</strong> hospital<br />

dirigido por religiosas, don<strong>de</strong> pasó dos semanas <strong>de</strong> dolor intensísimo. Cuando el Padre<br />

Espiritual <strong>de</strong>l Colegio se presentó en el hospital para darle la Extrema<strong>un</strong>ción, Frank quiso<br />

levantarse <strong>de</strong> la cama para recibir <strong>de</strong> rodillas la sagrada com<strong>un</strong>ión, pero los médicos no se lo<br />

permitieron. El 6 <strong>de</strong> febrero, el Rector <strong>de</strong>l Colegio ofreció <strong>un</strong>a misa votiva al Corazón <strong>de</strong> Jesús<br />

por Frank Parater. Al día siguiente expiró. Un compañero suyo encontró la famosa oración,<br />

mientras se hacía cargo <strong>de</strong> sus pertenencias. El papa Benedicto XV y el papa Pío XI solicitaron<br />

sendas copias <strong>de</strong> la «Oración <strong>de</strong> Frank Parater».<br />

El m<strong>un</strong>do y la Iglesia seguían su curso, a<strong>un</strong>que los pocos que se acordaban <strong>de</strong> Frank Parater<br />

estaban convencidos <strong>de</strong> que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la distancia, Frank no quitaba ojo, por así <strong>de</strong>cir, a su<br />

diócesis <strong>de</strong> Richmond. Fue otro seminarista, también <strong>de</strong> Richmond, que estudiaba en Roma en

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!