07.05.2013 Views

Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

En el mes <strong>de</strong> j<strong>un</strong>io <strong>de</strong> 1959, la Comisión Preparatoria <strong>de</strong>l Concilio Vaticano II escribió a todos<br />

los obispos <strong>de</strong>l m<strong>un</strong>do pidiéndoles que ofrecieran temas para su discusión y estudio. Las<br />

respuestas que llegaron <strong>de</strong> todo el m<strong>un</strong>do <strong>católico</strong> llenan varios volúmenes <strong>de</strong> las Acta<br />

oficiales. Curiosamente, alg<strong>un</strong>as <strong>de</strong> las propuestas anticipaban ya los temas f<strong>un</strong>damentales<br />

que habrían <strong>de</strong> dominar los <strong>de</strong>bates durante el Concilio: forma <strong>de</strong>l culto <strong>católico</strong>, relación<br />

entre Sagrada Escritura y tradición, f<strong>un</strong>ción <strong>de</strong> los obispos locales y <strong>de</strong>l «colegio» <strong>de</strong> obispos,<br />

libertad religiosa como <strong>de</strong>recho humano. Pero lo que más llama la atención <strong>de</strong> cualquiera que<br />

hojee los primeros volúmenes <strong>de</strong> las Acta es lo m<strong>un</strong>danas que son muchas <strong>de</strong> las sugerencias.<br />

Seguro que muchos <strong>de</strong> los obispos no esperaban que el Concilio se fuera a embarcar en <strong>un</strong><br />

examen minucioso <strong>de</strong> la auto-comprensión y práctica católica. Convencidos <strong>de</strong> que el Concilio<br />

iba a ser breve, limitándose a ratificar los documentos elaborados por Roma, muchos obispos<br />

estaban interesados en que se abordaran ciertos temas administrativos que les preocupaban<br />

en su actividad diaria; por ejemplo, había quien <strong>de</strong>seaba algún cambio mo<strong>de</strong>sto en el Derecho<br />

Canónico, mientras que otros querían que se les concediera la potestad <strong>de</strong> permitir ciertas<br />

actuaciones, o eximir <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados compromisos, sin tener que llevar el caso a Roma. Al<br />

leer los primeros volúmenes <strong>de</strong> las Acta, se tiene la impresión <strong>de</strong> que muchos obispos se<br />

imaginaban que el Vaticano II iba a ser <strong>un</strong> ejercicio <strong>de</strong> pura administración eclesiástica. La<br />

sugerencia que me pareció más divertida venía <strong>de</strong>l arzobispo <strong>de</strong> Washington, D.C., Patrick J.<br />

O'Boyle. Después <strong>de</strong> enumerar <strong>un</strong>a media docena <strong>de</strong> temas domésticos, el arzobispo O’Boyle<br />

proponía que el Concilio, «a la luz <strong>de</strong> las doctrinas sobre la creación y la re<strong>de</strong>nción», se<br />

pron<strong>un</strong>ciara sobre «la posibilidad <strong>de</strong> que exista vida inteligente en otros planetas». Cuando leí<br />

esa propuesta en <strong>un</strong> archivo <strong>de</strong> Roma, no pu<strong>de</strong> menos <strong>de</strong> echarme a reír estrepitosamente,<br />

tanto que el archivero me preg<strong>un</strong>tó qué me había provocado tal hilaridad. Y es que la<br />

redacción latina es aún más divertida. No se me ocurrió más que esta respuesta: «Bien,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> quince años trabajando en esto, tendría que haber pensado que lo primero que<br />

podría haber <strong>de</strong>seado el arzobispo <strong>de</strong> Washington sería la posibilidad <strong>de</strong> que existiera vida<br />

inteligente en su propia diócesis.<br />

Entre las propuestas <strong>de</strong> las Acta se pue<strong>de</strong> leer la sugerencia <strong>de</strong>l obispo auxiliar <strong>de</strong> Cracovia, <strong>un</strong><br />

polaco <strong>de</strong> cuarenta años, <strong>de</strong> mentalidad más bien filosófica, llamado Karol Wojtyla, casi<br />

<strong>de</strong>sconocido en Roma, que no había enviado propuestas <strong>de</strong> tipo doméstico, sino <strong>un</strong>a especie<br />

<strong>de</strong> ensayo filosófico sobre <strong>un</strong>a sola cuestión: ¿Qué había ocurrido en el m<strong>un</strong>do? ¿Cómo es que<br />

el siglo XX, que había empezado con tantas expectativas para el futuro <strong>de</strong> la humanidad, pudo<br />

producir en <strong>un</strong> exiguo arco <strong>de</strong> cinco décadas dos guerras m<strong>un</strong>diales, tres sistemas totalitarios,<br />

Auschwitz, el Gulag, montañas <strong>de</strong> cadáveres, océanos <strong>de</strong> sangre, las mayores persecuciones en<br />

la historia <strong>de</strong>l cristianismo y <strong>un</strong>a guerra fría que amenazaba el futuro <strong>de</strong>l planeta? ¿Qué había<br />

sucedido?<br />

Lo que había sucedido, según Wojtyla, era que el gran proyecto <strong>de</strong>l humanismo occi<strong>de</strong>ntal se<br />

había salido <strong>de</strong> sus cauces. Una concepción <strong>de</strong> la persona humana extremadamente<br />

<strong>de</strong>fectuosa, <strong>un</strong>ida a la tecnología mo<strong>de</strong>rna, había convertido el siglo XX en <strong>un</strong> auténtico<br />

mata<strong>de</strong>ro. Toda i<strong>de</strong>a tiene sus consecuencias, pero las malas i<strong>de</strong>as tienen consecuencias<br />

letales. En la primera mitad <strong>de</strong>l siglo XX, <strong>un</strong>os cien millones <strong>de</strong> hombres pagaron con su vida<br />

las consecuencias <strong>de</strong> <strong>un</strong>as i<strong>de</strong>as extremadamente tortuosas sobre quiénes somos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!