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Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

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<strong>de</strong> manera muy especial las vidas y los amores, las pasiones y los compromisos <strong>de</strong> la gente<br />

normal. Pero no es así como actúa la m<strong>un</strong>danidad mo<strong>de</strong>rna. Para <strong>un</strong>a «m<strong>un</strong>danidad»<br />

mo<strong>de</strong>rna, consciente <strong>de</strong> sí misma y que, por lo general, sólo se encuentra en círculos muy<br />

selectos, nada cuenta realmente. Todo es efémero, todo es maleable y manipulable, todo es<br />

caduco. (Piénsese, por ejemplo, en las más <strong>de</strong>lirantes formas <strong>de</strong> feminismo, que insisten en<br />

que la biología no cuenta para nada y no significa nada, porque tanto la masculinidad como la<br />

feminidad son construcciones mentales. Piénsese igualmente en la reducción freudiana <strong>de</strong>l ser<br />

humano a pura psique.) La falsa m<strong>un</strong>danidad concibe el m<strong>un</strong>do como <strong>un</strong> recinto cerrado, sin<br />

puertas ni ventanas. Ningún elemento <strong>de</strong> la casa, ni f<strong>un</strong>cional ni <strong>de</strong>corativo, tiene algún<br />

significado, a no ser el placer transitorio. Por el contrario, el m<strong>un</strong>do <strong>de</strong> GKC es como <strong>un</strong>a casa<br />

abierta <strong>de</strong> par en par, con puertas, con ventanas, con tragaluces. La luz ilumina la<br />

f<strong>un</strong>cionalidad <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong> la casa y nos ayuda a compren<strong>de</strong>r que todo, incluso la<br />

masculinidad, la feminidad y sus relaciones mutuas, está lleno <strong>de</strong> significado.<br />

POR QUÉ NECESITAMOS IMAGINACIÓN<br />

La imaginación no produce locura. Lo que produce locura es, exactamente, la razón.<br />

Los poetas no se vuelven locos; los jugadores <strong>de</strong> ajedrez, sí. Los matemáticos y los<br />

empleados <strong>de</strong> caja también se vuelven locos; pero los artistas creadores, rara vez. Y no<br />

es que yo [...] ataque la lógica, en ningún sentido; lo único que quiero <strong>de</strong>cir es que la<br />

lógica conlleva ese peligro, pero no la imaginación [...]. Aceptar cualquier cosa es <strong>un</strong><br />

ejercicio; enten<strong>de</strong>rlo todo es <strong>un</strong> esfuerzo. El poeta sólo <strong>de</strong>sea exaltación y expansión,<br />

<strong>un</strong> m<strong>un</strong>do para explayarse. El poeta sólo preten<strong>de</strong> llegar con su cabeza hasta el cielo.<br />

En cambio, el lógico preten<strong>de</strong> meter el cielo en su cabeza. Y lo que ocurre es que la<br />

cabeza... le estalla.<br />

Esta es otra lección <strong>de</strong> imaginación sacramental. Reducir lo que po<strong>de</strong>mos conocer a lo que<br />

po<strong>de</strong>mos «probar» razonadamente es <strong>de</strong>shumanizador; y esa es otra manera <strong>de</strong> <strong>de</strong>saprobar el<br />

m<strong>un</strong>do y su sacramentalidad. No se pue<strong>de</strong> «probar» la «verdad» que se encierra en la amistad<br />

o en el amor, en la pasión intelectual, política o espiritual <strong>de</strong> la sinfonía «Praga» <strong>de</strong> Mozart o<br />

<strong>de</strong> las Vísperas <strong>de</strong> Rachmaninoff, o en la sensación <strong>de</strong> <strong>de</strong>slizarse por <strong>un</strong> tobogán a cien<br />

kilómetros por hora. Pero esas «verda<strong>de</strong>s» existen y dan a la vida no sólo su regusto, sino<br />

también su sentido. Negar la verdad <strong>de</strong> esas realida<strong>de</strong>s es como encerrarse en <strong>un</strong>a prisión o en<br />

<strong>un</strong> m<strong>un</strong>do sin ventanas. Y eso sofoca y ahoga, con la eventualidad <strong>de</strong> morir asfixiado.<br />

Chesterton <strong>de</strong>cía que <strong>un</strong> gran sector <strong>de</strong>l m<strong>un</strong>do mo<strong>de</strong>rno estaba a p<strong>un</strong>to <strong>de</strong> morir por asfixia.<br />

Basta <strong>un</strong>a mirada a la historia <strong>de</strong>l siglo XX, para ver si GKC no tenía toda la razón <strong>de</strong>l m<strong>un</strong>do.<br />

PEQUEÑAS Y GRANDES INFINIDADES<br />

Loco no es <strong>un</strong>a persona que ha perdido la razón. En realidad, loco es el que ha perdido<br />

todas las cosas, menos la razón [...] Su mente se mueve en <strong>un</strong> círculo perfecto, pero<br />

<strong>de</strong>masiado estrecho. Un círculo pequeño es tan infinito como <strong>un</strong> círculo gran<strong>de</strong>; pero<br />

a<strong>un</strong> siendo igual <strong>de</strong> infinito, no es igual <strong>de</strong> gran<strong>de</strong> [...] Existe <strong>un</strong>a realidad que se podría

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