Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias
Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias
Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
con algún borrador <strong>de</strong> documentos secretos, las intrigas teológicas y políticas, las<br />
negociaciones bajo cuerda y las anécdotas más disparatadas. Él solía <strong>de</strong>cir que aquello era «<strong>un</strong><br />
paraíso para teólogos». En aquel momento, eso me parecía <strong>un</strong>a <strong>de</strong>scripción (y <strong>un</strong>a<br />
experiencia) aterradora, porque yo había aceptado la versión convencional y pensaba que se<br />
refería al Concilio como <strong>un</strong> gran <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, <strong>un</strong>a especie <strong>de</strong> Waterloo o Gettysburg<br />
<strong>católico</strong>, en el que ciertos teólogos que durante años se habían visto aplastados por los<br />
burócratas romanos reivindicaban sus esfuerzos por hacer que la Iglesia entrara en diálogo con<br />
el m<strong>un</strong>do mo<strong>de</strong>rno.<br />
Concediendo a mi profesor el beneficio <strong>de</strong> la duda, creo que eso era lo que él creía que estaba<br />
<strong>de</strong>scribiendo: <strong>un</strong> <strong>de</strong>bate i<strong>de</strong>ológico, en el que los que creían en la fuerza <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as habían<br />
salido victoriosos. Estoy seguro <strong>de</strong> que, a su manera, él estaba convencido <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>bate<br />
era <strong>un</strong>a auténtica búsqueda <strong>de</strong> la verdad, a pesar <strong>de</strong> que en <strong>un</strong>a ocasión resumió su propia<br />
postura teológica en estos términos, más bien ramplones: «El hecho <strong>de</strong> que Dios esté vivo<br />
quiere <strong>de</strong>cir que mañana será diferente <strong>de</strong> hoy». Pero eso no es exactamente lo que Edith<br />
Stein encontró en la Autobiografía <strong>de</strong> Teresa <strong>de</strong> Ávila. Al mismo tiempo, mi profesor hablaba,<br />
si bien inconscientemente, sobre el po<strong>de</strong>r. El Concilio Vaticano II había sido <strong>un</strong> «paraíso» para<br />
muchos teólogos, porque fue su primer y seductor contacto con el po<strong>de</strong>r. No cabe duda que<br />
relevantes teólogos ayudaron a los obispos en la elaboración <strong>de</strong> muchos documentos<br />
importantes <strong>de</strong>l Concilio Vaticano II. Ahora bien, a la vez que prestaban su preciosa<br />
colaboración, alg<strong>un</strong>os <strong>de</strong> esos intelectuales llegaron a pensar que ellos representaban <strong>un</strong>a<br />
nueva forma <strong>de</strong> autoridad docente en la Iglesia. Pero lo que en realidad promovían con esa<br />
autoridad auto-validada era exactamente lo que John Henry Newman habría llamado religión<br />
«liberal». Hoy día, en muchos Departamentos <strong>de</strong> Teología Católica, en Estados Unidos, se<br />
pue<strong>de</strong> encontrar en buena medida esa actitud, al menos entre los profesores mayores <strong>de</strong><br />
cincuenta años.<br />
Por mi parte, empecé a cuestionar el proyecto <strong>católico</strong> liberal poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi graduación,<br />
cuando empecé a enseñar y a escribir, dos activida<strong>de</strong>s que te empujan a reflexionar sobre tus<br />
propias convicciones. Es probable que ciertas contrarieda<strong>de</strong>s personales influyeran en mi viaje<br />
intelectual <strong>de</strong> huida <strong>de</strong>l liberalismo <strong>católico</strong>; pero, a mayor ab<strong>un</strong>damiento, puedo <strong>de</strong>cir con<br />
toda franqueza que encontré los dos gran<strong>de</strong>s temas que me entusiasmaron durante esos años:<br />
la teología <strong>de</strong> la liberación y la teología feminista, a<strong>un</strong>que tengo que reconocer que me<br />
resultaron intelectualmente superficiales e insatisfactorios. Durante mis estudios, la figura<br />
estelar había sido el influyente teólogo alemán Karl Rahner, que durante décadas dominó el<br />
panorama <strong>de</strong> la teología católica «liberal». Recuerdo muy bien la noche en la que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
haber leído el farragoso prólogo al libro <strong>de</strong> Rahner, F<strong>un</strong>damentos <strong>de</strong> la fe cristiana, que<br />
<strong>de</strong>scribía la mo<strong>de</strong>rna crisis <strong>de</strong> fe, algo se <strong>de</strong>spertó en mí <strong>de</strong> repente: «No conozco a ning<strong>un</strong>o<br />
<strong>de</strong> los que él menciona». Y empecé a pensar que <strong>un</strong>a teología cuyo principal p<strong>un</strong>to <strong>de</strong><br />
referencia era la aca<strong>de</strong>mia contemporánea y su prof<strong>un</strong>do nerviosismo ante la i<strong>de</strong>a misma <strong>de</strong><br />
«verdad» no iba a <strong>de</strong>spertar gran interés más allá <strong>de</strong> las aulas <strong>de</strong>l seminario. Mi pasión por la<br />
histona fue, con toda probabilidad, otro <strong>de</strong> los factores que me empujó a abrazar la crítica <strong>de</strong><br />
Newman al liberalismo. Por el hecho <strong>de</strong> que siempre me ha entusiasmado la historia, supongo<br />
que la ten<strong>de</strong>ncia liberal a prescindir <strong>de</strong>l pasado como factor irrelevante para los problemas<br />
contemporáneos acabó por irritarme con <strong>de</strong>masiada frecuencia.