Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias
Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias
Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
pronto iba a exten<strong>de</strong>rse por todo el país. De ese modo, John Carroll se convirtió en el único<br />
obispo <strong>católico</strong> entre el Atlántico y el Mississippi, y entre Canadá y Florida, a<strong>un</strong>que no el<br />
primer obispo <strong>católico</strong> <strong>de</strong> Estados Unidos. En 1808, el obispo Carroll se convirtió en Arzobispo,<br />
al quedar dividida su diócesis, con nuevas se<strong>de</strong>s episcopales en Boston, Nueva York,<br />
Phila<strong>de</strong>lphia y Bardstown (Kentucky). Mantuvo <strong>un</strong>a relación cordial con las figuras políticas <strong>de</strong><br />
su tiempo, incluidos George Washington y Thomas Jefferson. Sus quebra<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> cabeza y <strong>de</strong><br />
corazón le vinieron al arzobispo <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> <strong>un</strong> clérigo quisquilloso y <strong>de</strong> alg<strong>un</strong>os seglares que,<br />
acostumbrados a dirigir sus propios negocios, exigían tener control <strong>de</strong> propiedad sobre sus<br />
respectivas parroquias. La insistencia <strong>de</strong> estos últimos llevó al arzobispo a los trib<strong>un</strong>ales, <strong>de</strong> los<br />
que siempre salió justificado.<br />
En la historia <strong>de</strong> la Iglesia en Estados Unidos, el adjetivo «primero» se aplica a John Carroll con<br />
más frecuencia que a cualquier otra figura: primer superior <strong>de</strong> la «misión americana»; primer<br />
obispo y primer arzobispo; f<strong>un</strong>dador <strong>de</strong>l primer seminario (St. Mary’s) y <strong>de</strong>l primer colegio<br />
(Georgetown); protector <strong>de</strong> Santa Elizabeth Seton y, por tanto, padre f<strong>un</strong>dador <strong>de</strong>l sistema<br />
escolar <strong>católico</strong>; primer obispo que or<strong>de</strong>nó a <strong>un</strong> sacerdote y a otros obispos en Estados<br />
Unidos; y bajando a casos más prácticos, primer constructor <strong>de</strong> la primera catedral. El<br />
arzobispo Carroll tenía <strong>un</strong>a i<strong>de</strong>a muy concreta sobre su catedral, que tendría que incorporar el<br />
compromiso <strong>católico</strong> a la <strong>de</strong>mocracia americana y, en particular, a la libertad religiosa<br />
consagrada en la Primera Enmienda <strong>de</strong> la Constitución. Eso exigía <strong>un</strong> estilo arquitectónico<br />
típicamente americano, es <strong>de</strong>cir, <strong>un</strong>a adaptación americana <strong>de</strong> los principios clásicos <strong>de</strong> la<br />
arquitectura. Por eso, Carroll contrató como arquitecto a Benjamin Henry Latrobe, que<br />
también habría <strong>de</strong> realizar trabajos importantes para la obra <strong>de</strong>l Capitolio.<br />
El genio <strong>de</strong> Latrobe produjo <strong>un</strong> edificio típicamente americano y, a la vez, visiblemente <strong>un</strong>ido a<br />
su pasado cristiano. El aspecto más innovador en la catedral <strong>de</strong> Baltimore fue el sistema <strong>de</strong><br />
doble cúpula, cuyas especificaciones técnicas <strong>de</strong>bió <strong>de</strong> discutir Latrobe con Thomas Jefferson.<br />
La enorme cúpula exterior <strong>de</strong> la catedral <strong>de</strong> Baltimore tenía veinticuatro gran<strong>de</strong>s claraboyas; la<br />
cúpula interior recogía la luz natural <strong>de</strong> las claraboyas y a través <strong>de</strong> <strong>un</strong> gran lucernario, la<br />
filtraba hacia el interior <strong>de</strong>l recinto. El sistema <strong>de</strong> Latrobe, la doble cúpula, se ha recuperado<br />
en fechas recientes, <strong>de</strong> modo que en 2006, bicentenario <strong>de</strong> la colocación <strong>de</strong> la primera piedra<br />
por John Carroll, se podrá admirar la catedral como la concibieron Latrobe y Carroll, es <strong>de</strong>cir,<br />
bañada en <strong>un</strong>a luz difusa que sugieres a la vez, libertad y trascen<strong>de</strong>ncia.<br />
El sepulcro <strong>de</strong> John Carroll se encuentra en la cripta <strong>de</strong> la Vieja Catedral, en el nivel más bajo, a<br />
mano izquierda. Allí están enterrados otros siete arzobispos <strong>de</strong> Baltimore. Al otro lado <strong>de</strong><br />
Carroll está el sepulcro <strong>de</strong>l Car<strong>de</strong>nal James Gibbons, ori<strong>un</strong>do <strong>de</strong> Baltimore, seg<strong>un</strong>do car<strong>de</strong>nal<br />
<strong>de</strong> Estados Unidos y la personalidad más prominente <strong>de</strong>l país durante cuarenta años, las dos<br />
últimas décadas <strong>de</strong>l siglo XIX y las dos primeras <strong>de</strong>l siglo XX. Su libro, The Faith of Our Fathers,<br />
fue <strong>un</strong>o <strong>de</strong> los mayores éxitos <strong>de</strong> la Apologética <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su publicación en 1876, y todavía se<br />
sigue editando en la actualidad. Encima <strong>de</strong> Carroll <strong>de</strong>scansa Martin John Spalding, que durante<br />
la Guerra Civil llegó a Baltimore proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Louisville, <strong>un</strong>a ciudad simpatizante con las<br />
fuerzas <strong>de</strong>l Sur y ocupada por las tropas <strong>de</strong> la Unión. Spalding procedía <strong>de</strong> <strong>un</strong>a venerable<br />
familia <strong>de</strong> Maryland, y su li<strong>de</strong>razgo durante la Seg<strong>un</strong>da Asamblea Plenaria <strong>de</strong> Baltimore en<br />
1867, igual que el <strong>de</strong> Gibbons en la Tercera Asamblea en 1884, ayudó a fijar las pautas <strong>de</strong> la<br />
vida católica en Estados Unidos durante varias décadas. Si no hubiera fallecido