07.05.2013 Views

Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

Libro electrónico: Cartas a un joven católico - Diócesis de Canarias

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Una buena parte <strong>de</strong> mi insatisfacción con las categorías en las que había sido intelectualmente<br />

educado terminaron por aclararse hacia finales <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1970, cuando tuve ocasión <strong>de</strong><br />

leer <strong>un</strong> folleto ecuménico titulado «Manifiesto para <strong>un</strong>a Afirmación Teológica», ampliamente<br />

conocido como Manifiesto <strong>de</strong> Hartford. Entre sus colaboradores se encontraban alg<strong>un</strong>os <strong>de</strong> los<br />

pensadores religiosos más influyentes <strong>de</strong> Norteamérica, <strong>de</strong> los que sólo <strong>un</strong>os pocos se habrían<br />

sentido satisfechos <strong>de</strong> que los presentaran como «conservadores». Recuerdo perfectamente<br />

que, en mi Escuela para Graduados, el Manifiesto <strong>de</strong> Hartford se conocía burlonamente como<br />

«Herejías <strong>de</strong> Hartford», y se había prescindido <strong>de</strong> él, consi<strong>de</strong>rándolo como temas <strong>de</strong> «buenos<br />

liberales» que habían perdido los nervios. Después <strong>de</strong> <strong>un</strong> examen más <strong>de</strong>tenido, y a través <strong>de</strong>l<br />

prisma <strong>de</strong> mi nuevo escepticismo sobre las consignas liberales católicas, se me presentó <strong>un</strong>a<br />

imagen mucho más interesante. A su manera, los signatarios <strong>de</strong>l Manifiesto <strong>de</strong> Hartford<br />

estaban poniendo al día la crítica <strong>de</strong> John Henry Newman a la religión liberal. Newman había<br />

dado en el clavo en su Apologia con la adición <strong>de</strong> <strong>un</strong>a nota sobre el liberalismo, <strong>de</strong> modo que<br />

el tema real no era «liberales contra conservadores», sino más bien religión liberal frente a<br />

religión revelada.<br />

¿Cuál era el p<strong>un</strong>to central <strong>de</strong>l Manifiesto <strong>de</strong> Hartford?<br />

Empezaba poniendo en tela <strong>de</strong> juicio la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que «el pensamiento mo<strong>de</strong>rno es superior a<br />

todas las formas prece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la realidad», es <strong>de</strong>cir, «el pensamiento mo<strong>de</strong>rno»<br />

critica la doctrina y práctica cristiana establecida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace siglos. El pensamiento cristiano<br />

<strong>de</strong>berá, más bien, adoptar <strong>un</strong> ecumenismo <strong>de</strong> época, tomando <strong>de</strong> cada período histórico su<br />

propia sabiduría y comprensión. Los firmantes <strong>de</strong>l Manifiesto <strong>de</strong> Hartford criticaban la<br />

sugerencia <strong>de</strong> que «el lenguaje religioso se refiere a la experiencia humana y nada más»<br />

porque, en ese caso, Dios sería «el invento mis noble <strong>de</strong> la humanidad». Con Newman, el<br />

Manifiesto <strong>de</strong> Hartford insistía en el hecho <strong>de</strong> que «nosotros no inventamos a Dios; es Dios el<br />

que nos inventó a nosotros».<br />

También como Newman, el Manifiesto <strong>de</strong> Hartford negaba el hecho <strong>de</strong> que «todas las<br />

religiones son igualmente válidas», con la consecuencia <strong>de</strong> que «elegir entre ellas no es<br />

cuestión <strong>de</strong> [...] verdad, sino sólo <strong>de</strong> preferencia o <strong>de</strong> estilo <strong>de</strong> vida personal». Un cristianismo<br />

reducido a elección <strong>de</strong> <strong>un</strong> estilo <strong>de</strong> vida es <strong>un</strong> cristianismo vaciado <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r.<br />

Los firmantes <strong>de</strong>l Manifiesto <strong>de</strong> Hartford afirmaban que la salvación incluye <strong>un</strong>a «promesa <strong>de</strong><br />

plenitud humana». Pero es falsa la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que «el significado global <strong>de</strong> salvación está en<br />

compren<strong>de</strong>r el propio potencial y ser fiel a sí mismo». No se <strong>de</strong>ben trivializar las promesas <strong>de</strong><br />

Dios; y es que Dios promete algo más que la «plenitud humana» que imaginaba ese lenguaje<br />

seudo-psicológico. A mayor ab<strong>un</strong>damiento, el Manifiesto <strong>de</strong> Hartford insistía en que, mientras<br />

el culto supone <strong>un</strong> enriquecimiento personal y com<strong>un</strong>itario, es <strong>un</strong> error f<strong>un</strong>damental suponer<br />

que la única finalidad <strong>de</strong>l culto es «la realización personal y com<strong>un</strong>itaria». El culto es <strong>un</strong>a<br />

respuesta a la iniciativa <strong>de</strong> Dios. No damos culto a Dios porque eso nos hace sentir mejor o<br />

más <strong>un</strong>idos; «damos culto a Dios porque Él se lo merece» y porque hacerlo suscita el «<strong>de</strong>seo<br />

f<strong>un</strong>damental <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> conocer, amar y adorar a Dios».<br />

Los firmantes <strong>de</strong>l Manifiesto <strong>de</strong> Hartford negaban sencillamente que «el m<strong>un</strong>do le marque a la<br />

Iglesia lo que <strong>de</strong>be hacer» (<strong>un</strong> tema que por entonces promovía el Consejo M<strong>un</strong>dial <strong>de</strong> las<br />

Iglesias) e insistían en que la acción social cristiana, que es <strong>un</strong> <strong>de</strong>ber imperativo, <strong>de</strong>be estar

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!